La alegría va por barrios (parte 2)

Creíamos que había terminado el primer tiempo pero no, Ferreyra lo siguió 10 minutos más porque tiene personalidad. Y estamos ante un instante crucial en el encuentro: el brasileño Diogo es picado por una ave ponzoñosa, en jugada que bien pudo haber cambiado el trámite de la jornada clásica.

Gran gesto del futbolista carbonero que le sirve de respaldo a Pereiro, que ni bien vio que su pecho se recalentaba se tomó un merecido descanso.

Mientras Pacheco y Arismendi bailan fox trot, Porras juega un "piedra, papel o tijera" con el Hombre Invisible, que elige tijera y se queda con el primer chico.

Córner para Nacional. El audaz Henry se acerca al arquero mirasol para decirle "che, fue dura la cana, ¿no". A lo que Migliore, hombre sensible si los hay, se emociona hasta las lágrimas.

"¿Pero desde cuándo sos guapo vos, Harry?" pregunta Macaluso. Cuánta razón esconden sus palabras.

Pacheco no está de acuerdo con una decisión de Fossati, que se apresta a exhibirle sus nalgas en señal de desaprobación. "Ya me van a echar y vas a terminar en el Viera, puto" habrá pensado.

Volvió la lagarta y el colegiado lo da todo de sí para combatirla. En el área, mientras Colo puntea a Jona, Polenta intenta concenver a Píriz y Maca de que él la tiene más larga que cuando era flaco. Curioso.

¡Estulticia! Viera aprovecha el orificio abierto por Malrrechaufe y le incrusta la pierna en el ojete a Alonso, atravesándolo por completo. Por suerte, sin consecuencias para nuestro querido Jopito de mil amores.

Todo bien con que el solcito invitaba a una siesta, ¿pero no podrían esperar a que el árbitro pite la finalización de la primera mitad? ¿Eh?

Finalmente, Porras y Danubio se levantan, pero mire qué endemoniada acción del ex Danubio y River: le muerde un glúteo al atleta de ébano al mejor estilo Suárez. Pero el mandadero árbitro nada dice. Vaya llevando.

¡A la pelotita! Los suplentes carboneros buscan seducir -de momento, sin éxito- al Pelado Pastorino con sugerentes danzas. "Mira cómo me meneo" gritaba el preparador físico cuyo nombre ignoro.

Hermoso detalle el de los hinchas carboneros que invirtieron dinero en hacer esos cuatro globitos dorados con forma de viborita que nadie supo que existían. Nuestro homenaje para ellos.

Que Ferreyra favorezca a Nacional, vaya y pase. Pero que encabece los contragolpes nos parece demasiado. Aquí lo vemos ensayando una bicicleta que no llegará a destino.

Ahora sí: final del primer tiempo. Y uno que se pregunta dónde están los francotiradores cuando uno más los necesita. No, mentira, un grande el Walter. No, mentira, nos tiene podrido.

Arrancó el segundo tiempo con novedades: Pereiro hace bien un pase, no le pasaba desde el match con Rentistas de la sexta fecha (nota: no sabemos si Nacional jugó con Rentistas en la sexta fecha, ni siquiera sabemos si ya jugó con Rentistas, apenas si sabemos que Rentistas todavía está en Primera).

¡Penal para Peñarol! Víctor Hugo Diogo, el interminable, entró al área, y Porras lo barrió. Para mí que no lo toca...

... pero viéndola de nuevo lo toca dos veces, particularmente con la rodilla le dobla el tobillo derecho y luego con la derecha le toca el pie izquierdo, lo que acabará prematuramente con la carrera del exquisito lateral norteño.

Patea el Tony de mil amores, y para los contras, Munúa se tira. Pero no llega. Gol.

"Y ahora cuando te saquen baboseá un poco, yo sé por qué te lo digo" le tira Píriz, que de este negocio entiende muchísimo.

Se prepara el ágil Novick para ingresar y cerrar el partido. La emoción lo lleva a dar cabriolas en el aire. Claro, todavía faltaban 30 minutos, tiempo más que suficiente para -por ejemplo- ver un capítulo de Friends.

"Tony, disculpá que te joda, ¿pero no me revisás acá el ganglio que medio se me hinchó?" preguntó Romero, y Tony, que es ante todo un caballero, pidió unos segundos para analizar a su colega. ¡Ejemplo!

El diagnóstico fue preciso: "infección de las vías respiratorias, 7 días de amoxidal plus y reposo". La gente de Nacional aplaude a rabiar al veterano mediapunta, que responde alzando los brazos al cielo. Novick también bate palmas mientras el cuarto árbitro (Isaac Glass) le dice "dale, salí de una vez, puto".

Novick entra con todo, y ya en las primeras de cambio, le aplica un rodillazo en la sien a De Pena. "Hacé la denuncia", le grita el calvo aunque barbado volante.

Ferreyra muestra una roja, no sabemos para quién, pero lo que sí tienen claro los jugadores tricolores es que hay que alejar a Taborda de la escena. El scrum funciona a la perfección y hay Taborda para rato. Paralelamente, Papelito baila la Macarena.

Romero se hace echar para poder irse hasta la farmacia a comprar su antibiótico. Alonso se caga de la risa no sabemos de qué, mientras Jona y un compañero no identificado buscan venderle un refresco al cuarto árbitro. "Dale, son 10 pei la Nativa sin gas o 15 el Gatoreit". "Pero la concha de la mona, ¡no tengo sed!" responde Isaac.

Tiempo cumplido. Munúa se manda al área, y... y esto es lo más parecido a una foto del gol del empate que tenemos. Creamé lo que le digo: en ese momento la pelota está por entrar enviada a las mallas por la mano de Papelito.

Un claro ejemplo de que desde el talud no se ve nada: mientras los albos festejan el empate, hay un par de fanáticos carboneros que también festejan. ¿Qué festejan? No lo sabemos. Pero en un país donde se festeja un cuarto puesto en un Mundial, todo es posible.

Tiro libre al borde del área para Nacional. Última jugada del partido. Y Recoba consulta a su amigo línea, que le aconseja pegarle por arriba de la barrera. "Si le pegás fuerte y al palo del arquero te la saca al córner y el culorroto del árbitro lo termina". ¡Juicio!

Recoba obecede, patea, y gol. En esta toma parece que Migliore tiene alguna chance matemática de sacarla. "Vamos a desafiar a la matemática" dijo Migliore, pero no, fue gol. Lacalle Pou también lo dijo, y perdió 56 a 44. Curioso.

Terminó el partido. Se nos jodió la cámara. Justo cuando un fotógrafo amaga con sacarle una foto a Migliore en ese momento tan dramático, pero recapacita, guarda su cámara, y sale corriendo.

Emoción desbordante para los tricolores. Bava no puede contenerse, toma a Recoba de la cintura y comienza a felarlo en el medio de la cancha, mientras sus compañeros hacen fila para emularlo.

Eso es un ídolo: Alonso se tira al foso, lo cruza, se trepa el alambrado y le regala su casaca a un inadaptado de siempre. Esperemos que no tuviera ninguna herida cortante, pues de otro modo, fallecerá pronto.

Que nunca falten los hinchas de Peñarol que en el momento menos indicado te hacen un "5" con las manos.

Se va el partido con varias constataciones. Por ejemplo: Alonso está todo marcadito, precioso botija. Y ahora sabemos por qué El Marto no aparece: está dedicado al mundo de la fotografía. ¡Enhorabuena! Felicitaciones a los hinchas de Nacional por la felicidad, y a los de Peñarol que se la bancaron estoicamente.

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