Sabido es que desde
un buen tiempo hasta parte, los hinchas de cuadro grande basan sus alegrías
exclusivamente en las desventuras del rival tradicional. Cada vez es más común
que los fuegos artificiales resuenen solo cuando a Nacional o Peñarol le toca
caer ante un equipo peruano o ecuatoriano, algo que -para alegría de la
industria cohetera- sucede cada vez más seguido. Es por eso que cuesta entender
como lejos de estrechar lazos, los hinchas de uno y otro parecen odiarse cada
vez más. ¿Qué hay detrás de ese encono constante que se traduce en agresiones
en las redes sociales y pulmones en la Tribuna Olímpica?
Publicado en Brecha, 07-03-14.
A la ya casi tradicional tendencia al fracaso internacional
de nuestros equipos más representativos, en los últimos tiempos se ha sumado
una inverosímil facilidad para fracasar a nivel local. Peñarol está a como 45
puntos del líder de la Anual, mientras Nacional cambia de técnico pero se las
sigue ingeniando para perder cada vez que se le planta enfrente un equipo
medianamente armado. Para peor, jugadores que hace pocos meses pasaron
desapercibidos en Peñarol y Nacional (caso Rodrigo Sebastián Vázquez o Jonathan
Ramírez) cambian de camiseta y decretan derrotas para sus antiguos clubes.
Lo dicho: los hinchas de Nacional hace ya tiempo que se
limitan a festejar las derrotas de Peñarol, y viceversa. ¿Ese proceso no
debería llevarnos a humanizar al enemigo y hasta a tomarle cariño? Pues más
allá de que todos tenemos un hermano, hijo, tío o amigo hincha del
"tradicional rival" sin que ello nos obligue a ponerle arsénico en el
jugolín durante un cumpleaños, deberíamos ser más condescendientes con ese
colectivo que nos ha venido alegrando la vida (o al menos haciéndola un poco
más llevadera).
¿O es que acaso la parcialidad carbonera no disfruta cuando
el presidente albo Eduardo Ache sale a decir que el Parque Central es Wembley
luego de que hinchas de Danubio (presumiblemente hooligans) fueran agredidos en
el citado escenario? De modo análogo, los hinchas de Nacional ríen cuando Juan
Pedro sale a tapar el sol de la derrota con un dedo con forma de estadio FIFA.
Los jugadores, técnicos, dirigentes e hinchas de Peñarol y Nacional son una
fuente inagotable de alegrías para sus rivales. Hasta se podría llegar a
envidiar a los hinchas de cuadro chico, que son capaces de disfrutar por
partida doble.
Mal de muchos,
consuelo de unos pocos vivos
Los únicos que salen beneficiados de la radicalización son
los barrabravas. Es decir, quienes ejercen el monopolio del uso de la fuerza
dentro de las instalaciones de los clubes, obteniendo importantes beneficios
económicos y facilidades que le son negadas al hincha de a pie.
Cada vez que se toma una decisión que impacta negativamente
sobre la mayoría del público interesado en el fútbol (zonas de exclusión,
separación de hinchadas, controles policiales, venta de entradas en puestos
alejados espacial y temporalmente de los estadios, poner a Albín faltando
quince minutos cuando vas perdiendo, etc.) se produce un pequeño triunfo de los
barrabravas, que ven ampliar su radio de influencia.
En las barras no hay jefes sino referentes, porque el jefe debe
hacerse cargo de los errores que pudieren cometer sus subordinados, en cambio
el referente la tiene más sencilla: a él se lo convoca cuando las ovejas se
descarrían y hace falta una voz de mando respetada que los ubique, que les haga
entender que "esto es Peñarol" y hay que alentar sin aventarle
butacas a los policías, o que "esto es Nacional" y hay que cantar sin
tirarle cascotes a la hinchada rival. Imágenes como la de los granaderos siendo
escoltados por referentes de la Barra Ámsterdam, o la de referentes de La Banda
del Parque dando una conferencia de prensa en el Parque Central para explicar
por qué habían ido a insultar a "sus" jugadores, no se olvidan más.
Divide y reinarás
Afortunadamente, el fútbol uruguayo sigue siendo lo
suficientemente pobre como para no alcanzar los niveles registrados en
Argentina, donde los muertos por enfrentamientos entre barras (generalmente,
entre barras de un mismo club) son cada vez más frecuentes. Según el documental
español producido por Canal + y
protagonizado por el periodista Jon Sistiaga[i],
en Argentina hay referentes de barras que ganan alrededor de 60.000 dólares por
mes, lo que permite comprender por qué hay gente capaz de matar (o mandar
matar) para alcanzar tamaña distinción. Controlan el estacionamiento, venden indumentaria,
droga y hasta garrapiñada, organizan tours por el estadio y agreden a la
hinchada rival. Todo por la misma plata.
Si la hinchada rival responde, mucho mejor. Pues los
referentes de las barras argentinas (y la de nuestros equipos grandes) se
alimentan de la violencia generada por los grupos que lideran, gracias a que
convencieron a las autoridades del club y a la policía de que ellos son los
personajes idóneos para terminar con la violencia en los estadios[ii].
Por eso, sin antagonismos presentes las 24 horas del día,
sin polarización, las barras bravas pierden su razón de ser. Si dejamos
(público y periodistas) de preocuparnos por lo que cantan y por las banderas
que muestran o las gallinas que inflan. Si nos quedamos en casa u optamos por
dejarlos solos en las tribunas cabeceras. Si los dirigentes comienzan a
pedirles que paguen pasaje y entrada, o si se les niega la posibilidad de
vender indumentaria con el escudo oficial del club. Si dejamos de compartir y
darle "me gusta" a todas esas fotos o mensajes tan violentos como
carentes de gracia y originalidad. Si todo eso sucede, algún día se aburrirán y
se irán a buscar plata a otra parte.
Si fuimos capaces de terminar con otras modas llegadas desde
la Argentina, como los videoclubs, los cybers y las canchas de padel, no veo
que no podamos terminar también con las barras que no hacen más que aburrirnos
a quienes solo queremos festejar cuando nuestro nueve mete un gol o amargarnos
cuando nuestro arquero sale a cazar mariposas.
[i] Se consigue fácilmente en youtube. Pruebe buscarlo así: "documental barras bravas Jon
Sistiaga".
[ii] Nuestros clubes chicos harían bien en frenar esos
movimientos de generación de grupúsculos violentos, presentes incluso en
equipos que -como Defensor Sporting- tienen una historia y una masa social que
poco tienen que ver con el perfil clásico del barra brava. "Porompompom,
porompompom, qué pobrecito, no tiene i-phone" debería cantar la Banda
Marley.
27 comentarios:
E' así. Aplaudo de pie estas líneas, y me apeno que no lleguen a estratos superiores de nuestro fútbol, que no sé qué carajo son, pero está buena la palabra estratos.
estrato de ponerla
muy bueno Reye,excelentes líneas,dijiera el Diegote
Una vez en una página de feis de Nacional a propósito de una publicación comenté solamente que no era necesaria tanta violencia a lo que me constestaron un sinnúmero de muchachos que me vaya a la puta que me parió.
...y me fui. La violencia a leja a las familias del feis.
m ibarra espcia dorno anda muybi en
Gracias por tanto amor.
Mencantaría entender el mecanismo que opera dentro de esa cabecita cuando se creen crases porque le mataron uno a la otra hinchada.
Un Reyes exuberante que aprovecha para pasar el chivo del blog en medio de sus columnas.
Cras de los crases
Buenismo el articulo Andres. Ahora...hay dirigentes con huevos para no darle más guita o entradas a las barras? No debe ser tán fácil, teniendo en cuenta que como bien decis les chupa un huevo amenazarte a vos, a tu flia, rayarte el auto, etc. Hay que dejarlos solos, verdad. Pero hay un largo trecho que recorrer aún. Saludos
Felicitamos al Sr Director. Debemos admitir que a pesar de nuestras diferencias póliticas y ser opositores a su régimen.....escribe bien el muy dictador.*
*Mensaje de la JMC (Juventud Movimiento Carlista)
Esta columna me llena doblemente de satisfacción.
Mensaje enviado desde mi i phone.
Puto.
Desde lo que es atrás de un ordenador es muy fácil dar lecciones de moral, pero andá a hacerte el gracioso a la Asterdan a ver si sos tan gallito denunciando esto y aquello.
Mirá que esto es Peñarol, eh! Esto es Peñarol!
Peñaroool, Peñaroool, Peñaroool!
No, la verdad que excelente Reyes.
Bien metida la publicidad encubierta del blog. Habría que ver si realmente la pusiste en la nota de Brecha, o si simplemente la pusiste acá para que nos creamos que está en la nota de Brecha y que de verdad te importamos.
Saliendo del putismo de todo lo anterior, es difícil pero no imposible. Leevaría unos años, pero es cuestión de proponérselo eliminar a las barras.
Tengo un amigo hincha de Juventud. Los cuadros grandes le están dando las alegrías que su propio team no le da
Fuera fanáticos. ..del fútbol, de la política, de las religiones
Fuera Fanáticos de la programación de VTV
excelente nota, almirable realmente, al igual que Nacho estoy de pie aplaudiendo, bueno no, ahora paré para escribir. Estaría ganando el bolso, esperemos la hinchada se haga eco de estas lineas y no hagan mierda a uno de los pocos hinchas de El tanque sisley
bien, nacho, bien.
Fuera VTV de la programación de VTV
Recién pude leer toda la nota. Selente Reyes.
Recomiendo hojear el libro de Gustavo Grabia: La doce, historia de una traición, la historia de la barra de Boca en Argentina.
En revista anfibia hay un adelanto sobre la interna más nueva.
http://www.revistaanfibia.com/cronica/la-12-historia-de-una-traicion
Abrazo
Ya lo dijo Kesman: "el fútbol no es para señoritas".
Aunque Kesman también fue el que se quejó cuando le dieron una pedrada en la cabeza...
No sé a qué Kesman creerle.
¿Kesman no es Kesman?
te faltó el puntocom!!!
Y también te habría faltado un zorro puto, y eso...pero bien igual Reies!!!
La nota? is fantastic!!
Para cuando el libro recopilatorio de las notas de Brecha?
Está en la edición impresa también el chivo
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