A la gente le gustan las sorpresas. Las buenas,
claro está. A quien le gusta las malas sorpresas usualmente lo tildamos de masoquista
o de pelotudo. La sorpresa no grata es sinónimo de desdicha. Por ejemplo, es una
desgracia menor, pero desgracia al fin, si llegas a tu casa con antojo de comer
un omelette, y cuando cascás el huevo que te queda descubrís que adentro
tiene un pollito ya finado. En otros ámbitos las
sorpresas incluso no son bienvenidas. En la política o en la economía es mejor
que las certezas dominen el panorama. Por poner un caso, es bastante malo
cuando compras euros siguiendo el consejo de aquellos que dicen que esa moneda está
más firme que blandengue con tétanos, y en unos años te llevas la sorpresa de que
perdiste un tercio de tus malogrados ahorros.
Pero en el arte o en el deporte la sorpresa es
un ingrediente muy importante. Y es muy importante porque genera expectativa.
Algunas buenas películas tienen una dosis de sorpresa muy concentrada, al punto
que si uno le cuenta el truco a alguien que aun no la ha visto, le saca la
gracia. Eso pasa cuando uno le dice a alguien que no ha visto Sexto Sentido, que Bruce
Willis esta fenecido desde el principio. En cambio, otras películas tienen sorpresas
mas diluidas. Eso hace que el argumento sea más difícil de anticipar, aun si se cuenta
con algunas pistas.
Y eso es
lo que pasa en la película recomendada para hoy. El film en cuestión es noruego
y se llama “Aguas
turbulentas” (DeUsynlige, lo cual significa algo así como “los invisibles”, pero bueno). Dirigida
por Erik Poppe, esta realización de 2008 cuenta la
historia de Jan Thomas Hansen, un muchacho que está preso luego de que fuera
acusado de matar un botija. La película comienza con esa escena, mostrando como
Jans y un amigo se roban un cochecito en donde estaba el pequeño Isak. Cuando
se percatan de la existencia del botija, Jans y su amigo discuten, mientras
Isak huye por el cauce de un rio rocoso. La cosa es que Isak se cae en las
rocas y muere. Eso ocupa los primeros minutos de la película. Lo que sigue son
dos historias. La primera donde muestra como Jans se reintegra al mundo luego
de recobrar la libertad. Jans encuentra un laburo como
tecladista en una iglesia y se enamora de la encargada de la casa de dios. La segunda historia se enfoca en la madre de Isak,
el purrete que murió en el rio. En cierto punto ambas historias se conectan y
el desenlace es bastante intrigante. Aguas turbulentas es una de esas películas
que difícilmente se pueda predecir desde un principio. Y eso está muy bien. Cabe acotar que las dos
actrices principales son Ellen Dorrit Petersen y Trine Dyrholm. Esta ultima trabajó
en una película horrible llamada In a Better World (nada
que ver con a Perfect World, del maestro Clint)
¿Dónde ver esta película?
Lamentablemente no he encontrado links para compartir. Si he visto que la película
estuvo en la cartelera de Cinemateca hace un año. Por eso debe andar en la
vuelta. Si alguien tiene algún enlace para la barra, será más que bienvenido.
Para despedirnos, ya que estamos hablando de arte noruego, aprovecho para
mandarle un saludo a los reyes
de la conveniencia que sé de buena fuente que siguen TPLMP semana a semana.
7 comentarios:
Si, in a better world es una poronga, aunque la veterana este fuerte como toda danesa...
Habrá que verla, aunque con hijos chicos no soy lo suficientemente masoca como pa ver algo tan tremendo
amuarruca!
Coincido plenamente en el juicio de la danesa.
Pero mira Lucho, que esta pelicula esta muy bien. Tiene la parte fuerte de cuando se muere el botija, pero vale la pena.
Bueno vamo a ver, pa empezar tengo que conseguirla...
Me quede pensando en la otra pelicula que mencionas, yo siempre me imagine que en un pais asi me gustarian la mayoria de las mujeres, digamos en edad reproductiva. Luego de ver esa pelicula confirmo que, al menos en Dinamarca, tan buenas hasta las madres de familia (que no tienen por qué estar fuera de la edad reprod, pero este pareceria ser el caso)
Jan Thomas Hansen...más noruego no podía ser...
Buena pelicula.
Que sera de la vida de Vesubio que ya no pisa mas el bar.
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