lunes, 14 de junio de 2010

Al fondo que hay lugar

O pasando para adelante. Porque lo que sigue, aprovechando la oportunidad que me da el intrépido Editor, es presentar el Top Ten de los 10 vehículos de transporte público que más profundamente han impactado en mi vida, incluyendo las épocas en las que uno entraba por la puerta trasera (del ómnibus). Usted me dirá: ¿y eso a quién le importa? Y yo le diré: al mismo que jugó a los juegos de cartas y de caja esos que solo tiene el citado Editor.

10- Los Ciferal-Volvo de COETC

Son feos, incómodos, demasiado grandes, generalmente sucios. Pero les tengo cariño, porque solían pasar de madrugada, cuando más los necesitaba, en horas y temperaturas en las que el ómnibus deseado es lo más parecido al cielo a lo que se puede apelar. Recuerdo: me gustaba viajar atrás, en el asiento que queda de espaldas al chofer, enfrentado a los de la última fila de 5 asientos. Era ideal para evitar los espectáculos teatrales no deseados, como el de la señora que se subía con un pecesito de papel celofán.

9- Los "Camellos" de ONDA

No recuerdo haberme subido a uno, pero calculo que lo habré hecho. Un símbolo perdido de la Plaza Cagancha. Muchos devinieron en las clásicas "bañaderas" escolares. Recuerdo: hace no mucho, yo no tenía trabajo y me presenté a un llamado de cierta publicación, que solicitaba un individuo capaz de "redactar con onda". Les envié mi carta escrita sobre esta misma foto, lo cual -a mi juicio- evidenciaba mi condición innata para el puesto. Jamás me respondieron.

8- El CUTCSA del Cuqui

Estos no muy bellos aparatos fueron la cara más visible de la renovación de flota del año 1992, que -entre otras cosas- terminó con la vida de varios de los ejemplares aquí nombrados. Han empezado a desaparecer, lo que evidencia su baja calidad. Recuerdo: nunca tuve relaciones sexuales en un ómnibus. Pero en caso de verme en la obligación, recomiendo el asiento que queda detrás del que está sobre el eje trasero. Nadie notará lo que usted haga ahí detrás, especial para dejar mensajes con marcadores plateados o corrector.

7- Los Facansa marroncitos de COPSA

Nunca fui de irme mucho para afuera, por motivos que no vienen al caso. Pero cuando lo hacía, siempre apelaba a estos antiestéticos artefactos. Un saludo para ellos. Recuerdo: una vez, saliendo de Solymar, iba con mi familia rumbo a la parada del Copsa. Tendría yo unos 8 ó 9 años. Iba caminando por la pseudo calle, a lo que un tipo en una moto que venía de frente, pasa cerca mío al grito de "nene, nene..." Como diciendo "correte, pelotudo". Hoy en día, apelo a ese mismo grito cuando uno de mis hijos se manda alguna cagada leve.

6- Los micros de CUTCSA

Había pocos, y de chiquito los veía íntimamente relacionados con la línea M1 y su "boleto céntrico", que costaba N$4 (es decir, cuatro décimas de centésimo actual). No me gustaban mucho, pero creo que le daban a la ciudad cierto "olor a Buenos Aires" que nunca está de más. Recuerdo: a veces los usaban para "tapar agujeros" dejados por ómnibus que se averiaban. Un recuerdo bastante pedorro, por cierto.

5- CUTCSA Banda Oriental

Cuando yo era chiquito, eran lo más moderno que podía verse en nuestras calles. Ahora creo que ya no quedan. Una pena que sirve para comprobar que todo ómnibus pasado, fue mejor. Además, la carrocería estaba armada acá. O sea: era un ómnibus hecho a lo macho. Me gustaban mucho los que tenían el motor en la parte de adelante, tapizado con cuero y la leyenda "prohibido sentarse". Es que eran como una suerte de puff alargado y calentito, ideal para sentarse. En estos especímenes, la puerta delantera no era tan delantera, lo que perjudicaba el diálogo chofer - guarda. Recuerdo: una vez me encontré una moneda de 10 pesos de las viejas en uno de estos. A partir de ahí, todas las veces que subía a uno, buscaba la misma moneda en el mismo lugar. Sin éxito.

4- Leyland MCW de CUTCSA

Yo para mí que tenían los asientos más cómodos, con un recubrimiento verde oscuro, la mayoría de las veces carcomido, dejando ver su beige polifón. Ideales para jugar con la manija de la puerta de emergencia. Llegaron a extenderse hasta el siglo XXI, lo que evidencia que estaban bien hechos. Recuerdo: de chico (4 años) le adjudicaba "rostros" a los ómnibus. A éste le veía cara de ojete, me lo imagino ahora como el Sheriff del pueblo de "Cars". Medio sorongo pero de buen corazón. Al igual que al Sinca, me gustaba ver al chofer en acción, más que nada por el ruido que hacía la palanca de cambios al quedar en punto muerto.
.
3- Los troles
.
No sé porqué ahora les dicen "trolleys". En mi época eran "troles", por diminutivo de "trolebús". Los que llegué a usar eran "Ansaldo", antes hubo unos "Alfa Romeo" que se les parecían bastante. Llegaron para quedarse en 1963. Se entraba por atrás (salvo en un par de coches de origen ruso, que hacían la línea 62 y tenían el cartel indicativo para las señoras que intentaban entrar por una inexistente puerta trasera), y al igual que el líder de este ranking, tenían una plataforma que se hallaba bajo el nivel del pasillo, donde uno podía pagar el boleto y quedarse, de parado, agarrado a los pasamanos esmaltados. Mi preferido era el "doble". La experiencia de viajar en la zona de fusión de ambos coches era mágica, pues el piso parecía moverse sin obedecer las leyes de la inercia, amén del siempre latente miedo a fallecer ni bien el rodado se dividiera en dos partes. Un recuerdo: mi padre trabajaba en 18 de julio y Río Negro, lo que me permitía ver el siempre aburrido desfile de carnaval. Lo lindo es que los días de desfile, el 60 debía desviar por Colonia, donde no había cables. Lo que lo obligaba a usar un pequeño motor, calculo que movido a batería. Era gracioso ver a aquellos mastodontes celestes trasladarse a velocidades tan bajas. O al menos a mí me hacía gracia. Recuerdo: me gustaba la botonera para abrir y cerrar las puertas, casi tanto como la enorme distancia que separaba al chofer del guarda, multiplicada por dos en el caso de los articulados. Se veían obligados a desarrollar un código símil morse, con la clásica cuerdita. Un gong: mirá la rubia de la derecha. Dos gongs: mirá la rubia de la izquierda. Tres gongs: Cerrame atrás. Cuatro gongs: creo que me están afanando. Cinco gongs: sube el inspector, apagá el porro. Y así.
.

2- ISUZU de COME

COME s.a. siempre fue mi compañía favorita, y el tiempo me hizo terminar viviendo a media cuadra de su sede central. Fueron los primeros que yo vi en tener guarda-conductor, con sus luces violetas en la zona superior (ideal para identificarlos a distancia), y sus boletos largos (pues si subías con tu familia no te los cortaban individualmente, te daban uno largo, y si eras chico e inocente quedabas lo más contento). Recuerdo: mi hermano, siendo un bebé, tenía una extraña tendencia a vomitar ni bien se subía a un vehículo. En cierta ocasión, registró el récord guiness de vómito lácteo al interior de un 526. Otra vez vomitó un remise, camino al aeropuerto. Pero eso es harina de otro costal.

1- Leyland World Master (COTSur)

Estos bellos aparatos me llevaron y trajeron de la escuela durante 7 años, por la entonces línea 68. ¿Cómo no sentir que se me corrompe el estómago al verlos? En ellos me subí por la puerta del medio, en ellos choqué infinidad de veces, en ellos sentí ganas de vomitar debido a la sensación de hacinamiento, en ellos rompí las medias de señoras mal llevadas con mi inclemente portafolios, en ellos urdí mil y una formas de hacer de mi vida escolar algo divertido. Lo cierto es que a principios de los noventa, COTSur entró en declive debido a una mala gestión administrativa (se hacían pelota a los 200 metros de arrancar los benditos vehículos), hasta que allá por 1992 dejaron de circular. Apenas 2 ó 3 llegaron a vestirse con los colores blanquirrojos de COETC, que se quedó con las líneas de la desaparecida cooperativa. Recuerdo: era primavera, cerca de fin de cursos, viajaba yo adelante con la conducción de un señor de lentes oscuros que se cargaba a las mujeres y que para hacerse el langa, conducía a velocidades inverosímiles, siempre acompañado de un levante de ocasión. En dicha oportunidad, tras una mala maniobra a la altura de Rivera y Bulevar (cuando aún era de dos manos), el tipo hubo de frenar abruptamente con el sano fin de no llevarse puesto a un auto blanco, no recuerdo el modelo. Como resultado, volé por el aire y me raspé las rodillas. El conductor, tras insultar al desgraciado conductor del auto blanco, osó preguntarle a su levante si estaba bien, ignorando por completo al niño regordete que buscaba levantarse por sus propios medios. Triste pero cierto.

28 comentarios:

Tatuaje de Artigas dijo...

el N°1 en mi top ten sería el "4" que si no me falla la memoria era un trole o similar que pasaba por el túnel, experiencia mágica para un niño de 4 años que vivía en comercio y ¿miguel angel?.
El 405 estaría en el eje del mal porque le conté no menos de 3 fiambres en la esquina de Av Italia y Comercio.
A mis 30, el que busca un lugar en el ranking es el 330, ómnibus de lujo para ir de la Ciudad Vieja al Hipódromo o el 149 que pasa a las 3, a las 4, a las 5, a las 6...etc. por la puerta del Bacilón.
Omnibus puto por excelencia el 121, al eje del mal con el mencionado 405.

Opera Egipcia dijo...

"...y sus boletos largos (pues si subías con tu familia no te los cortaban individualmente, te daban uno largo, y si eras chico e inocente quedabas lo más contento)"

GENIAL!!

Tatuaje de Artigas dijo...

Sobre unidades genéricas, sin número que las distingan me quedo con los troles.
Luego los micros alla buenos aires style que supe usufructuar en el 157 que me llevaba de goes hasta la facultad de arquitectura, como dice el ágil Reyes, le daban es toquecito porteño que nunca está mal.
Los cuquicutcsa y los leyland a lo macho siguen surcando calles montevideanas. Estos últimos son emergencia de algún 187 o 188 por lo general.
Tercero y último en la reseña, cualquiera de Come que tenga la fila de 1 asiento sobre la izquierda. Si bien facilita el ejercicio bulteril de mas personas, uno siempre tiene el placer de sentarse solo.

Nacho dijo...

Que columnun.

A mi particularmente me gustó que el tiempo haya puesto las cosas en su lugar.

Nacho dijo...

Tatuaje: capaz que andás mal.

Mis compañias siempre fueron Cutcsa y Come. Ahora estoy curtiendo un cacho Raincoop, pero no me siento identificado.

Que bondi de macho el 157. Lo mismo que el 151. El 149 a veces se pone trolito.

Ce dijo...

Encantadora columna.

Yo utilicé toda la vida los servicios de Copsa, por lo que salvo el mencionado vehículo de dicha empresa, los otros me son ajenos (excepto por los que aún circulan en Montevideo, obviamente).

Ce dijo...

Y el Copsa chino no entra ni en el Top 50.

El Nacho dijo...

Grande Reyes!

fernando dijo...

Fa! Excelente.

Recuerdo las pequeñas descargas que me daba el 64 los días humedos.

Qué épocas !

El editor dijo...

Como siempre, dificil será el proximo lunes después de esto. pero ya veremos. Aunque debo decir que no veo las fotos.

Reyes, no entiendo como no te contrataron. pasaras a la historia, como cuando River le dijo no a Messi, Wanderers no a Camoranesi o velez no a Riquelme.

Totalmente cierto lo de los asientos, increible como los hemos perdido. Ahora son de plastico duro, detestable.

Otra cosa, ¿cual es el modelo de Cutcsa que parece un coche blindado, un tanque sovietico? Yo para mi es el modelo mas lindo y no merecia estar fuera.

El editor dijo...

Ce, el copsa chino debería ser erradicado, coincido. Si será blandito que viene con wifi. Te la regalo pelar laptop rumbo a Shangrila.

Alvaro Fagalde dijo...

Pah, me emocionó saber que hay otro boludo que le imaginaba caras a los bondis...
Volvió Tatuaje, se ve que ya cumplió su condena y pagó sus culpas con la sociedad.

GONZA dijo...

buenisima columna Reyes.

Tatuaje de Artigas dijo...

Fagalde, nunca me fui lo que pasa que soy un comentarista pasivo con todo el orgullo que eso implica. Además me divierte leerlos a ustedes, hoy comenté solo porque había visto "Actividad Paranormal" y quería sacarme el cagazo. Me imagino a Tabárez haciendo lo mismo antes del miércoles...ah no? Bueh, Cavani de 8 y el 145 haciendo el Camino del Inca hasta Colón.
La metrosexualidad del CA1 se contrarresta con los 10 pesos que sale el pasaje.

verdeidorado dijo...

Buenísima columna y con dosis equilibradas. Bien otoñal.

9- "camellos" de ONDA: temerarios.
7- FACANSA marroncitos de COPSA: infames.
4- Leyland MCW: Canelones - San Antonio.
3- los troles: mágicos ascensores horizontales.

Buenaza la de los 5 gongs.

Andrés Reyes dijo...

Gracias por los conceptos, chicos.

Fagalde: pero ahora como que ya no tienen cara los ómnibus,no? En especial los Youtong esos, diseñados para gente de un metro treinta de altura a lo sumo.

Cómo vibraban los troles cuando arrancaban. Era un flagelo subirse al 62 e intentar pasar por el empalme de Rivera con Gabriel Pereira sin que se soltaran los troles. Yo me pasaba horas en la ventana de mi casa esperando que se soltara alguno, porque era tal la fuerza con la que salían disparados hacia arriba, que siempre bajaban alguna rama del plátano, que indefectiblemente caía sobre algún vehículo y/o peatón. Y zas, diversión asegurada.

perezvila™ dijo...

Reies... porque hiciste 7 años de escuela?

Andrés Reyes dijo...

Porque hice jardinera y de 1º a 6º en el mismo establecimiento.

Rafa dijo...

que gran columna!,no se pueden creer estos aparatejos,yo me he dedicado a rastrear los viejos gmc de la onda,que son los más lindos que he visto. el ruido de esos motores infernales,que hasta ahora cuando pasan los que tienen las productoras de cine me hacen temblar.
y los leyland que antes de su final,en tacuarembó hacian las zonas rurales,demorando 2 horas para recorrer 30 km,eran otras velocidades,levantando los tarros de leche en las porteras y tirando las bolsas de galleta en cuanto bodegón encontraban.

Andrés Reyes dijo...

Era otro Uruguay.

Alvaro Fagalde dijo...

No tienen cara los buses ni los arqueros de la seleccion uruguaya.

Todo bien, Tatuaje. Aca somos espectadorespasivosfriendly.

klandestino dijo...

Gran columna che.
Qué momento cuando el trolebús iba entrando al túnel y se le safaban los troles, algo que los último años ocurría bastante seguido. La imágen divertida era ver al gordo del guarda con guantes de cuero tratando de lidiar con ellos, no sin el correspondiente stress de la situación.

klandestino dijo...

Y en los Banda Oriental, dos por tré ligar un chofer macanudo que te dejaba pasar la baranda pa ir jugando al copiloto.
Qué momentosss

FlacoRamón dijo...

que lo parió el 68 bo . me lo tomaba frente a zoo para ir a facultad, y vice versa. un dia en segundo me volvía como a las 7 de la tarde. llevaba un corazón en un frasco para que no lo afanaran otros compañeritos... bien encanutado adentro de la campera. pretendo subir frente al palacio legislativo, y venía hasta la manija, igual subo por atrás, me acomodo como puedo en un rinconcito de la plataforma por que otro compañero que se había subido en la parada anterior me dió lugar. cuando me voy a bajar el tipo me dice: el día que no lo precises prestamelo, que a nosotros nos afanaron el nuestro . un fenómeno el tipo me había calado al toque pero se quedó muzarella todo el viaje para no hacer escándalo.

Andrés Reyes dijo...

Flaco: nos habremos cruzado más de una vez, yo iba de Rivera y Llambí hasta Agraciada y San Martín. Hasta pungas había, nada de entrar a encañonar al chofer.

Alvaro Fagalde dijo...

Eso es lo bueno de estudiar Medicina: podes llevar porquerias contigo en el bus y tirarselas a la gente.

Gonza dijo...

Pero los que denominaste de cuqui, modelo b-58 no solo los tiene cutcsa, tambien ucot jaja, ya en breve también tenderían a desaparecer. En cutcsa hay modelos mas viejos aún rodando en las calles

Gonza dijo...

Pero los que denominaste de cuqui, modelo b-58 no solo los tiene cutcsa, tambien ucot jaja, ya en breve también tenderían a desaparecer. En cutcsa hay modelos mas viejos aún rodando en las calles