Un baño de humildad

Arrancó la séptima temporada de House. Si usted la viene siguiendo en canal 4, o todavía no terminó de bajarse la sexta, no siga leyendo. Podría enterarse de que House y Cuddy son ahora una parejita feliz.

La mano arranca donde quedó la temporada anterior, con House todo mugriento y malherido, abrazado a una Lisa que le anuncia que dejó a su prometido, pues lo ama (a House, al otro no tanto). Secretamente albergábamos la esperanza de que se abriera el plano y el Greg estuviera abrazado al lampazo, efecto vicodin mediante. Pero no. Ahí estaba la Cuddy nomás.

Y ahí hicieron la porquería. Hay quienes se quejan de que House está bastante venido a menos desde lo físico (gordo y fofo, puntualmente), mientras que la Cuddy hace power step en la academia de Laura Martínez. Lo cierto es que la señora arrancó besándole la cicatriz al tipo, en algo que impresiona casi tanto como las notas sensacionalistas de Telenoche. ¿Había necesidad? Yo creo que no.

Estamos seguros de que el señor se hubiera dado por aceptado por el solo hecho de copular. No había necesidad de hacerlo tan explícito. Salvo que la Cuddy tenga algún tipo de perversión.

¿La mujer de Lerena le besó los ojos cuando lo conoció? ¿Verdad que no? ¿Y por eso lo quiere menos? Seguro que tampoco.

Y bueno... luego la clásica disputa entre la chica que le dijo "te amo" de entrada, y el tipo que nada. Se lo escribe en algo parecido al scrabble o al boggle, hasta que después se lo espeta, con cara de perrito faldero. Como temiendo un "pero yo amo a Wilson, nabo". Triste.

Como triste es que -según me acotan por acá- no haya habido mención alguna a la hija de Cuddy, por cuya tenencia ella tanto batalló. ¿Dónde la dejó? ¿En la guardería? De ser así, ¿apaga el celular como si nada, temiendo que sea abordada por algún catequista toquetón? Vamo' arriba, un poco de verosimilitud.

Y por último, la desaparición de 13. Ya sabemos que se va porque está en otro curro, ¿pero había necesidad de inventar toda esa estupidez de que se va a Roma, pero que después resulta que nadie sabe, no sea cosa que nos preguntemos qué le pasó, como al otro que se suicidó para irse a laburar con Obama?

Pero bueno... la temporada es larga, aún podemos levantar un poco. Vuelve Cameron, y eso no suena nada bien. Ojalá nos vuelvan a sorprender.