Misión Alacrán - Definición (partido#10)

Consigna: enviar -mail mediante- una composición poética que incluya una lista de palabras preestablecida. Cada concursante puede enviar una sola composición. Gana la más hilarante.

Lista de palabras preestablecida: sorete, abigeato, golpiza, escroto, Ruggeri, clavel, leche y masticando. Plazo: 20 horas de lo que es hoy. ¡Ganó Pipicui! Ergo la tabla queda así: X 5-5 FPPK. ¡Campeón el TETA! ¡TETA campeón, señores!


Participante#1 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

“Amor a lo Peñarol ”

Qué decir amor mío?

Qué decir que no te haya dicho ya?

Cuando te veo dormida…oh amor!

Es como ver a Ruggeri  con el escroto de afuera

 y un clavel en el culo.

Y cual abigeato intentando no despertarte,

te robo un besito.

Aún tienes aliento a leche,

pero no me importa.

Y aunque a veces me enoje

y me den ganas de darte una golpiza

bien sabes que no soy un sorete

y me quedo masticando la rabia

sin tocarte un pelo.

Porque un hombre de verdad

no le pega a su mujer.

Así de grande es mi amor por ti.

Por siempre tuyo, Kurco.

Vea el resto:

Participante#2- - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

Esta vez tenía razón El Nacho.

Estaba indignado, y tenía sus motivos.

Él sabía que le había errado la otra vez… Pero ahora era él quien clamaba por justicia.

Todavía estaba muy fresco en su memoria el recuerdo de aquella noche que pasó en la comisaría.

Y no era para menos...

Pensar que todo empezó porque el quería demostrar las virtudes de la soja transgénica.
Pero, claro, no todos opinaban lo mismo.

Y en el pueblo no le perdonaban que fuera hombre de izquierda.

Creo que ése fue el verdadero motivo de aquella pelea.

¿Cómo podía ocurrírsele a El Nacho que en un pueblo de gente tan tradicionalista, que siempre había votado al Partido Nacional, iban a aceptar así nomás a un admirador tan ferviente de Marina Arismendi?

Pero eso no lo detuvo a la hora de mezclarse en aquella charla…

Estaban todos esa noche en la cantina.

El comisario, el carnicero, Don Jaime el joyero, Antonio el padre de Andresito (aquel botija que había ido a probar suerte a la capital como puntero izquierdo en Basáñez), y hasta el cura párroco.

Y grappa va, caña viene, la charla derivó para el lado de la soja.

Y ahí reventó todo.

El Nacho tuvo la infeliz idea de decir que lo mejor que le había pasado al mundo era la soja transgénica…

¿Para qué?

Las miradas cayeron sobre él como fulminándolo…

Don Jaime, hombre chapado a la antigua si los hay, se levantó de su silla, al grito de - “Pedazo de Sorete! Vos decís eso porque sos un zurdito!”-

El carnicero, hombre poco afecto a las peleas, sorprendió a todos uniéndose a la acusación: - “Si, una bosta, como todos los zurditos”…

Don Antonio, el padre de Andresito, que era medio sordo de una oreja, escuchó esto y como siempre entendió cualquier cosa. Saltó como resorte… “- ¿Qué pasa con los zurdos? Mi hijo era zurdo!.. No tuvo suerte, pero era buen puntero izquierdo!”… Mientras soltaba una lágrima, recordando aquel partido en que su hijo al fin iba a ser titular en el Basáñez, contra San Lorenzo de Argentina, aquella noche de Copa Libertadores…

Un pase bien puesto por el número 10 de del Basáñez, una corrida, un sombrerito al primer marcador que le salió al cruce, el intento de eludir al Jás de San Lorenzo, un tal Ruggeri…

Pero claro, se engolosinó el botija y lo quiso pasar tirándole un caño…

El inevitable ruido… Crack!

Lo habían quebrado al pibe.

Por eso lloraba don Antonio.

Le habían cortado la carrera al gurí, cuando tenía casi listo el pase para irse al Ravenna de la tercera división de Italia. Un equipo con un escudo por demás curioso: Una pizza y un clavel.

Mientras los recuerdos ahogaban al pobre hombre, en el bar ya todo era un pandemónium…

El carnicero agarrando del cogote al comisario, el cantinero a las trompadas con Don Jaime, y El Nacho en el piso, retorciéndose de dolor por una patada en los huevos del cura párroco, que le dejó la voz finita y el escroto colorado por tres días…

Como era de esperar, esa noche terminaron todos en la comisaría.

El Nacho fue quien llevó la peor parte.

No solo le tocó comerse la tremenda golpiza del curita, sino que también lo culparon de originar todo el desbarajuste.

Claro, no solo era por lo de la soja… Nadie le perdonaba el hecho de que fuera hombre de izquierda.

Pero como dijimos al principio, ya hacía tiempo de aquella noche, y esta vez era diferente.

Esta vez él tenía razón.

Se había largado hasta la comisaría para hacer una denuncia por abigeato.

Hacía varias noches que le venían robando el ganado.

Primero fue un toro reproductor que había salido segundo en el concurso de la Rural, otra vez un par de terneros jóvenes, y la última noche se le habían llevado a la vaca lechera preferida… La Analía.

Curioso nombre para una vaca…

Lo cierto es que esta vez El Nacho necesitaba al comisario.

Pero el comisario no le dio pelota.

Era de esperarse.

No lo querían en el pueblo.

No le perdonaban esa calcomanía en su 4x4.

Esa que decía “Yo si los voté”.

Y por eso sabía que era difícil que alguien lo ayudara.

Por eso no insistió demasiado al comisario.

Y se fue con la cabeza gacha, masticando su bronca, sabiendo que no conseguiría nada.

Decidió hacer una parada en el bar antes de volver al rancho.

Pero no tenía ganas de tomar alcohol.

No le quedaban fuerzas ni para eso.

Se acercó a la barra, y aún sabiendo que no era santo de la devoción del cantinero, pidió:

- “Un vaso de leche fría, por favor”

El cantinero lo miró de arriba abajo, pensó un instante, y finalmente, mientras llevaba sus manos a su zona genital, le dijo:

- “¿Leche?”… Leche la del carbonero, papá!!”

Vea cómo se resolvió la etapa 9.

El FPPK dijo cara, y salió cara. Resultado parcial: FPPK 5-4 X.