Por su caminar, a lo lejos, ya se distinguía que esa comadreja no era una comadreja cualquiera, era la nueva del barrio y hasta el aire se lo estaba haciendo sentir. No se podía meter en ningún agujero, porque nos se sentía bienvenida en ninguna parte, por la calle la miraban raro y, lo peor de todo, en el almacén le habían vendido pan de anteayer. Pero ella tenía una firme convicción, estaba segura que un día llegaría a ser la delegada de los vecinos del barrio para así representar a su madriguera ante el poder del poder ejecutivo.
Entonces, decidió iniciar su campaña electoral.
"Vote a Mariela, la comadreja más buena", decía el primer pasacalles que pintó y colgó en la esquina de su casa. Casualmente, también fue el primero de los quince carteles que prendió fuego pasada menos de media hora luego de haber sido colgado al leer por tercera vez la estúpida frase que decía. No vale la pena citar otros ejemplos, pero lo voy a hacer porque tampoco vale la pena esta historia. Puntualmente espantosos, pero cito los más pasables: "Mariela, una comadreja como las comadrejas", "Comadrejas, bien unidas, con Mariela por una nueva vida", "Si de representar se trata, Mariela es la comadreja más sensata". Calculen, si esos eran los buenos, lo que serían los malos.
Finalmente, y sin cartel colgado, hizo el acto de cierre de campaña en el club del barrio. Había tres personas, pero casi ochocientas comadrejas. La campaña: un éxito. Aunque usted no lo crea, el autoparlante con chip y day habría funcionado a la perfección. Con el viento en la camiseta, se suscitó el día de la elección. Lista única, la única candidata era ella y ganó.
Poco menos que en el barrio se celebró como si hubiesen ganado los choby’s el concurso oficial de carnaval y, en realidad se trataba de un cargo que nadie tenía puta idea de pa qué carajo servía. Pero bueno, así fue entonces la primera victoria electoral de una comadreja en la historia de la democracia universal, espero que a alguien le haya servido de algo esta información.
9 comentarios:
Es muy parecida la historia a la del caracol que salió diputado en Antigua y Barbuda...
Esto se está haciendo moda, la democracia no sirve, arriba la monarquía o que vuelvan los militares de una vez...
¿Soy el único imbecil que labura un día como hoy?
que fuerte lo que decís, master.
que raro el final del cuento.
Estoy trabajando. Soretes.
Mentira, estás jugando al Play.
Que constancia el tema de los cuentos. Felicitaciones.
Muy buena tu columna de Deportes, Nacho!
Ah, cómo?.. Me equivoqué???
Quién es Gjoffe???
calculo que la Ana se debe sentir identificada con el cuento,que por cierto ta bueno,gjoffe
Estoy sacando adelante un sanatorio, manga de putos.
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