jueves, 9 de junio de 2011

Tailandia - Nepal, Nepal - Tailandia



Miércoles 1° de junio y llegábamos al río Kwai. Como ya les adelantábamos, lejos de poder actualizar las columnas del blog desde tamaño lugar, ni siquiera había energía eléctrica. La iluminación fue en base a lámparas de aceite y la ventilación artificial nula. Nos hospedamos en cabañas, todas iguales, una al lado de la otra, con todas las comodidades necesarias.

El lugar, pintoresco si los hay (foto), tenía como principal característica el traslado río abajo. Oigan bien que es al menos original. Cuando a alguno de nosotros se le antojaba ir a saludar a algún compañero (somos más de 200), y siempre y cuando esté en la dirección de la corriente, no hacíamos más que tirarnos al agua, y el río hacía el resto. El único inconveniente con esto (amén de algún guía intolerante a las personas que se tiraban por la noche) era la vuelta , que debía ser a pie por la superficie, claro está.

Y así tiramos hasta el viernes de tardecita, cuando volvimos al hotel en Bangkok, y tuvimos la grata bienvenida de nuestros camaradas carboneros, eufóricos por la clasificación a la final. Un saludo para ellos, y para los respectivos carteles que nos dejaron en las habitaciones.

El domingo entonces arrancamos para Nepal, previo pasaje por Hong Kong y Bangladesh. ¿Por qué las escalas? No lo sabemos, ni nos preocupó mucho. Así es el grupo de viaje, uno tiene miedo de andar quejándose, por las dudas de que Dios (o Buda en este caso) lo castigue por desagradecido.

Cuánta cosa para contar de Nepal. Desde la bandera, a la que claramente le falta un pedazo, la fiesta en batas en la piscina del hotel, el rafting, el trekking, los paseos en elefante, los safaris por la selva, los cocodrilos que atacaron gente, los tigres que no vimos, las cabras, los monos, las termitas, hasta los conductores suicidas de los ómnibus, los cuales, claramente, constituyeron la actividad más riesgosa de todas las hechas hasta el momento.

Hasta el momento dijimos, porque pasado mañana la idea es hacer bungee jumping desde 160 metros. ¿Había necesidad? Sí, el objetivo es no llegar con vida a la asamblea general citada para el sábado por la tarde.

Nos vemos el jueves que viene (o no). Así que aproveche que puede ser la última poronga. A modo de agradecimiento, los dejamos en compañía de un enfermito como nosotros.





2 comentarios:

perezvila™ dijo...

puse mi poronga, pero no me caes mejor por el hecho de que vashas a ver a tus amigos tirandote rio abajo.

Vidiella dijo...

Espectacular la columna. Es la que me da más envidia. Y la envidia sana no existe.


PD: ¿por qué hay 34 porongas y un sólo comentario? ¿se rompió el blogger de nuevo?