viernes, 26 de junio de 2015

Salada la canchita: Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...

"Takashi Miike es un director japonés ... muy prolífico y controvertido..." dice la Wikipedo en su entrada correspondiente. Yo diría que el Miike está loco, pero de una locura divertida y transmite su diversión a los espectadores de su cine, en las pocas películas que lleva estrenadas acá en el paisito (dos y por Cinemateca: "Audición" y "Big bang love"). El resto se puede ver por algún otro ciclo de la mencionada institución, por YT, bajadas, dvds o similares.

Si los orientales del Oriente asiático son muy desprejuiciados con la violencia -cómo se dan en las películas chinas, coreanas y japonesas de hoy en día- el Takashi de la gente, mucho más. Provocador como pocos, experimentador desprejuiciado como ninguno, muchas veces despreciado como un mero traficante de la violencia extrema, cada segundo de cada film miikiano tiene cine por todos los poros.

Guste o no, es innegable que es un maestro de la acción -no es tan fácil como muchos creen filmar bien una pelea- y un desprejuiciado para mezclar los géneros y hacer lo que quiere. Tengo para ver este domingo, por ejemplo, "Sukiyaki western Django" (2007), un spaguetti western rodado en su Japón -obvio- hablado... en inglés. Es tan bestia que lo convocaron para una serie de terror y lo que presentó ("Imprint") nunca se exhibió. 

Internacionalmente se hizo conocer por la mencionada "Audición" (1999),la historia de una cita a ciegas más agitada de lo normal. Ya había despertado las iras de algunos censores, pero también el reconocimiento de varios cinéfilos de todo el mundo. A partir de ahí, muchos comenzamos a prestar atención a ese tipo que no dejaba de filmar, y a buscar por donde sea conocer algunas pocas de sus producciones, sabiendo que no nos va a defraudar.

En su filmografía hay de todo: desde una tradicional aventura de samurais ("13 asesinos", 2010), donde los muertos son mucho más de esa cifra; "La llamada perdida" (2003), una muestra de terror J a propósito de gente que muere después de recibir cierta llamada, justamente o "La tumba del honor", un policial de yakuzas, donde muere hasta el camarógrafo. Miike utiliza los géneros para hacer lo que quiere, divirtiendo siempre al espectador, si es que quiere entrar en el juego.  

Pero cuando quiere, es de lo más experimental. Desde la mencionada "Imprint" (2006), donde dicen que hay una escena de tortura donde tiembla el más valiente, hasta la indescriptible "Ichi el asesino" (2001), con el peor hijo de puta más querible de la historia del cine, hasta "Visitor Q" (también 2001, no sé como hace pero el tipo termina varios largometrajes por año, se ve que no es uruguayo), que fue descrita como el "Teorema" japonés, aunque tiene más violencia, más sexo y más incesto.


No es un simple violentista. A diferencia de la mayor parte del cine actual, Miike no hace apología del crimen sino que se limita a darnos su propia visión -estilizada- de lo horrible que es el mundo. Hay muchísimas películas más ("...Dyango" va a ser la novena que veo de él y tiene más de 80 realizadas, por lo menos en el momento en que empecé a escribir esta nota) y hay mucho Miike para descubrir. Hágalo sin miedo, no sea maula que vale la pena. 

Salada la canchita, una sección que te parte en pedazos y lo filma,  hoy te trae una película ideal para ver con esa hijastra que está en plena pubertad: Visitor Q o "Bijita Q" para los que dominamos el japonés. El lapiz.

Una buena muestra del talento de Miike, que no quiere a nadie y lo demuestra. Pero que sabe lo que quiere y cómo lo quiere y cambia en cada película que realiza porque matará personajes que da gusto, pero sabe cómo hacerlo. Y puede volver a hacerlo.



PAGAN DOS Y LLEVAN TRES Y.E.T.P.A.P.
+ SERGIO RENAN -
El entrerriano Samuel Kohan había debutado muy joven como prometedor actor en 1951 pero tuvo más continuidad cuando comenzó el llamado "Nuevo cine argentino" en los 60, primer intento un poco intelectual de más de refrescar el acartonado cine argentino con algunas de las características que hacían interesante el cine europeo del momento. Sobre el final de la década comenzó a trabajar en los denostados filmes patrióticos de Leopoldo Torre Nilsson y se dio el gustito de debutar en la dirección de cine, ya que lo había hecho en teatro.

La primera fue la mejor y la más célebre, como le pasa a tantos: "La tregua" (1974) no sólo fue una sólida adaptación de la novela de nuestro Mario Benedetti -que como novelista ha sido subvalorado, me parece- sino una paso adelante en el cine argentino sin romper con el pasado. Con un elenco de lujo (Héctor Alterio, Ana María Picchio, Lautaro Murúa, Cipe Lincovsky, Oscar Martínez, Antonio Gasalla, Luis Brandoni, Hugo Arana, Norma Aleandro, Carlos Carella y siguen las firmas) fue nominada al Oscar y tuvo un gran éxito de público y crítica. Merecido, ha envejecido bien.

Nunca volvió a repetirlo. Hizo la sensible "Crecer de golpe" (1976), sobre obra del escritor desaparecido en ese momento Haroldo Conti, con una jovencita Cecilia Roth; "La fiesta de todos" (1978), una celebración del infame Mundial propagandístico de la dictadura, con un montón de cómicos televisivos del momento (incluyendo nuestro Espalter) y en 1983 volvió con Benedetti en "Gracias por el fuego", una adaptación muy criticada en comparación con "La tregua", pero que habría que rever. Después se limitó al teatro y a la ópera pero ya no importó como director de cine.

+ LAURA ANTONELLI -
Varios le han dedicado sempiternas cuscas. Símbolo erótico italiano en los 70 y 80, especialmente después del estreno de "Malicia". Bastante inexpresiva cuando estaba muy vestida, supo actuar en "El inocente", última película del gran Visconti y en "Satyricon", donde coincidió con la señora de allá abajo. También en multitud de comedias picantes del olvidado Lando Buzzanca y de tantos otros, de las cuales sólo llegaron un puñado.

Se había hecho bosta la cara con una recordada cirugía estética al comienzo de los 90, pretendiendo ganarle a los años como tantos otros. Vieja y gorda, se le había reacomodado el escracho pero preferimos recordarla en sus mejores años profesionales. 

+ MAGALI NOËL -
Nacida turca pero francesa como el Peugeot. No fue muy conocida y así se fue. Pero actuó en unas cuantas importantes, aunque como secundaria: "Rififi"; "La dolce vita", "Amarcord" y "Satyricon" de Fellini; "Z". No es poco. Estaba retirada desde hace unos doce años. También fue cantante. Capaz que no le dabas.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Vamos, vamos, Argentinaaaaaaaaaaaaaaaaa!

https://www.youtube.com/watch?v=oeXUFlxgR5Q
Contra la conspiración narco mexicana colombiana!

Ce dijo...

Vi Audición hace muchos años en Cinemateca. Ponele que un 60 por ciento de la sala no aguantó y se perdió el final.

Anónimo dijo...

Que hermoso trasero tiene la tocaya!!!

Evaristo dijo...

Hablando de Cinemateca estan diciendo que puede cerrar (una vez mas). Ud que sabe Fagalde y sin querer joderlo mucho,que solucion tiene eso??

Mauro M. dijo...

Bien Fagalde, bien.

Todavía no me ha llamado la atención este tipo de cine, pero de acá a un tiempo tal vez eso cambie.

tasso dijo...

"13 asesinos" es INCREIBLE

Alvaro Fagalde dijo...

Para mí el cierre de Cinemateca es inevitable, lamentablemente. Después, como cuando se murió Mateo, todos van a decir qué lástima que cerró.