¡Qué chicos que andan los grandes!

* Con la autorización del Excelentísimo Sr. Director, esta columna deja de ser sobre televisión y publicidad. Razones hay muchas: un poco de agotamiento de los temas, otro poco de menopausia que me tiene complicado pero la fundamental es de honestidad. Estoy viendo cada vez menos al polémico aparato catódico, estoy cada vez menos al corriente de lo que se exhibe y mal puedo reseñar lo que allí se pasa. Como para lo único que utilizo la suscripción al cable es para mirar fútbol -incluyendo un par de extras para incluir el campeonato local y el brasilero- a partir de ahora vamos a dedicarnos a escribir sobre "el más popular de los deportes", que en realidad no estaba teniendo un columnista en este blog desde hace rato. Más allá de algún comentario de actualidad, está claro que al salir este espacio los jueves de tarde, mi prioridad no puede ser lo que pasó en los fines de semana, que para eso están los gritos de Sonsol y Gorzy, condimentados por las apariciones robóticas de J. L. Gard.

¡CÓMO ANDARÁ NICHELLE!
Siempre que se enfrenta un grande con un chico en el Uruguayo (o sea, en todas las fechas menos una) se supone que el partido es desparejo. Que si el grande saca ventaja, se termina el partido y que si por el contrario, es el chico el que mete el primer gol la cosa se pone buena y Peñarol o Nacional se dedicarán a cagar a pelotazos al rival hasta dar vuelta el partido. O no.

Bueno, en la fecha pasada los manyas marcharon con River 2-1 y Nacional 4-1 (!) con un Cerro que andaba más o menos. El problema es que en ningún momento se vio asedio alguno del grande, tratando de cambiar el resultado. El sábado los darseneros ganaron en un partido soporífero -como la mayoría en este Apertura- sin que Peñarol dominara ni mucho menos, aunque la victoria se explica porque la defensa aurinegra -incluyendo a Sebastián "atajo bien cuando está nublado" Sosa- no sabe evitar un gol cuando le tiran un corner al segundo palo. El domingo, Cerro atacó 5 veces y metió 4 goles. Nacional tuvo la pelota pero creo que llegó menos veces aún al arco. No puede ser que el equipo que tiene más volantes de creación (Flores, Mirabaje, Cabrera y Mauricio Pereyra, descartando los pedazos de Muñeco) no sepa hilvanar jugadas. La gente de la Villa embocó los goles y después se mató de la risa toda la tarde. Luis González -de pobre desempeño como técnico desde que dejó a la vaca- fue despedido y se dice que al fin vendría J. R. Carrasco. Ya volveré a él.

El Tanque Sisley está primero. No me pregunten a qué juega ni si va a terminar definiendo el campeonato. Es el único equipo invicto. No importa nada más. Yo qué sé.

(Actualización: Marcharon con Defensor. Son unos muertos. Se van derecho pa la B para nunca más volver. Andate, Tabaré, minga de reelección.)

COMO EL DE "DALLAS"...
Juan Ramón Carrasco -me resisto a decirle J.R.- es uno de los ídolos máximos de la historia del Club Nacional de Football (¿pa cuando le van a castellanizar el nombre?) y, sin dudas, junto a Waldemar Victorino, Rodolfo Rodríguez, el porteño Artime, el Peta Ubiña y Ruben Sosa, el mayor ídolo vivo. Sin embargo, no fue invitado a los festejos de los 100 años y pesa sobre él una lápida peor que las que te amenazaba con levantar Minguito. ¿Por qué?.

Corría el año 1997, el mencionado Carrasco tenía una trayectoria de más de 20 años como exquisito jugador identificado con la casaquilla alba y Peñarol llegaba más o menos a la definición de ese Uruguayo que podía traer el Quinquenio. Jugaban Nacional y Defensor y si ganaban los violetas, ambos cuadros definían en una final dejando afuera a la rayada. Los dirigentes bolsos de la época llamaron públicamente a sus jugadores a "pensar en los intereses del club". Que yo recuerde, solamente el arquero Escames y Carrasco jugaron para ganar y éste fue quien convirtió el gol que les dio el triunfo. Y la clasificación a una semifinal para Peñarol.

Ahora, esos son los hechos. ¿Debe un equipo grande -pregunto yo- jugar para perder?. Y entiéndase una cosa más: si Nacional perdía NO salía campeón Peñarol sino que clasificaba a una semifinal justamente con su tradicional rival. ¿Puede haber un placer mayor que eliminar al otro grande?. Nacional temió enfrentarse a Peñarol, mandatando sin mucho disimulo a dejarse ganar. Fue muy feo, lástima que tuvieron la desgracia que el que fue para adelante haya sido su principal e indiscutible figura, insospechable de no ser tricolor -aunque un Magurno aún entero haya dicho en su momento que "por algo ese señor jugó en Peñarol"- y a partir de ese momento fue defenestrado por esa cobarde dirigencia. Parecería que tantos años de injusticia terminaron.

REFLEXIÓN CORTITA PERO JUGUETONA
Jugaron Alemania y Kazhajtan (o algo así, el país de Borat, creo) por las eliminatorias para la Euro 2012 en el país kazajo. Sin embargo, toda la publicidad estática -cuando digo toda quiero decir exactamente el 100 %- era alemana. Imaginate cuál de los dos prefiere la FIFA que clasifique.

p.d.: ¿Qué tiene que ver la mina de allá arriba?. No sé, me salió en Gugle buscando fotos de El Tanque. Esperemos a ver cómo es la sesión 3. Ojalá sea XXX.