Puty: No te molestes en esperarnos.

Y comienzan las Eliminatorias, nomás.A sufrir que se acaba el mundo. Uruguay comienza el martiriologio sin sus tres principales delanteros (Suárez, Cavani y Quiñones) y allá en la altura, donde siempre fallecemos ahogados. 

Uno -que no sabe nada de ésto- piensa si no se podría hacer unas convocatorias a los pocos futbolistas compatriotas que tienen buena experiencia en la altura (ya sé que William Ferreira fracasó en Liverpool, pero faltan delanteros y seguro que no se va a apunar) o tomar nota de los argentinos que les dan viagra a sus jugadores y no sienten los efectos (-sí, sí -acotan las bolivianas). ¿Por qué no se citó a Ivan "Gaturro" Alonso, aunque sea para Colombia?. ¿Están discriminando a los calvos?

Uno tiene sus opiniones y ya está en edad de bancárselas. Detesto al nacionalismo entendido como se suele entender más frecuentemente: como una excusa para manijear a la gente, para odiar a los demás y/o para despertar guerras y cagadas semejantes, cuando no para hacer olvidar los problemas propios echándole la culpa a los "otros". 

El fútbol, con su popularidad, ha demostrado ser un excelente instrumento para  intentar poner a la gente del lado de uno, ya que de la otra forma no hay caso. Y si no, qué mejor ejemplo que el Mundial de 1978 donde muchos argentinos se creyeron "derechos y humanos" y fueron a manifestar su adhesión a una dictadura sangrienta como pocas un año después, cuando también ganaban un torneo juvenil. 

No vamos a comparar a Evo Morales con Videla, Dios libre y guarde, más si aprovechamos a recordar que gran parte de la derecha latinoamericana daba por sentado que iba a hacer un gobierno desastroso por ser indio, pero estas últimas manifestaciones de miliquerismo activo, llevando a su selección a los cuarteles, no es una buena señal. Está bien que los problemas son estrictamente futboleros (dirigentes presos, jugadores que renunciaron, quilombo general) pero ese no es el camino, Evin. ¿O estás comiendo mucho pollo últimamente?

Fui, como todos los años, a la Feria del Libro (¿me parece a mí o hacen como tres diferentes al año en la Explanada?) y, pese a que fui con la idea de comprar sólo lo que me interesara mucho y estuviera barato, me llevé cuatro. Uno de ellos era de ese insólito sub-género que podríamos denominar "biografía de futbolistas" al que soy muy pero que muy poco aficionado, pero que igual adquirí porque se trataba de Ladislao Mazurkiewicz, mi ídolo máximo, como ya se ha dicho con motivo de su fallecimiento.

Encontré lo que esperaba, más teniendo en cuenta que el autor era Eduardo Rivas, alguien que no podría calificarse como poseedor de una mirada crítica al show paquiano: una dosis de pésima poesía para contar el viaje del padre polaco a tierras tan diferentes, decenas de relatos -todos iguales- de las ansiedades de Mazurka antes de un partido importante, un vano intento de poner suspenso en una historia bastante similar a la de otros futbolistas que triunfaron.

Ahora que andan por ahí biografías de Godin, Lugano, Suárez, Pacheco, Recoba y un libro infantil sobre "Palito" Pereira (?!¿?!), uno se pregunta si no será mejor que marchemos de cabeza en las Eliminatorias y sólo se publique en un futuro el libro del Toto "Yo lo dije, eh".

Este jueves abre el escote la morocha de ojos claros (sub

especie que está un poquitín sobrevalorada) Alexandra Daddario. Neoyorquina, descendiente de italianos y checos, le gusta (y mucho) exhibir sus pectorales que están muy bien, aunque dan para desconfiar. Actriz en esas boludeces de "Percy Jackson" y algunas de terror, tampoco le vamos a pedir que haga "La casa de Bernarda Alba"...     

Volvió el público visitante a las canchas argentinas y volvió la violencia. Casi le sacan un ojo al delantero de Aldosivi Lugüercio de una pedrada y los medios alabaron la "valentía" y el "profesionalismo" del tipo que siguió jugando a pesar de tener, como se constató más tarde, el ojo ulcerado. Nadie criticó la pasividad del juez de no suspender el partido, por no hablar de la policía y/o los dirigentes que no hacen nada efectivo para que no se repita.

Blatter y Platini suspendidos de FIFA y UEFA, respectivamente. Algún coreano y otro triniteño y tobagiano, idem, aunque no los conozca nadie. Parece que la cosa va en serio, porque la suspensión, que viene de parte del Comité de Ética (mirá, se ve que existía) de la propia Federación del Futbol Asociado, no puede ser por alguna desprolijidad más o menos de esta serie de organismos que estaban más que acostumbrados a hacer lo que querían con los millones de dólares (o euros) que manejaban a discreción. Si alguien amenazaba con alguna tibia denuncia intentando iniciar algo llamado a una investigación, corría el riesgo de ser automáticamente excluido de cualquier participación en torneos de todo tipo. Más democrático, difícil.

Lo de Platini es una clara muestra que no necesariamente que asuma como dirigente un ex futbolista asegura cambios. A no votar -los que votan, que no somos nosotros- a gente con más ego que principios, con más fama que honestidad. El que alguien prometa cepillo y jabón no quiere decir que lo dejen higienizar nada ni que, una vez arriboira, no le agarre el gustito a las festicholas y a los hoteles five stars.

El amigo Rocco Sifreddi, auténtica estrella del porno mundial, ha anunciado la apertura de una Universidad de la Pornografía. Aprendé, Markarian. Rocco: ya terminé el liceo. Esperá que te llevo la fórmula 69 (¡auch!).