La que se viene

Aunque nadie parece haberlo notado, el pasado fin de semana dio comienzo el Torneo Clausura del fútbol uruguayo, que al principio no le importará a nadie pero que cobrará notoriedad ni bien nuestros tres equipos más representativos (unos antes, otro después) comiencen a quedar fuera de la Copa Libertadores. A continuación repasaremos la suerte que correrá todos y cada uno de los dieciséis equipos que compiten por el Torneo Clausura – Copa Whitney Houston.

Bella Vista. Sigue siendo dirigido por Diego Wainsrub, y se dispone a superar lo hecho en el Apertura. O sea, se dispone a ganar dos partidos.

Cerrito. Fichó a Juan Carlos Parra que tiene 56 años recién cumplidos. No puede perder.

Cerro. El regreso del Piojo Pérez hace caer la llegada de Nopucid como principal sponsor del elenco villero.

Cerro Largo. Sigue Danielo como técnico. Lo hemos dicho hasta el hartazgo: un equipo con un técnico con ese nombre, no puede más que fracasar. Lo decimos con todo el respeto que nos merece el señor Núñez, de quien tenemos las mejores referencias personales y profesionales. Pero así como Robert Zimmerman cambió su nombre, ¿por qué usted no puede ir hasta el registro civil y hacer lo propio? De repente, el técnico de Fénix lo acompaña.

Danubio. Tras la excelente campaña en el Apertura, los franjeados apostaron fuerte con la llegada de… Martiñones. El equipo del Pecho Sánchez finalizará en la decimocuarta posición, y el citado coach se confesará orgulloso por el juego de sus dirigidos, y por haber logrado el objetivo trazado al iniciar la temporada: escaparle al descenso.

Defensor. Las cosas no venían rodándole de la mejor forma al Chavo, cuando decidió hacer lo que hacen todos los técnicos cuando las cosas no funcionan: poner a sus amigos. Al finalizar la temporada, la alineación violeta se podrá recitar de memoria: Jirafales; Godines, Chómpiras, Chapatín y el Pelado Fajardo. Don Ramón y Lucas Tañeda en el doble cinco, Jaimito el Cartero de enganche, y arriba Barriga, Chaparrón Bonaparte e Ignacio Risso.

El Tanque Sisley. El elenco Mölleriano promete estrenar 14 diseños diferentes de camiseta, destacando uno transparente, en el que solo se verán los sponsors sobre la piel desnuda de los futbolistas. Dicho diseño se utilizará una sola vez, dado que será incompatible con la inclusión de futbolistas con diferentes tonalidades de piel.

Fénix. Su técnico Rosario Martínez no podrá superar el mal trago de haber perdido la final del Torneo de Honor ante Danubio. “Ya bastante tengo con tener este nombre de mierda, como para andar perdiendo finales” declaró públicamente antes de abandonar su cargo. Ya con Ribas en el banquillo, el equipo capurrense asegurará su regreso al fútbol de ascenso.

Liverpool. Pese a su proverbial costumbre de cagarse en las difíciles, el elenco negriazul comandado por el arquero entrenador Nicolás Biglianti (Tola Antúnez renuncia a la segunda fecha al recibir una tentadora oferta desde el fútbol guatemalteco) gana todos los partidos 1 a 0, con gol del Viruta Vera, goleador del torneo con quince conquistas. En la final, triunfan los de Belvedere 1 a 0 ante Nacional con gol de Pablo Melo, que no lo grita, debido a un pasaje por filas tricolores que solo él recuerda. Los futbolistas campeones no suben al estrado a recibir el trofeo, siguiendo el mandato del presidente Palma, para quien la Coca Cola es el principal enemigo a vencer por el jugo Puritas.

Nacional. En el partido de mañana ante Libertad comenzará a escribirse el fin del Gallardo entrenador (y el comienzo de su exitosa carrera de relacionista público). Pues acicateado por el éxito cosechado por sus experimentos en ocasión del match ante Vasco, ante Libertad parará el mediocampo con Bava y Boghossian en el doble cinco, junto a Vicente y Álvarez por los laterales. “La bauticé BBVA, como el banco… decime si no soy un genio” comentó el popular Muñeco. Pero ganarán los guaraníes 5 a 0. Los albos quedaron fuera de la Copa en primera fase, y apuntarán todas sus baterías al Uruguayo, cuya final perderán ante el sorprendente Liverpool de Biglianti.

Peñarol. El elenco de las once estrellas no podrá sobrellevar el peso de su participación previa en el máximo torneo continental por lo que no superará los octavos de final, donde quedará eliminado a manos de Vasco da Gama, que por ese entonces ya habrá fichado a Kaká, Robinho y el nieto de Romario. Ya con nuevo entrenador –ya zabemos quién– apostará con fuerza a la obtención del Clausura, sin éxito, pues perderá el clásico 1 a 0 con gol de codo de Damonte, tras picar tres metros adelantado y aplicarle un planchazo en la nuez a Carini. El “quién ze haze cargo de ezto” vuelve a resonar, mientras Juan Pedro advierte que lo que importa es que el estadio está cerca, y que se llegó al socio número 780.000.

Racing. Juega el auriverde ante Fénix, ganan los albivioletas 5 a 0. La belicosa barra cervecera decide agredir al entrenador, que se tira al piso al grito de “no me peguen, soy Giordano”. Y era nomás. Pero igual lo cagan a patadas. 

Rampla Juniors. Dirigido por Marcelo Araujo (Lázaro Zilberman para los amigos), el elenco picapiedra y su proverbial gerenciamiento argentino harán historia en este Clausura, gracias al aporte de hombres como el ecuatoriano Orlindo Ayoví o el argentino Santiago “General” Prim, que rápidamente pasará a llamarse Líber Arce (este comentario lo van a entender catorce veteranos de Parque Batlle).

Rentistas. La esperada llegada de Fabián Yiantorno no logrará que el equipo rojo logre evadir el trágico destino de pasar desapercibido durante todo el torneo.

River Plate. El título de verano obtenido por el equipo darsenero, no le impedirá a su técnico Almada integrar el staff de “El Nuevo Decalegrón”, donde junto a Julio Frade recreará el recordado sketch del “Chicho”, que nada que ver tenía con el colombiano Mauricio Serna, que no era ni nacido.

Wanderers. Las cosas no le rodarán de la mejor forma a Alfredo Arias, al extremo de que perderá los primeros 8 partidos. Llegará el lineazo desde la directiva: “hay que jugar con hombres de la casa”. Acto seguido, Bentancur acercará a Christian U, Marcelo Corazza, Diego Leonardi, Santiago Almeyda, y Gustavo Conti. Pasará a la historia como “el Wanderers de los argentinos que se fue a la B”. 

(Publicado en Guambia ayer, aunque debió haberse publicado el jueves anterior, cuando todavía el Viruta Vera no era el máximo goleador del certamen).