Press Start: Más vivos que nunca

Los Sims fue un juegazo. Masificó y amplió los límites del género de simulación de vida, llevando el mundo de los videojuegos a nichos de mercado a los que no se les prestaba atención en el momento de su lanzamiento, siendo el género femenino el más llamativo. Pero llego un momento en que el juego se fue quedando atrasado: los gráficos que simulaban un 3-D pero que realmente eran objetos planos en 2-D que se veían desde 4 puntos de vista comenzaban a verse poco interesantes, los propios Sims se veían inexpresivos y robóticos en sus movimientos y sus relaciones con los otros humanos virtuales eran demasiado planas (no reconocían distinción entre familiares, esposos, vecinos, etc.)

Todo esto cambiaria en 2004 con la llegada de Los Sims 2, la primera secuela verdadera tras la horda de “packs de expansión” que ampliaron el juego original, una estrategia que Maxis, la empresa creadora, mantendría en este caso, con aún más packs.

De todas maneras, Los Sims 2 fue el salto de calidad necesario para la serie, y marcó una nueva revolución. Con gráficos totalmente en 3-D el movimiento y la vista de nuestro juego se hace más diversa y cercana, lo que permite ver las expresiones faciales de los Sims, que ahora son mucho más realistas, aunque también mucho más caricaturescos.

Este mayor realismo se ve profundizado por la incorporación de las “aspiraciones” una serie de metas que debemos cumplir para que nuestros personajes sean felices, y que van desde servir un determinado tipo de comida a conseguir un nuevo trabajo, tener un hijo (que se crea en base a los genes de la familia, o sea que los rasgos faciales y de personalidad se pasan de una generación a la otra) o meterle los cuernos a tu mujer con el mucamo(¡).

Además, se incorpora un ciclo vital al juego en contrapartida a la primer parte donde los niños eran niños siempre y los adultos también. En Los Sims 2 nuestros personajes son bebés, luego infantes (etapa donde deben aprender a caminar, ir al baño solos y a hablar), después niños, continúan como adolescentes tras lo cual se convierten en adultos para luego pasar a ancianos hasta que la huesuda los venga a buscar 

(literalmente).

Se expandió también el aspecto de las relaciones: los sims distinguen a sus familiares, esposos, conocidos, amigos de toda la vida, alguien que les gusta, etc, lo que amplía también el intercambio social con el resto de los habitantes del barrio.

Todos estos nuevos elementos fomentaron a los jugadores a crear videos con el editor que el juego trae incorporado, elaborando complejas historias que se pueden difundir online para disfrute de la inmensa comunidad de seguidores del éxito de Will Wright.

En 2009 se lanzó Los Sims 3 (obviamente que con su respectiva tanda de expansiones y complementos).  Las principales novedades son la mayor perfección al momento de crear a los Sims, lo que les otorga mayor variedad entre si, y la expansión del elemento social: hasta este momento simplemente controlábamos a una familia dentro de su casa, aunque gradualmente se fue posibilitando visitar otros lugares del barrio. Con Los Sims 3 podemos salir en cualquier momento del hogar y visitar vecinos, ir a centros comerciales o parques o incluso acompañar a nuestros personajes a su lugar de trabajo o de estudio, algo imposible hasta ese momento.

El sistema de “aspiraciones” que dominaba a su antecesor fue reemplazado por los deseos, que funcionan de forma similar, aunque al cumplirlos o no se obtienen “estados de animo” como “hambriento”, “limpio”, etc.

Además, la personalidad de nuestras “mascotas virtuales” se define en base a una serie de rasgos, como el ser torpe, generoso, suertudo, y un largo etcétera.

Tal parece que este año tendremos Los Sims 4. No se sabe mucho todavía, pero promete más inteligencia y emocionalidad para nuestros personajes, así como un mayor componente on-line, que parece ser hacia donde apuntan la mayoría de los juegos de hoy.