El click para muchos cinéfilos occidentales -y tercermundistas- se dio cuando su "Tokyo monogatari" (1953) fue elegido como la tercera mejor película de todos los tiempos en la ya famosa encuesta de la revista inglesa "Sight and sounds", que se realiza todos los años terminados en "2". En este caso, 1992. Hubo que salir a buscar quién era el mentado Ozu y su circulación nos permitió a acceder a un film desconocido hasta entonces y que terminó justificando su elevadísimo puesto en el ranking. (*)
Cuentos de Tokyo |
Pero hay un montón de películas dirigidas por Ozu anteriores al período más original y difundido -dentro de lo relativo que significa decir "difundido" en este autor ignorado tanto tiempo- mucho más convencionales pero que no dejan de ser interesantes y al mismo tiempo, valiosas. Hay comedias, policiales y otro tipo de films -muchos de ellos, definitivamente perdidos- que no tienen el estilo típico de Ozu.
Primavera tardía |
Generalmente -pero no el 100 % del tiempo, como pretenden algunos- ubicaba la cámara a una altura desusada: a menos de un metro, aproximadamente para adoptar el punto de vista de una persona sentada en cuclillas en un tatami, como suelen hacer los japoneses en una mesa familiar. Su cámara solía moverse muy poco -pero no era cierto que jamás lo hiciera, como casi siempre los extremistas mienten- y odiaba los fundidos o cualquier artificio entre toma y toma. Todo debía mostrarse de la manera más natural, "viviendo" frente a la cámara, aunque muchas de sus composiciones (ubicación de personajes y objetos, iluminación) fueran elaboradísimas.
Hierba errante |
¿Cuál es la grandeza de "Cuentos de Tokyo", que es la de las mejores obras de Ozu?. En su film más célebre -ahora- nos cuenta la desintegración de una familia tradicional (donde todos vivían en el mismo techo y obedecían ciegamente a sus mayores), a causa de la sociedad japonesa que se va modernizando y abriéndose al Occidente vencedor, dejando atrás al Imperio. El matrimonio veterano -él es Chishu Ryu, actor fetiche que estuvo en casi todos sus últimos largometrajes- molesta a sus modernos hijos y sólo la nuera viuda -Setsuko Hara, otra habitué que se retiró sorpresivamente del cine y del público en la época en que murió Ozu- es más humanitaria y los comprende, aunque esa falta de competitividad la condene a la soledad.
Buenas tardes |
La manera natural con que la anécdota se desarrolla, tornándose inevitable, es parte de la sabiduría de Ozu, quien pocas veces da discursos o grandes mensajes. Como en pocos directores, la vida "fluye", no hay soluciones mágicas, no hay grandes villanos. En los últimos tiempos sus temas se repetían sin llegar a la monotonía: la dificultad para encontrar una pareja o un trabajo satisfactorio. Dicho sea de paso, muchos de sus escenas transcurren en bares, lugares donde la gente sale de sus casas y habla de lo que no suele hablar con conocidos o extraños.
"Tokyo Ga", homenaje de Wim Wenders |
Un párrafo para su relación con Uruguay. En la bautizada "El sabor del arroz en el té verde" (1952) -en realidad se llama "Ochazuke sin ají", siendo el mentado ochazuke un plato con arroz y té verde, sí- el protagonista sueña con que un día en el trabajo lo manden de gira por el exterior. Es tan desgraciado que cuando le sale, es para Montevideo. En una calurosa noche de febrero estaba viendo esta película y en un momento la esposa del personaje se pregunta que estaría haciendo el cónyugue en Uruguay y un tipo de la platea le contestó: -Se fue para un tablado. mija...
Salada la canchita, una columna que no le echa ají al arroz pero sí a la picaña, hoy te trae una obra maestra del cine, ignorada en el paisito durante más de 40 años: la mentada Historias de Tokyo merece ser conocida, aunque no tenga muchos FX que digamos, sea en blanco y negro y no haya disparos. Yo sé por qué te lo digo.
(*) Si a alguien le interesa, en 2002 desapareció del mapa pero en la última (de 2012, lógicamente), volvió a estar en el tercer lugar, sólo por detrás de "Vértigo", de Hitchcock y "El ciudadano", de Orson Welles.
Y bueno, si no les interesa Ozu, acá tienen un compilado de películas rarísimas, probablemente espantosas, seguramente muy curiosas:
JUNÁ QUE ESCENA, GIL
"El ocaso de un amor" (1999, Neil Jordan), sobre novela de mi admirado Graham Greene. Ralph Fiennes es un escritor amigo de un diplomático que no le da mucha bola que digamos a su propia esposa (Julianne Moore). Y bueno, viste como son los amigos cuando hay que hacer un favor. Un día estaban haciendo la chanchada los muy infieles y ella se manda terrible grito de orgasmo justo justito cuando está entrando en la casa su marido. Se acomodan las pilchas como pueden mientras el tipo sube las escaleras hasta llegar al cuarto y disimulan más o menos, aunque el embajador se comporta de lo más diplomático y se borra enseguida.
Apenas se va el cornudo, comienza el diálogo:
-¿Estás loca?. Te tiene que haber oído el alarido que pegaste.
-Bah, no creo que reconozca el sonido.
El chistecito es original de Greene, que para mí se estaba haciendo el crack.
6 comentarios:
"Las hermanas Menakata" debe ser de relajo
Yo soy bastante cinéfilo pero hay lugares a los cuales todavia no he llegado, cine japones Irani, Turco me falta mucho, esta columna es un puntapié ideal como siempre las gracias al gran Faga
Como curiosidad si se quiere o algo asi dejo un mapa de A Latina con la mejor pelicula de cada pais segun Imdb una poronga pero ta a mi me llamo la atencion
http://culturacolectiva.com/wp-content/uploads/2014/01/La-mejor-pel%C3%ADcula-de-cada-pa%C3%ADs-latinoamericano-seg%C3%BAn-IMDb.jpg
Facu: el viejo Ozu no era demasiado fiestero. Por lo menos en sus films.
Eva: las opiniones de IMDB son muy discutibles, como toda opinión de las masas. Pero no es una selección tan desubicada. Chirria, naturalmente, en los países con más títulos (Argentina, Brasil, Mexico) donde eligieron films famosos de hace poco.
Sostengo que en este siglo, buena parte del mejor cine actual se hace en Japón, Taiwan, Corea del Sur o Hong Kong.
Habra que verse alguna del Yasu
Ay Faga, como zafó Racing del descenso eh...
A lo Racing... me tuve que ir a cambiar la ropa interior después.
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