Salada la canchita: No me vomiten en el piso, por favor

Películas mediocres hemos visto a rolete. Quiero decir mediocres en el sentido de rutinarias, porque un juicio de valor es una opinión y cada uno tendrá la suya. Pero películas del montón, hechas de forma burocráticas ("poné tres asesinatos y un par de persecuciones y terminala esta semana") conforman el grueso de la pantalla montevideana, por no hablar de la programación del cable. Sucede que a veces nos encontramos con mediocridades mal hechas. Y a veces, muy mal hechas.  


Como para ir picoteando, una escena de una película turca de 1973 que se llama algo así como "Mujer ninja" y que pertenece a lo más pedorro de los filmes hechos a los piñazos:

Entendámonos: se puede hacer la más rutinaria de las producciones pero se puede hacer bien. "Hacer bien" significa, entre otras cosas, que las actuaciones sean medianamente coherentes (que un tipo al que lo están apuntando con un revolver ponga cara de miedo), técnicamente correctas (que si un personaje está parado en un exterior de noche, quien habla con él en el siguiente plano también esté con un paisaje nocturno atrás, detalle que Ed Wood ignoraba frecuentemente) o mínimamente respetables (que si ponés una taza de rueda de auto como platillo volador, no se le vean los piolines, Ed).

O sea, hay películas aburridas, tontas, gastadas y mal libretadas. Esta columna se refiere a las que están mal hechas, es es algo diferente. Buena parte del cine suele realizarse con muy poca plata y se nota. El

presupuesto incide no sólo en la calidad de los escenarios, los efectos especiales y los actores sino también en el personal contratado, que a veces no suele ser el más solvente. O el más experiente. Mucho cine se ha realizado a los pedos -incluyendo varios títulos yoruguas- y eso se nota en la pantalla.

En el próximo video de YT más bien veremos -no sé por qué, no viene mucho al caso pero me dieron ganas de subirlo- lo que para un tipo son las 10 peores películas de la historia. Discrepo con el criterio del seleccionador, pero capaz que sirve para que tengamos claro que toda elección es opinable y cada uno puede tener la suya. En este caso, claramente, se refiere a películas malas y no mal realizadas.

 


 En todas las películas, incluyendo las superproducciones de cientos de millones de dólares de costo hay errores. Con un poco de paciencia se pueden encontrar videos con detalles de ellos sobre cualquier film más o menos conocido. Hay gente con tiempo de sobra que se dedica a ello. Lo del Ed es otra cosa. Cada una de sus escenas está mal hecha y no hay forma de creerle un solo plano. Acá hay un video de algunos extras en películas más prestigiosas que han hecho mal su trabajo sin que ningún director los corrigiera en la montonera y -seguramente- la inmensa mayoría de los espectadores nos hubiéramos dado cuenta.

Edward Davis Wood Jr. nació en 1924 y parece que tenía -como tantos- pasión por hacer cine. Como muchos, no tenía ningún talento. Sin embargo, nuestro héroe no se iba a estar deteniendo por ello. Consiguió, con mucha dificultad, ir haciendo películas como podía sin llamar demasiado la atención. Como retrata la conocida película de Tim Burton, se hizo amigo de un decadente Bela Lugosi que había tenido éxito 25 años antes con el primer "Drácula", como todos sabemos, pero que en ese tiempo estaba enfermo y olvidadísimo.
 
"Grave diggers from outer space" fue estrenada en 1957 y fue un fracaso importante, aunque sólo muchos años y con el nombre de "Plan 9 del espacio exterior" (o sideral) comenzó a tener cierta fama como la peor película jamás hecha. Volviendo al tema de los juicios de valor y los rankings, el mote me parece un poco injusto y exagerado, no porque piense que "Plan 9..." no es mala -es espantosa- sino porque hay muchísimas más que son tan pedorras como la que más y quien es uno para saber cuál es la que provoca más arcadas.

Nuevamente con su amigo Lugosi, que tuvo la mala idea de morirse un par de días antes de empezar el rodaje y Wood lo arregló (¡) poniendo unas escenas del Bela haciendo cualquier cosa que no tenía nada que ver con el tema del film y sustituyéndolo por otro tipo mucho más joven, más alto y que no se parecía ni en el blanco del ojo, tapándose la cara con una capa. Si a eso le agregamos un luchador sueco veterano y medio petizón (Tor Johnson) y una finlandesa medio promiscua con veleidades de vampiresa, que usaba el mote poco imaginativo de "Vampira", la bizarrez está asegurada.

Como si fuera poco, por razones que ignoro, a Ed Wood le gustaba vestirse de mujer (como a tantos del blog) pero era hetero (acá hay una diferencia).  Si además a "Plan 9..." la termina financiando una especie de iglesia mormona que obliga a bautizar a los artistas (¡¡¡), me asombra que nadie haya visto antes que Burton en 1994 una historia increíble para una película, que en realidad también fue un fracaso económico.

Wikipedo dice que Wood -quien murió a los 54 años, morfinómano y alcohólico, fracasado y frustrado, era neoyorquino pero viendo su estampa mitad de chanta y mitad de nabo, su afición por ubicar a sus amigos y su ideología del "má si" para trabajar, nada me saca de la cabeza que es más uruguayo que el termo, Jaime Roos o el chivito y en cualquier momento encontremos una partida de nacimiento que diga que es tacuaremboense.

Salada la canchita, una de las peores columnas del ciberespacio, homenajea a su manera a un tipo al que le gustaba hacer algo para lo que no tenía ni el más minimo talento, como tantos de nosotros con su película -digamos- más célebre, ideal para disfrutar un viernes de noche en barra, con alguna sustancia estimulante de por medio: Plan 9 del espacio sideral.