De qué te reís, bo? III

CASERO, CAPUSOTTO, MAXWELL SMART: LA SÁTIRA AL PODER
El humor -o la gracia que a uno le pueda ocasionar el humor que un solista, una película o un compañero de trabajo le propone- es subjetivo (lo que a uno lo hace llorar de risa al otro lo deja indiferente) y fechado (depende de las ideas y costumbres de la época). También depende de la educación y conocimiento del receptor (llamar "Kafka" a una cucaracha, digo por decir algo, implica que el televidente conozca un poco la obra del escritor checo). Uno no puede hacer una parodia del Pepe Mujica en la tele rusa por razones obvias.

En general, nos hemos ido acostumbrando a que el humor televisivo se origine de la nada. De tontos juegos de palabra (a mí nunca me hacen gracia ese tipo de chistes, pero vuelvo al principio: todo en este tema es subjetivo), del amague (o no) de decir malas palabras -tema ya tocado por mí en reiteración real- o hacer humor de la propia televisión, lo que redunda en un asfixiante encierro de la propuesta. A veces (muchas veces) la risa surge de la burla a la gente común que no tiene todos los caramelos en el frasco o porque es sorprendida con una cámara oculta.

Uno prefiere la risa a partir de la irreverencia a la gente solemne y/o poderosa y no a la gilada. Al humor que libera y no al que aplaude la represión. Y al que se arriesga y busca nuevos caminos y no al que exprime un éxito hasta el hartazgo, como mercenarios de la risa.

Todo esto para escribir de Alfredo Casero, mentor principal del programa de culto "Cha cha cha", conocido aquí recientemente por su reestreno en I-Sat e iniciador indirecto de otras dos propuestas que fueron más exitosas en Argentina: "Todo por dos pesos" con Diego Capusotto y Fabio Alberti y "Peter Capusotto y sus videos", con el primero de los nombrados, aquí transmitido -campaña de firmas por Internet incluída- por Tv Nacional.

"Cha cha cha" -que no fue demasiado visto en su momento- iba por el extraño canal 2 América. Su humor absurdo y surrealista -como dice Wikipedia- iba acompañado de un infrecuente "feismo". Los actores no temían actuar "mal" y parte de la gracia era ver a algunos contadores de chistes espantosos. En una temporada hicieron los programas como si fueran el zapping incansable que solemos hacer los hombres, poniendo partes de los sketchs alternándose entre sí (no sé si me explico). Podría decirse que la influencia más notoria -aunque no muy conocida masivamente que digamos aquí- es la del "Flying Circus" del grupo Monty Python. El programa parodió la actualidad argentina del inmediato post menemismo -salió desde 1993 a 1997- burlándose de la mentalidad dominante en los medios más que de hechos puntuales. Compárese su estilo de sátira con el de "Gran cuñado" (empezando por el "ingenio" del nombre).

Adelantado a su tiempo, del programa de Casero salieron "Delicatessen" (con Capusotto y Fontova); "Todo x 2 pesos" (buscaremos en yutub), aparentemente en el mismo estilo aunque un poco más prolijo y los videos de "Peter" ya mencionados.

Acotado a la parodia musical -el tema del estrellato del otrora marginal rock argentino da para mucho- e incluyendo videos de los buenos (aprendan MTV y Bestiario), Capusotto ha afinado la idea de personajes fijos y ha evitado repetirse. La última temporada tuvo sólo nueve programas y parece que no saldrá más.

A diferencia de los programas que vimos anteriormente, acá la "mala palabra" se usa como parte del vocabulario habitual y no como chiste. Dicen las malas lenguas que Sonia Breccia o alguien de su entorno se negaba por esa razón a incluir el programa en canal 5 por no ser suficientemente cultural. Algún personaje como "Bombita" Rodríguez -el Palito Ortega montonero- es un hallazgo total y una broma general a mucha gente pero algunos han preferido inventar conspiraciones y andar buscando a qué persona real está atacando.

EL VIEJO TRUCO DE...
-Entreguense, están rodeados por un escuadrón de policía federal.
-No creo que haya policías alrededor.
-¿Qué opina si le digo que hay dos detectives en la puerta fuertemente armados?.
-Sigo sin creerle.
-¿Me creería si le dijera que hay un niño explorador con una honda?.

Este tipo de diálogos eran uno de los reconocibles gags del agente F86 ("Get smart"), una obvia parodia a los films de James Bond (los de la primera época con Sean Connery, que vistos ahora, se puede comprobar que no se tomaban muy en serio la intriga; estaban hechos sólo para divertir y recaudar. Incluso el propio Connery jugaba con los aparatos que le daban para sus misiones casi igual que Maxwell Smart) con la agencia CONTROL en eterna lucha con su similar del Este KAOS. Elementos como el zapatófono y el cono del silencio (que jamás funcionó bien) o personajes como la 99, el robot Jaime (que si le pedías que te diera una mano, se la sacaba nomás) y el agente 13, escondido en los lugares más insólitos posibles, pertenecen a la mitología de toda una generación. Aunque quizás el mejor secundario de la serie haya sido el enemigo del 86. Me refiero a Sigfrido, repitiendo: ¡Qué malo soy!.

Parodias televisivas, series cómicas de acción o programas en torno a algún capocómico experimentado han habido de sobra en el Río de la Plata. ¿Por qué no han llegado jamás ni a la décima parte de la eficacia del agente 86?. Problemas de presupuesto no puede ser, porque no se necesita tanto. Uno se imagina que nadie se ha puesto a trabajar un poco como Dios manda, dejando de hacer la más fácil.

BONUS TRACK:

Vamo arriba con los artistas reseñados.
1 - Una primera muestra del programa de Casero. Una versión un poco a la Benny Hill de un noticiero. No es necesario saber inglés para entenderlo, precisamente.



2 - Nunca estuve detenido -pese a mis ideas políticas- pero algo me hace pensar que probablemente las comisarías no sean exactamente como las pinta un recordado sketch de "Cha cha cha".



3 - Ahora le toca a Capusotto, salido de las filas del programa de Casero. Elegí para esta columna a Luis Almirante Brown -obvia sátira de Spinetta- y no a sus personajes más conocidos y vistos como Pomelo o Bombita Rodríguez.



4 - Una de las ideas más delirantes y redondas de Peter Capusotto es el de las muertes más copadas del rock, "porque morirse es rock". Ésta es sólo una de las entregas.



TANDA:

Un breve apunte: el spot de la camioneta Ford Ranger ("un día más extraño que los días más extraños...") después que se hizo el montaje tradicional sacándole el 40 %... no se entendía un joraca. Lo ponen completo a veces, lo han remontado pero no hay caso. Muy bien filmado, un clima misterioso, el lobo te mira de pesado, el sol no sale... pero no tiene nada que ver con el objeto a publicitar ni con nada de este Universo tal como lo conocemos. Mejor suerte la próxima vez.