miércoles, 29 de junio de 2011

Los niños y la literatura (parte 1)


El anuncio de la llegada de un niño a la familia, especialmente si es el primero, nos obliga a hacer lugar en la casa. Obviamente vamos a necesitar ese valioso espacio que antes ocupaba un puf (bien de falopero, hay que decirlo), el escritorio, la tele chica, esa colección de diarios o revistas, y convertir el lugar en lo que será el cuarto del infante. Pero también vamos a necesitar espacio adicional, porque con el anuncio del embarazo van a caernos con... libros, a veces muchos, demasiados libros.


Una rápida búsqueda de “libros sobre embarazo” en google nos arroja 12,6 millones de resultados, dato bien al pedo este, aunque no creo que sean todos resultados referidos a libros (hasta es posible que alguno de los links refiera a pornografía con embarazadas, habrá que fijarse).

El caso es que los libros sobre el embarazo y la crianza de niños en la mayoría de las veces son inútiles y sólo sirven para aumentar las dudas y hacerla lucir a usted, madre primeriza/padre primerizo, como un hinchapelotas ante el ginecólogo o pediatra.


Básicamente estos libros están escritos por “especialistas” y se apoyan en “lo que debería estar pasando”. De esa forma hacen un paso a paso, mes a mes, en lo que refiere a la evolución del embarazo o el desarrollo del niño. “A las 14 semanas de embarazo debería sentir ‘tal cosa’”... ¿Y qué pasa si en vez de a las 14 semanas no lo sentí y lo sentí recién a las 15 y media? ¿Es síntoma de problemas? ¿Tengo que ponerme nerviosa? ¿Debo llamar al ginecólogo a las 3am, que es cuando estoy leyendo el libro? ¿Llamo a la editorial para ponerme en contacto con la autora, seguramente una vieja menopáusica de mierda que escribió el libro en 1982 y ahora está muerta? Otra: “A los dos meses el niño ya puede ‘hacer tal otra cosa’”... ¡pero mi hijo no lo hace! ¿me va a salir abombado? ¿va a ser el Marcos Vitette del futuro?

La respuesta a todo esto es no, no va a pasar nada, al menos nada fuera de lo común. De hecho, lo verdaderamente raro sería que su embarazo y su hijo cumplieran el 100 por ciento del calendario previsto de “lo que debería pasar” que tienen los libros. Porque los libros esos se basan en promedios, y es difícil que su hijo cumpla con ese capricho de ubicarse en el medio de esa gráfica tan linda, y es más probable que se ubique en alguno de los dos extremos, y sea igual de feliz que el resto.

De más está decir que si uno le cae con un cuestionamiento al médico apoyado en la frase "lo leí en un libro" inmediatamente se ganará una mirada de "mirá que bueno, y yo estudié más de ocho años, ¿quién sabrá más?".

Otra cosa: lamento informarle que ningún libro va a solucionar los problemas de crianza que seguramente van a surgirle. Seguramente en el futuro su hijo o hija terminará yendo al psicólogo y culpándolo a usted, que además deberá pagarle la terapia, de todo, sin importar si aplica lo que dicen los libros, que habitualmente se contradicen con otros libros.

Podrán traer mucha información, pero en la práctica no funcionan, y básicamente porque en un momento crítico, cuando uno más necesitaría del libro, es difícil tenerlo presente. Mientras pelea con su botija para que coma y deje de escupir una y otra vez la polenta, es difícil que se acuerde de lo que decía el párrafo 3 de la página 214 donde se hablaba de las técnicas para una mejor alimentación del bebé. Por el contrario, es posible que acuda a ese libro para partírselo al botija por la cabeza.


Un consejo basado en la experiencia personal: a los libros esos léalos, pero no les de demasiada importancia, extraiga algún dato verdaderamente interesante, discutalos con su pareja, pero no los tome como si fueran el manual de la videocasetera donde le explican paso a paso cómo programarla para grabar en la madrugada. O de última diga que los leyó, como para darle un gusto a quien se lo regaló, y fin de la historia.

En futuras entregas habrá reseñas de libros sobre la temática. Que las fuerza los acompañe.

12 comentarios:

Ce dijo...

Y bueno... vergüenza es robar o hacer stand up.

SofíaBD dijo...

el fin de semana encontré una reseña de un libro sobre el tema hijos, puntualmente podríamos llamarlo "buenas prácticas de manejo de hijos", voy a buscar el link...

SofíaBD dijo...

http://www.c00lstuff.com/1133/Do_s_and_don_ts_with_babies/

Alvaro Fagalde dijo...

¿En qué andás, Sofi?

pipicui dijo...

Los libros para bebés, una poronga...
Pero una poronga mal.

Yo tengo dos hijos, y lo que siempre hice fue tratar de acordarme como me criaron mis padres...
Y hacer todo lo contrario, obvio.

Dobleveo dijo...

La asociación de los puff y la falopa fue fabulosa!

La colurna? Una verda tras otra.

nanodelchuy dijo...

A nosotros, cuando nació mi primer hijo nos regalaron "Duérmete niño". Una pareja que estaba en la misma habitación del sanatorio, nos comentó que lo habían llevado a la práctica y les dio resultado.
La pediatra nos dijo: "Si, les puede servir, pero para llevarlo a la práctica al pie de la letra, deben hacerlo cuando la pareja esté muy bien, porque es duro". Ergo, no sé ni cómo empieza el libro ese, y mi hijo se despierta todas las noches.

Dulcinea dijo...

Mi hija tiene un puff...no me digas...

Dulcinea dijo...

Hay un libro de Kaz Cooke, se llama "Embarazada".
Sale de lo cumún en cuanto a libros sobre el tema. Si bien tiene información semana a semana, esta escrito con mucho humor y sobre todo con mucha ironía.

No plantea el idilio del embarazo y la crianza como hacen otros.
Recomendable para quienes se embarquen en esta aventura!!

Macarena dijo...

La única que animo a recomendar es esta autora: http://www.kazcooke.com.au/kazcooke/

Es genial. Mucho humor, poco cuco. Un deleite.

Yo tengo "Hijos", pero le regalé "Embarazada" a mi hermana y le encantó.

Macarena dijo...

Dulcinea:

Comenté sin mirar. Coincido contigo en todo.

Ce dijo...

Yo recomiendo "Guía (inútil) para madres primerizas", volúmenes 1 y 2, escrito por dos de las tipas que hacen Revista Barcelona. Es el antimanual, muy interesante.