Los incisivos de Luisito, bandera de la patria

Le teníamos que ganar a los italianos y le ganamos. Todo el mundo contento y hablando de la garra, de la mística y del coraje de este plantel. Da Silveira, aguantando. Poco importa que no sólo somos el equipo gasolero que da poco espectáculo y que piensa más en que no le hagan goles que en meterla en el otro arco, sino que, fundamentalmente, no estamos haciendo del todo bien lo que queremos hacer. Paradójicamente, cuando por fin la selección consigue que sus volantes ofensivos rindan bien (el habilidoso Lodeiro, el voluntarioso y chocador "Cebolla" Rodríguez y un Ramírez que me convenció en el último partido) Uruguay crea pocas acciones ofensivas, tira poco al arco y ganó con bastante angustia. Pero como seguimos ganando, hay que callarse la boca so pena de ser tratado de antiartiguista.



Esta semana había prometido subir fotos de una italiana, pero como ya puse allá abajo una del llorón de Chiellini, tenía miedo que se me llenara de gente de la península y no se lo merecen. Marcharon y no supieron hacerlo. Por eso esta vez -en un hecho inédito en la historia de la columna menos vestida del fútbol compatriota- repite una mina que ya posó en el tugurio del Decano. Y la Scarlett Johansson bien que se lo merece.


Petisa y ñata, es increíblemente fotogénica. Está fuerte como guiso de buitre, cabe añadir. Además, es buena actriz y medio atorrantita. Hay muchas más razones, pero para mí es perfecta. Le faltaría ser hincha de Racing pero todo no se puede. Ultimamente, ha tirado un poco la chancleta y se ha mandado una actuación en pelotas total en "Bajo la piel". Por supuesto, no subiremos fotos de esa película. Faltaba más.

El culebrón del Mundial vuelve a ser -como en el pasado Sudáfrica 2010- originado por la celeste. Y por el mismo jugador, que no necesito mencionar. Menos ampuloso que el cabezazo zidanesco en el 2006 y que la "Mano del Diablo" (¡puaj!), esta vez fue un intento de pegarle con la cabeza -que venía con sus poderosas piezas dentales incluídas- al bastante agresivo defensa italiano (valga la redundancia) Chiellini en una jugada en que la pelota iba por otro lado, tanto que nadie vio nada en su momento.

Por si queda algún terrícola que no haya visto la jugada

En mi lejana adolescencia, estaba jugando un picado familiar y en un centro salto junto a un primo -que era mi rival en ese partido- y le pego con mi brazo a sus piezas dentales, que eran (y siguen siendo) bastante más desarrolladas que la media. A mí me quedó un interesante mordisco, a pesar de que no me dolió nada, pero el hijo de mi tía quedó bastante conmocionado y no poco caliente por mi brutalidad -que era real- y mi mala fe, que no lo era.


Viendo un montón de veces la jugada -que no es del todo clara- llego a la conclusión que Luis intenta darle un cabezazo muy voluntariamente pero no se ve en qué momento le clava -o intenta clavarle- esas paletas que Dios le dio. Si le apuntó al cabecear con su maxilar superior, es más nabo de lo que quiero creer. Más bien parece que el golpe en los dientes -del que Suárez se queja amargamente, parece que se llevó un golpazo que debe ser tan doloroso como el de mi primo- es cuando en respuesta Chiellini le tira un codazo intencional del que la prensa inglesa no habla y que bien podría haber originado un penal.

Ya se ha dicho aquí que Luis Suárez tiene esos episodios -cómo negarlo- que en nada lo benefician y que todos hemos visto desde su pasaje por el fútbol holandés. Es público y notorio que hasta su esposa le ha criticado esas veces en que se le zafa la cadena y no dudo que Tabárez -y algún compañero- le debe de haber hablado largo y tendido sobre sus errores y sobre el compromiso que tiene con su carrera y con los clubes -y la selección- que mucho dependen de su indiscutible talento goleador.

Luis tendría que saber bien que al ser la estrella del equipo que defiende -y, por añadidura, ser actualmente uno de los delanteros más importantes del fútbol mundial todo- obviamente va a ser de los primeros en ser "buscados" por todos sus rivales. Si yo fuera un defensor colombiano, ya estaría pensando en los codazos, pisotones, tocaditas de culo  y puteadas que le encajaría para hacerlo entrar, sabedor de que es gran candidato a no bancar mucho.

Las actitudes equivocadas de Suárez son indiscutibles y son muchas. No sólo sus agresiones, sino también sus simulaciones y su permanente estado de protesta. Ha sido sancionado por ello abundantemente, y de forma merecida, por qué no decirlo. No es el único futbolista que protesta todas las jugadas, por cierto y no son pocos los que agreden sin pelota a sus rivales.

Muchos periodistas, muchos navegantes de las redes sociales y mucha gente de a pie se ha unido en una cruzada cuasi religiosa intentando blanquear la actitud de Luis en el partido contra Italia -y en su carrera, en general- mostrando otras patadas de los tanos en ese partido (que son reales), el codazo de Neymar y subiendo una foto donde se mostraría -aunque la toma es lejanísima- que las marcas que muestra Chiellini son cicatrices viejas de hace años. Nuevamente, como tantas otras veces en el fútbol, el mal entendido patriotismo antepuesto a la realidad deportiva.

Calificarlo del "jugador más sucio del mundo" es una estupidez sin sentido y viene solamente desde el Viejo Contienente, donde siempre cuando nos ganan (a los americanos) lo hacen por mérito propio pero siempre que pierden es por alguna injusticia o algún acto sucio, como si el mango de la sartén, en el multimillonario negocio que es el fútbol profesional y en la vida toda, la tuviéramos en el Tercer Mundo.

Terminada la primera ronda, siguen -seguimos- en carrera 5 equipos sudamericanos (todos, con la única excepción de Ecuador); 6 europeos (de un total de 13); 3 de la Concacaf; 2 africanos y ningún asiático. Está claro que, más allá de tener la ventaja del viaje corto y el conocimiento del clima, los seleccionados de la Conmebol son altamente competitivos en esta clase de torneos y no merecemos tener menos plazas que Africa y Asia, que tienen muchísima menos historia y presente que estos dos continentes. Africa tiene una competencia interna inexistente -a niveles de campeonato uruguayo, podríamos decir- y hay numerosos países en Asia que están inyectándole dinero a lo bobo para levantar sus propias ligas, sin conseguirlo del todo. El continente negro es proveedor de materia prima barata y rendidora para las Uropas, pero sus selecciones no levantan cabeza, más allá de que hace veintipico de años que se viene vaticinando que el futuro del fútbol está allí.

Mi selección de este Mundial faraónico:

Golero:
 - Pletikosa (Croacia)

Defensas:
- Corluka (Croacia)
- Kolo Touré (C. Marfil)
- Guagua (Ecuador)
- Manolas (Grecia)

Volantes:
- Salpingidis (Grecia)
- Kagawa (Japon) 
- Gruezo (Ecuador)

Delanteros:
- Pulido (Mexico) 
- Dzeko (Bosnia)
- Wakaso (Ghana)

Quedan como suplentes -no sé de qué joraca juegan-: 
- Mangala (Francia)
- Babatunde (Nigeria) 

No son los mejores, sino los que me hace gracia su nombre. Sí, ya sé que soy un guarango. 

EXTRA, EXTRA
Fotos más saladas de la Scarlett, una dulce:

UY
PAH
NOOOO
LO PARIO...

ELIJA SU DENUESTO: GIORGIO CHIELLINI
-Cara con mango.
-Yo también, si tuviera esa jeta saldría llorando de todos los partidos.
-Las almohadas que mordés todas las noches no andan llorando por ahí.
-Vení que te marco con ésta, que no tiene dientes.

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