Todo sigue igual

En todos los sentidos, todo sigue igual. Los líderes del Clausura siguen siendo Fénix y Nacional, Peñarol pudo acomodarse para no jugar este fin de semana porque llegó muy cansado de Venezuela y tiene que jugar el martes por Copa, y la violencia volvió a decir presente en nuestras canchas. Una violencia, como siempre, inexplicable. 

El sábado de tarde se dio un muy buen partido (se está haciendo habitual que los equipos chicos den buenos espectáculos) entre Danubio y Liverpool. Apenas comenzado el partido, la expulsión de Chevantón por exceso verbal con el línea hizo que el partido se hiciera cuesta arriba para el negriazul. Enseguida de la expulsión, Mayada hizo el primer gol para Danubio. Unos minutos después, el propio Mayada se iba expulsado por doble amarilla. El primer tiempo se iba con el 1-0 para la franja. A los 15 del segundo tiempo Danubio haría el segundo gol, a través de un buen cabezazo de Ricca. Mejoró Liverpool después del segundo del local, buscando el empate. A falta de 20 para el final, entre Moreno y Fabianesi convirtieron el descuento para los de la cuchilla, pero no pudieron llegar al empate. Al final el triunfo fue para Danubio, pero el triunfo se lo podía haber llevado cualquiera de los dos. La expulsión de Chevantón condicionó todo el resto del partido. El sábado además Wanderers goleó por 4-0 a Cerro Largo y quedó segundo en el Clausura y en posiciones de Sudamericana en la Anual, mientras que el arachán no puede salir de las posiciones de descenso. En el Prado jugaban River Plate y Cerro. Ganaba River con un gol del zurdo Rodríguez, cuando una pedrada que partió de la barra brava de Cerro dio en el rostro de un policía. La policía le dijo al juez que el partido no podía seguir y, en acertadísima decisión, Roberto Silvera suspendió el partido a los 34 minutos del segundo tiempo. En el correr de la semana se sabrá que tipo de sanción le cabe al equipo de la Villa. Seguramente sea una sanción dura, motivada por el accionar de esos pocos que no se pueden (o no se quieren) erradicar de las tribunas, y que tantos dolores de cabeza le dan a los verdaderos hinchas. 

El domingo de mañana (si, volvieron los tan queridos domingos de mañana), en el Parque Roberto, Racing recibía a Fénix. La visita venía en punta en el clausura, mientras que el local había ganado uno y perdido el otro. El resultado final fue 3-0 a favor de Fénix, una goleada que no representa fielmente lo sucedido en la cancha. Racing jugó bien, tuvo la pelota, pero al igual que contra Nacional, no supo terminar bien las jugadas que creó. Fénix fue efectivo en el primer tiempo, hizo los tres goles y en el segundo tiempo se dedicó a conservar la ventaja. Gran victoria para los de Capurro, que siguen como líderes del clausura. Racing muestra buen fútbol, pero no puede concretar en el arco lo que muestra en el juego.

En la noche, Nacional y Sud América jugaron en el Centenario. El primero tiempo se fue 0-0, y no era bien jugado por ninguno de los dos equipos. En el segundo tiempo el panorama fubolístico mejoró en parte, Nacional atacó un poco más, y a través de un penal bien cobrado, Iván Alonso, el salvador de Nacional en este campeonato, abrió el marcador para los tricolores. Pocos minutos más tarde, el mismo Alonso tiró un centro que terminó saliendo al arco, y se transformó en el segundo gol de Nacional. Un gol que cerró el partido a falta de más de 20 minutos, ya que el centenario equipo buzón nunca pudo llevar peligro al arco de Munúa. Tres puntos que mantinen a Nacional en lo más alto del clausura y de la anual, dos puntos por encima de Danubio. El domingo además, Defensor ganó su primer partido oficial del año, tras derrotar por 2-1 a Juventud como local, mientras que en Florida, El Tanque Sisley derrotó por 1-0 a Miramar Misiones, y quedó a tres puntos de la punta del clausura. El partido de Peñarol y Rentistas se suspendió para cuando Peñarol pueda jugarlo, ya que está muy ocupado con la Libertadores.

Esto fue la tercera del clausura, amigas y amigos. Lamentablemente, vino con violencia.