lunes, 9 de junio de 2014

Gracias


A mi me enseñaron desde chico que hay que ser agradecido en la vida. Por eso el título de la última crónica de este campeonato uruguayo 2013-2014 es un enorme gracias. La emoción, el suspenso y el buen juego que faltó en la primera final con aquel 0-0 en el Franzini, faltó porque se la habían guardado para la segunda final. El partido de ayer tuvo emoción, suspenso y buen juego. De parte de ambos equipos. Dejaron todo en la cancha. Seguramente, para los que no son hinchas de Danubio o de Wanderers, el resultado haya sido una anécdota. En lo personal, no recuerdo ninguna final de un campeonato uruguayo que haya tenido tantas variantes y que haya sido tan emocionante como esta.

Arrancó Wanderers dando la sorpresa antes de que empezara el partido. Arias se dio cuenta que la fortaleza de Danubio en las finales anteriores fue ganar el mediocampo. Entonces puso línea de tres en el fondo, y puso cuatro hombres en el medio, dos de ellos de elaboración: Cabrera y Albarracín. Pero en lo previo al partido se supo que los bohemios iban a tener una gran baja: Sergio Blanco se lesionó en la práctica del sábado y no iba a estar a la orden para la finalísima. Danubio, que dejaba salir jugando desde el fondo a Wanderers en los partidos anteriores, ayer salió a presionar arriba la salida bohemia, obligando a Cristóforo a tirar el pelotazo largo y rifar la pelota. El partido arrancó parejo, aunque con pocas chances de gol para ambos lados. Le tocó al franjeado (vestido de rojinegro ayer) abrir el marcador. Un centro desde la derecha de González que pifia Martiñones en el medio del área y sigue de largo para el segundo palo, donde llegó Leandro Sosa y convirtió el primer gol. Un gol bastante parecido a aquél que convirtió el mismo Sosa en la semifinal. 1-0 se ponía arriba Danubio a los 25 minutos de partido. Después del gol Wanderers se fue arriba a buscar el empate sabiendo que no iba a haber segundas chances, mientras que Danubio esperó bien parado abajo y saliendo de contragolpe buscando el segundo. Pero el primer tiempo se iba con victoria de Danubio por la mínima diferencia.

A poco de empezado el segundo tiempo sucedería algo que cambiaría el rumbo del partido. Velázquez vería la segunda amarilla en el partido y se iba expulsado. Arias, que había puesto a Kevin Ramírez en el entretiempo para tener otro hombre de elaboración, apenas se daba la expulsión de Velázquez, mandaba a otro jugador de ofensiva a la cancha: Gastón Rodriguez. Por el otro lado, Leonardo Ramos sacrificaba a sus hombres de ofensiva buscando aguantar el 1-0. Sacó a Martiñones y a Fornaroli, y puso a Soria y a Fáber. Parecía que en cualquier momento llegaba el empate de Wanderers, pero a los 22 minutos veía la roja Gastón Bueno en el equipo del Prado. Quedaron 10 contra 10. Wanderers se iba arriba en busca del empate, y Danubio salía de contra, generando chances como para convertir el segundo y liquidar la historia. Pero antes que esto sucediera llegó el empate. Una gran jugada de Riolfo por el medio, que tiró una pared con Albarracín y definió en el medio del área como en número 9. Cerca del final, dos nuevas expulsiones por doble amarilla, una para cada lado. Primero fue Cabrera por el lado de Wanderers, y sobre la hora fue de los Santos por el lado de Danubio. Llegó el final de los 90 minutos con empate, por lo que había alargue. 

El alargue los encontraba a ambos equipos muy cansados, jugando con 9 ambos equipos, y en algunos casos como Albarracín, jugando en una pierna. La emoción seguía aunque sin demostrar, obviamente, gran juego debido al cansancio. Sobre la hora del primer chico, cayó el segundo gol bohemio. Otra gran jugada de Riolfo, similar a la del primer gol, terminó con una habilitación para el rengueante Albarracín, que definió de zurda al segundo palo. Ichazo nada pudo hacer. Terminaba el primer chico con ventaja 2-1 para Wanderers, y todo daba a indicar que el campeonato se iba para el Prado. Danubio tenía pocas energías y ningún hombre de ofensiva. Lo más parecido a un hombre de ataque era Ignacio González. En el segundo chico Danubio se fue con todo arriba a buscar el empate, pero el cansancio hacía imprecisas las definiciones. Mientras Wanderers aguantaba la pelota y salía de contra buscando liquidar el partido. Y cuando quedaban dos minutos para el final, se dio una situación que no estaba en los planes de nadie. Una situación muy parecida a ésta. Ichazo tapa un mano a mano a Ramírez, que tenía para liquidar el partido. Sale de contra Danubio a traves de Mayada, que corría como si recién hubiera empezado el partido. Le toca la pelota a Fáber, que le pega al arco y rebota en un compañero. Quedó picando a la derecha de Cristóforo que salió a achicar, y Mayada hizo una tijera que parecía imposible. La pelota salió por arriba del arquero al segundo palo, pero se iba afuera. O al menos no iba adentro del arco. Maxi Olivera la quiso sacar, pero no hizo más que empujarla adentro del arco. Empate 2-2, final del partido y penales. 

Arrancó Porras: gol. Pastorini: le erraba al arco. Mayada: gol. Maxi Olivera: tapó Ichazo. Parecía que el título se iba definitivamente para Maroñas, pero la emoción seguía latente. Ignacio González: le erra al arco. Gastón Rodríguez: ataja Ichazo. Si convertía Formiliano era el final del partido, pero atajó Cristóforo. El propio Cristóforo pateó el cuarto, y convirtió el primero de Wanderers en la tanda de penales. Ricca tuvo otro "match point", pero la mandó por arriba del travesaño. Y Riolfo, el último de los 5 penales, lo pateó al medio y lo convirtió. Empezaba la tanda de "uno y uno". Cotugno hizo el de él, pero cuando llegó el turno de Albarracín pateó a la derecha de Ichazo, que adivinó la punta y le atajó el remate. Final del partido y del campeonato. Danubio es el campeón uruguayo. Wanderers fue un gran rival, y estuvo a pocos minutos de ganar su primer campeonato uruguayo en el profesionalismo, pero no pudo ser. 

Gran campeonato del equipo de Leonardo Ramos, que ganó el apertura y tuvo la fortaleza para ganarle la semifinal a un Wanderers que venía de ganar el clausura y la anual. Tuvo la baja en las finales de su goleador, Jonathan Alvez, y aún así pudo hacer que su ausencia no se notara. Aplausos también para Alfredo Arias y su plantel, que jugaron un gran campeonato pero que no pudieron quedarse con el título. 

Esta fue la última crónica del Uruguayo 2013-2014. Un campeonato que tuvo como protagonistas a los equipos chicos, y que tuvo a los equipos grandes como las grandes decepciones del torneo, a pesar de sus posiciones en la tabla. Veremos si sale alguna crónica mundialista durante este receso.

Esto fue el 2013-2014, amigas y amigos

8 comentarios:

Mauro M. dijo...

Bien Maxi, bien vos!

Mauro M. dijo...

Y de paso felicitamos a la parcialidad de Danubio por el título.

Si bien creo que no fueron nada del otro mundo en todo el torneo, al menos les alcanzó para consagrarse de forma justa.

Salu!

Carles dijo...

Gran cierre de torneo Maxi y felicitaciones para los hinchas de Danubio. ¿Hay alguno en este blog?, Diego Franco claramente ya no pertenece a este colectivo.

Am I Evil? dijo...

Que flagelo que es el alargue...

Se acuerdan del shotogol? Porqué no habrá triunfado?

Mauro M. dijo...

Ahh, me olvidé de vanagloriarme y recordar que dijimos que si Wanderers no mataba a Danubio de prima después marchaba.

Y ta, tuvimos razón.

Alguien se acuerda?
No.

A alguien le importa?
Menos.

Aldo Luissi dijo...

Adelantate un poquito Ichazo. Tranqui.

Alvaro Fagalde dijo...

Estaba Dios pero se hizo ateo.

Diego Floyd dijo...

qué tipo que no me banco ese Leo Ramos...