Esa fue la mayor marca de temperatura registrada en Sao Paulo. En cambio, en Natal sí que estuvo brava la calor. Destaca la presencia de un 522 y del canoso de remera roja que se está acomodando el glande.
La famosa parruqueta paulista (arriba a la derecha).
La tienda favorita de quienes apoyan el sí a la baja.
Tras pasar 6 días en Jundiaí, puedo decir que experimenté un quinto de la altura de La Paz. Lo que me permitió correr a un quinto de la velocidad del Indio Morán en el Hernando Siles.
Disfrutamos del triunfo brasileño ante el devaluado representativo camerunés en pleno aeropuerto de Congonhas. Algunas reflexiones: las hinchas de Brasil gritan agudamente cuando hay un gol, como si aparecieran los One Direction. Los hinchas parece que también. Entre los comentaristas en la foto aparecen Ronaldo (está más gordo que yo), Arnaldo César Coelho (árbitro de la final de Nacional ante Newell's en el 88) y otros dos cuyo nombre no retuve. La última: conseguir wifi gratis en el Brasil es complicado. Empero, los brazucas tienen todos tele en el celular. Misterios.
Tres meses para producirlo y pintarlo, y a los diez días de Mundial ya no quedaba ninguno. Injusticia.
Más en instantes.