domingo, 5 de junio de 2011

CUENTO: “Ponete las pilas”


“Ponete las pilas”


“Ponete las pilas”, le dijo un conejo a otro y este le hizo caso. Y ahí nomás arrancó la corre que te corre. Salió desde el hotel Carasco (un saludo para él), a la altura de Arocena, todo derecho por la rambla. Cuando estaba llegando a Trouville, se empezó a sentir cansado, ya no daba más.

“¿Y ahora qué hago?”, pensó. “Ponete las pilas” dijo otro conejo, que pasó a su lado dejándole un par de pilas. El conejo se sacó las gastada y se puso las nuevas.

Y ahí arrancó a toda velocidad y al rato llegaba hasta la rambla y Paraguay. Pero nuevamente se empezó a cansar. Estaba muy cansado pero tenía que llegar como fuera.

Se desplomó en el piso. Todo estaba negro. Ahí se acordó de su colega Bugs Bunny, e inmediatamente de su socio el pato Lucas, y luego de todos los patos famosos. De Donald, de Mac Pato, de los Cabreros, del delincuente Sosa, del Pato Aguilera… “¡El Pato Aguilera!”, se exclamó en su desmayo, ahí tuvo una idea, tenía que llegar como fuera. Pero de golpe se acordó que él, conejo como era, respondía a las órdenes de Bugs Bunny, y que por aquel entonces estaba muy enemistado con el Pato Lucas, líder de los patos y, por ende, con todos los de su especie. “¿Qué hacer?”

De golpe se despertó, no entendía por qué y había olvidado todos esos pensamientos absurdos. Se dio cuenta de que alguien le estaba haciendo algo en la espalda. Era otro conejo, le estaba cambiando las pilas. “Esta vez te las puse yo”, dijo. ¿Cómo podía ser? ¿Siempre había sido un solo conejo el que lo ayudaba?¿Era su ángel de la guarda?

No pudo pensar más, que ya estaba arrancando devuelta, a toda velocidad (nuevamente, sí). Arrancó por Paraguay, luego por Avenida del Libertador. Y cuando esta llegando al Palacio Legislativo, donde estaba la meta, las conejitas de Playboy sosteniendo la cinta, el podio, la gloria, el champán, se cansó.

Tuvo que terminar el trayecto caminando por que no podía más y lo pasaron todos los conejos.

Finalmente, había ganado el conejo que le ayudaba con el cambio de baterías, y él no había logrado entrar entre los diez primeros. No lo podía entender, entonces, fue a preguntarle.

“¿Cómo es que pudiste hacer eso? Me ayudaste a ponerme las pilas y encima llegaste primero. ¡No entiendo!”

El ganador le guiño un ojo y palmeándole la espalda le dijo: “Duracell, macho duracell”.

FIN

(NOTA:Si alguien saca quién es el de la foto se gana un beso. A los vivos que se van a fijar cómo se llama el archivo, les aviso que no es ese, por las dudas)

17 comentarios:

elCofre dijo...

Cabe reconocer que fue escrito durante una clase de Electroquímica en la facultad, imagínense la vertiginosidad de esa clase.
Porlomenos el cuento tenía un punto de contacto con el mundo exterior.

Carles dijo...

Es Neymar

El editor dijo...

Espectacular. No lo lei, pero espectacular.

El editor dijo...

Para mi es Nikola Tesla.

El editor dijo...

Na, es el señor Volta seguramente.

elCofre dijo...

Tampoco, pero anda por ahí

zorro d colonia dijo...

no es otro que el ágil Rúben

Lorena Horny dijo...

Es Michael Faraday, que entre otras cosas inventó el generador eléctrico y el consolador.

NicoK dijo...

Es Juan Duracell

Sinca Bellos dijo...

Adhemar Rubo

Sinca Bellos dijo...

El abuelo de Gerardo Pilas, dio lo tenga en la gloria....a Gerardo

zorro d colonia dijo...

el abuelo del oveja Alarcón

Carles dijo...

Luis Conejo el tatarabuelo de Luis Gabelo Conejo el hissstórico golero de Costa Rica.

El editor dijo...

Lorena, ganaste, que suerte. Tu premio es este, vení a uscarlo.

marcoslr1989 dijo...

VAMO ARRIBA EL RACING NOS SALVAMOS DEL DESCENSO, CHUPENSE ESTA

Alvaro Fagalde dijo...

Vamo la verde...!

elCofre dijo...

El cuento bien, gracias por preguntar.
Lorena, como ya te la adelantó El editor, tu premio es un beso suyo, pasá a buscarlo cuando quieras.