Historias que hicieron canciones (sí, vol. 3)

Me vinieron unas ganas locas de lanzar el volumen 3 de algunas historias que hicieron canciones. Y, al final… ¿para qué soy el que escribe la columna? Si usted no recuerda el volumen 2, no se preocupe. Fue hace como 10 meses...

THE RAMONES – Censorshit (Mondo bizarro, 1992)

En 1985 fue formado el Parents Music Resource Center. “¿Pero qué carajo es eso?”, se preguntará el lector desprevenido. Esa pregunta, bien podría ser censurada por el Parents Music Resource Center. El PMRC es un comité de censura yanki, establecido con la finalidad de que los padres tengan control sobre el tipo de música al que acceden sus hijos. Sus hijos menores… digo, pues si a mis 34 años mi padre me dijera lo que debo escuchar, probablemente lo tome a puntapiés en el parietal derecho. ¿Quién caía dentro de esta clasificación? Los de siempre: los violentos, los drogones, y los sexópatas. O, cuanto menos, la gente que canta sobre estas cosas. O, cuanto menos, la gente que el comité considera que canta sobre esas cosas. Aquel cómico pegotín de “Parental Advisory” que viéramos por estas latitudes en algunos artículos importados, es el fruto de la evaluación de este comité. Detrás de todo esto, como cofundadora, estaba Tipper Gore, esposa de quien por entonces era Senador norteamericano, Al Gore, y a la postre Vicepresidente de los Estados. Por eso, nuestra canción en cuestión (algo así como Censura de Mierda, ¿no?) comienza diciendo “Tipper, ¿qué es ese pegotín en mi CD? / (…) / Preguntale a Ozzie, a Zappa o a mí / que te vamos a mostrar cómo es ser libres / Dale Tipper, es solo una cortina de humo para los problemas reales / el déficit S&L, los sin techo, el medioambiente”. La mención a Zappa, por cierto, no es casual. Su álbum Jazz from hell fue uno de los que recibió el pegote, y sus comentarios al respecto no se hicieron esperar (por ejemplo, aquel que describía por qué este centro había obtenido su llegada al Senado: “Un par de chupadas de p*ja por aquí y por allá y ¡bingo! Tenés una audiencia”).

"Hacelo por mi", 1992 - el propio playback

THE BEATLES – Dr. Robert (Revolver, 1966)

Algunas fuentes indican que la canción trata sobre el Dr. Robert Freymann. Freymann era un doctor alemán de sesenta años, cuyo quirófano estaba en East 78th Street, Nueva York. Había sido el doctor presente en la muerte del legendario jazzista Charlie Parker y muchos músicos de Nueva York usaban sus servicios. Lennon era uno en esa cantidad de celebridades que obtenían anfetaminas de él. Prescribir anfetaminas no era ilegal, aunque Freymann iba a perder su licencia durante seis meses en 1968 y eventualmente echado de la New York Medical Society por mala praxis. Murió en 1987. Otras fuentes han citado al Dr. Charles Roberts, quien ejercía en la 49th Street, también en Nueva York. Otros, inclusive, dicen que ese nombre era un alias usado para esconder la identidad de otro doctor que prescribía libremente anfetaminas. McCartney apoya esta teoría sobre “un doctor que tenía falopeado a todo Nueva York con sus píldoras”, mientras otros biógrafos refieren al dentista de los Beatles, que cierta noche invitó a John y George a cenar y les encajó LSD en sus cafés (droga que, además, todavía no habían probado). De allí la letra “Si andás mal, él te levanta, Doctor Robert / Tomate un trago de su taza especial, Doctor Robert”. Los relatos de Harrison sobre el efecto que la droga tuvo sobre ellos en el viaje de retorno a sus hogares es desopilante.

JOHN LENNON – John Sinclair (Some time in New York City, 1972)

John Sinclair era en un líder radical yanki por allá por los ’60. Fue, además, fundador de los White Panthers, un movimiento anti racismo engendrado para apoyar, desde la vereda blanca, a los Black Panthers (más famosos, y más salados). Una policía secreta lo incitó a darle dos porros y, como resultado, fue sentenciado a diez años de cana. Eran los años activistas de Lennon, cuando cimentó las bases de todos los problemas futuros que tuvo con el gobierno norteamericano (¿incluidos los tiros de Chapman?). Jerry Rubin, otro activista con el que John andaba pa’ arriba y pa’ abajo, les habló para que aparecieran en la reunión Free John Sinclair, un concierto pro liberación del líder. Como John no había aparecido en público en bastante tiempo, el concierto despertó mucha atención y, debido al involucramiento de Lennon, Stevie Wonder también se ofreció para aparecer. El concierto fue oficialmente llamado Two For Ten (dos porros por diez años de sentencia) y tuvo lugar durante siete horas en el Chrysler Stadium de Ann Arbor el 10 / 11 de diciembre de 1971. Especialmente para esta ocasión, John escribió John Sinclair.

10/12/71, "John Sinclair freedom rally", Chrysler Arena, Ann Arbor

LEON GIECO – Rey mago de las nubes (Orozco, 1997)

Leí cierta vez una entrevista a Gieco donde explicaba que todas las historias salen de algún lado, lo que puede ser tan cierto o tan falso como uno quiera que sea textual o no el término “algún lado”. Si un porro, la imaginación, la felicidad o el aburrimiento son algún lado, entonces estaremos de acuerdo. Gieco fue a tocar a una fundación en Salta donde hacían ropa y arreglaban muñecos. Aquí debe detenerse cualquier engendro que no pueda apartar su cerebro más de 10 cms. del sexo, para descubrir un detalle comiquísimo: cuando Gieco visitó el lugar, éstos debían ir a un pueblito que se llama Porongal. Iban a ir en noviembre para llevarles cosas a los niños del pueblo, pero se retrasaron y salieron a principios del año siguiente. Según las propias palabras de León: “Hay que ir con camiones o micros y después seguir a caballo, cruzar las nubes y, después de un día, llegar al pueblito”. Resultó que llegaron el 5 de enero; entonces, antes de llegar, se disfrazaron de Reyes Magos. Cuenta Gieco que los niños deliraron. Pensaron que eran los Reyes de verdad, y no los truchos que conocemos nosotros gracias a este sitio. Llegaron, repartieron los juguetes y todo lo que llevaban y se pusieron a instalar una cañería desde el río para que tuvieran agua. Cuando pusieron la canilla y salió el agua, la gente se persignaba. Todo esto, y más, está reflejado en la letra de la canción, que en realidad es la letra de Gieco sobre la música de Plegaria de sikus y campanas de Ricardo Vilca.

"Ojo con los Orozco", 1997: me encanta la aparición de Paul y de John, y también las mujeres sin cabeza

BOB DYLAN – Who killed Davey Moore?
(The bootleg series volumes 1-3 (rare & unreleased) 1961-1991, 1991)

Davey Moore era un boxeador que había alcanzado notoriedad a mediados de la década del ’50 donde, peleando entre sus 20 y sus 30 años, había alcanzado el título de Campeón Mundial de Peso Pluma, y lo había retenido varias veces. El 23 de marzo de 1963 fue noqueado por Sugar Ramos. Nunca recuperó el conocimiento, y murió dos días después. A 18 días de ese hecho, en el concierto que brindara Dylan el 12 de abril en el New York Town Hall, se estrenó esta canción, una crítica a todas las respuestas brindadas por los involucrados en los diarios de la época, que seguramente leyó el por entonces cantante folk. Buscando al culpable, cantaría: “’Yo no’, dice el juez / ‘No me apuntes con el dedo’ / podría haberlo terminado en el octavo / y a lo mejor salvarlo de su destino / pero la muchedumbre me habría abucheado, estoy seguro”.

Me pregunté muchas veces si esta columna debió haber hecho mención a la muerte de Curuchet. Pero no sabría qué decir, ni cómo decirlo.