miércoles, 3 de septiembre de 2014

Hitos I

 Ilustración: Ricardo Siri Liniers https://www.facebook.com/porliniers

 

Con este auto-plagio prentendo instalar el tema de aquellos momentos en la vida de un botija que pueden pasar desapercibidos ante los ojos de sus apresurados padres, pero que no por ello son menos importantes para la criatura ¿nocierto?


Con ustedes y ustedas: La cama de arriba


Esa mañana Manuela esperaba ansiosa la llegada de su cama alta, que vendría a ser como la parte de arriba de una cama cucheta, con una escalera que la transportaría directamente al maravilloso mundo de los hermanos mayores. Abajo, en forma de L, Julieta heredaría su antigua cuna funcional con baranda. Para ella también era un avance, pues pasaría de la practicuna a la cuna funcional (que con el correr del tiempo se transformará en una cama de niña grande). 



Para los padres legos, una breve explicación: la practicuna es algo provisorio (pero permanente, como le pasa a muchos padres que demoran en organizarse), que se arma como si fuera una carpa, incluso con ese nivel de tonta dificultad que nos hace dudar de la pertinencia de su nombre; mientras que la cuna funcional es en realidad una cama de madera, que por obra y gracia de una baranda desmontable, suerte de tranquerita infantil, va mutando conforme la criatura crece.  



Hecha esta aclaración, retomamos el relato. La cama de arriba es un hito. A pesar de las recomendaciones del pediatra de que esperáramos a que fuera más grande, la necesidad de aprovechar el espacio y las ganas de Manuela de demostrar que estaba lista pudieron más. La uruguayez de la mueblería le puso un toque extra de suspenso. Demoraron veinte raros días hábiles en confeccionar la cama y una mañana extrañamente larga en armarla. Un sábado de diciembre a las tres de la tarde por fin logramos dejar el cuarto instalado. 



Manuela tuvo que forzar sus extremidades para sortear los peldaños pero, como es usual, se esmeró en disimular la dificultad, supliendo con actitud y coraje lo que le falta en centímetros y desarrollo. Julieta pudo zambullirse sin culpa en la tan codiciada cama de la hermana mayor, aunque pronto descubrió, mirando hacia arriba, que ser la menor es una condición que no se supera de la noche a la mañana.



Y con el crecimiento hacia arriba del cuarto subieron también por la escalera, o quizás por el aire, los libros, los muñecos y los cuentos que nos contamos a la luz de la linterna, para no molestar a Julieta, que sigue conformándose con escuchar los relatos sin poder ver los dibujos que lo acompañan. Ella hace como que no le interesa y mira otro libro, uno de bebé, como los llama Manuela, hasta que se queda dormida con el arrullo de las palabras y la luz tenue de la veladora.



A veces les leo desde abajo. En el hueco que dejó la L armé el espacio de lectura, que consta de una mini biblioteca, un puff y algún que otro almohadón para mayor comodidad del narrador. Manuela balconea de a ratos y yo tengo que interrumpir la historia para pedirle que tenga cuidado. Julieta ya perdió las esperanzas de robarse una de las estrellas fosforescentes que pegué con cinta doble faz en la cabecera de su nueva cama.



Hasta que finalmente se duermen. Entonces cierro el libro y salgo sigilosamente de su cuarto tirándoles un último beso que queda en el aire. Como ya sé cuál es la tabla del piso de madera que cruje y me delata, la evito como si fuera un ladrón de diamantes. Todo queda en calma, en la cama baja y en la cama alta, también.

32 comentarios:

Unknown dijo...

Precioso Maca!. Qué sensación de conquista el dormir en la cama de arriba aunque después de conocer la fauna autóctona del techo puede que te termine gustando más la de abajo.

Mauro M. dijo...

Por un instante Maca y su cuento me dieron ganas de ser padre.

Se me pasó rápido, como siempre, pero aseguro que el mero suceso representa algo: que la historia es linda y conmovedora.

Sinca Bellos dijo...

Como padre me cuestiono bastante seguido, hasta cuando seguir con determinadas conductas que sigo más por placer que por necesidad. Por ejemplo, exagero con la "upa"

Unknown dijo...

Pasa que a tu edad tenés que cuidarte la columna Sinca. Cuestión de costo/beneficio.

Macarena dijo...

Sinca:

Cuando venga el novio de la botija -o novia- y te pida upa, ahí es momento de plantarse un límite.

Eso o cuando tengas problemas de columna*















*y no como los que tenía un señor que vio hoy Reyes por Millán y Vilardrbó.

zorro d colonia dijo...

se leyó acá,en la columna botijas:"puede que te guste más la de abajo"

Sinca Bellos dijo...

El problema es que estoy tan cerca del piso, que en cualquier momento, la gurisa me arrastra las patas, me arrastra

Macarena dijo...

Y después tienen el tupé* de decirle a Mauro M que este es un blog familiar.




Un votante del FA dice descaro. Mal yo.

Unknown dijo...

http://bit.ly/1r2RudZ

Anónimo dijo...

a vos si q te gusta lo de abajo,el mango sobre todo.....

Unknown dijo...

No desvirtuemos la columna más sana(junto a la de Ce) que tiene el bló.

Macarena dijo...

Gracias Kurco. Así te quiero. No esperaba menos de un poeta.

Mauro M. dijo...

Tal cual muchachos, respeten!

El Nacho dijo...

Los votantes de Lacalle Pou nos sentimos identificados con esta columna.

El Nacho dijo...

Sin duda la mejor columna de este blog. Grande Maca por narrar con tanta fidelidad las vivencias de los padres y madres.

Sinca Bellos dijo...

Nachoooo!!!!! Te lanzaría un epíteto feroz, pero estoy impedido por el lugar.
Abrazo loquito!!!

zorro d colonia dijo...

ElNacho queeeriiidooo,dichosos los ojos

Alvarute dijo...

mencantólacolumna

Anónimo dijo...

jajjaja hacete el sota,como con lo de mi cel.

Sil.. dijo...

Divino ser padre o madre, lo más lindo del mundo, me gusto mucho la columna

Ce dijo...

Para el botija todo es un hito, todo es nuevo. En el fondo los adultos envidiamos esa capacidad de sorprendernos con lo nuevo aunque no sea nuevo, que perdemos con el tiempo. Ahora creemos que sabemos todo, y nada más errado que eso. Muchos adultos incluso pasan a tomarse todo en serio, se pelean por pajerias y pierden la capacidad de sorprenderse y emocionarse. Los que tenemos botijas tenemos que agradecerles infinitanente que nos den excusas perfectas para tirarnos a jugar en el piso, armar torres de bloquecitos y (si gana LP) viajar a Disney. Divina la colurna.

Unknown dijo...

Cada edad tiene sus HITOS
A la mía son los infartos.
Los velorios.
las internaciones hospitalarias.
Disfruten mientras puedan

Macarena dijo...

Todo es nuevo, pero no todo marca un antes y un después, un mojón en su memoria.

Y también son hitos para nosotros, cuando nos cae la ficha de que han crecido más rápido de lo que somos capaces de asimilar desde nuestra atrofiada sensibilidad adulta.

Ojo, algunos conservamos una cuota de infancia que dejamos salir disfrazada de cierta extravagancia.

La mitad de las fotos tontas que saco o las cosas tontaa que escribo siento que tienen algo de ese "Ohhhh, una lámpara redonda".

Esta vez la robé un cacho con la "columna". Prometo esforzarme más la semana que viene.

nanodelchuy dijo...

Ésta (*) sigue siendo la mejor columna del blo.

nanodelchuy dijo...

A mí me encanta ver cómo mis hijos van creciendo, modificando cosas, hábitos, actitudes, etc.
Pero más me gusta cuando con una frase, un gesto o una actitud, me recuerdan que siguen siendo chiquitos.

Alvaro Fagalde dijo...

Cada mejor esta columna. No sé si es por la temática o porq no la conocemos, pero a Maca se la respeta demás.

Pancho dijo...

Cuando nos "embarazamos" recuerdo juramentarnos con mi mujer, estar siempre concientes de los momentos de intimidad con nuestros hijos. Tener plena conciencia del disfrute de esos momentos, luchar para que la prisa, el trabajo o las preocupaciones no nos robaran esos instantes tan irrepetibles. Me emociono solo de recordarlo pues he disfrutado muchísimo la niñez de mis hijos y se que ellos también, pues en reiteradas oportunidades nos han comentado detalles ya olvidados de esos momentos tan llenos de ternura.

Unknown dijo...

Excelente!
Cuanto amor destila el artículo, no quiero caer en lo cursi aunque este blog familiar no debería tener problema, pero es enternecedor ese deseo por crecer de nuestros niños y esa ambición por llegar más alto y usar los mismos articulos, artilugios, posiciones, lugares de sus hermanos mayores. Después se darán cuenta que ser mayor es una bosta y lo único que queda es buscar articulos de interés en algún sitio recomendado por filósofos locales y comentar alguna boludez.

Andrés Reyes dijo...

Cuando sea grande, voy a lograr que mis hijos se duerman con métodos tan civilizados y tiernos.

Diego Floyd dijo...

La columna Botijas es lo mejor que me pasó en la vida

Pablo dijo...

Divina la columna!! Y más linda por todos los recuerdos de nuestras nenas que me evoca. Uma cracky!!

Macarena dijo...

Opa! Apareció el padre de las criaturas!! Un grande. Cada tanto lo agarran de narrador a él también (aunque la oficial soy yo...) :P