Una vez más, los equipos grandes de nuestro fútbol se vieron las caras en el marco de las finales del Campeonato Uruguayo. Aunque en esta oportunidad, el resultado deportivo pasó a un segundo plano.
El panorama previo a la disputa del clásico del sábado resultaba antagónico respecto al registrado apenas 72 horas antes, en ocasión del que fuera sentenciado con dos anotaciones de Santiago (el) Morro García, un hombre al que hemos defendido a capa y espada cuando todos lo acusaban de estar gordo, y de salir con una modelo rubia. “Ojalá”, comentó el moreno elemento en la oportunidad de ser consultado sobre el segundo particular.
Es que nadie pudo permanecer indiferente ante lo ocurrido la noche del miércoles 12 en el Centenario, cuando 40.000 almas carboneras concurrieron al Coloso de Cemento sin otra idea en la cabeza que la de masacrar a su rival tradicional. Cuyos hinchas apenas si se contentaban con exhibir la flamante bandera gigante, o con la idea de que una derrota pudiere permitirle a Eduardo Acevedo proseguir su fulgurante carrera en el fútbol guatemalteco. Pero el partido se jugó, Nacional lo ganó claramente, Acevedo festejó su permanencia eterna de cara a la tribuna que ahora lo vivaba, y la parcialidad carbonera apenas si se solazó golpeando ferozmente a las 120 señoras de edad que supieron ser la única representación tricolor en la tribuna Olímpica.
Pero la historia cambió en lo previo al match del sábado. Para empezar, Nacional ya no pudo contar con su lateral Christian Núñez, negociado en operación relámpago al Manchester City. Tampoco con Mario Regueiro, a quien se le diagnosticó una epilepsia leve pero perenne, que sería la causante de su sonrisa eterna. Ni con el propio Morro García, que los sábados ensaya con Sarabanda, merced a su físico de mama vieja. Acevedo se vio así obligado a alinear a tres hombres muy queridos por la hinchada, como Teto Goñi, Torero Balsas y Viruta Vera.
Por su parte, en filas adversarias, el entrenador Diego Aguirre dio ingreso al temperamental Ruben (el) Pollo Olivera. “Lo meto de entrada, así en el segundo tiempo lo saco y con el envión anímico de ya no tenerlo, les pasamos por arriba” manifestó el estratega carbonero.
Pero todos los análisis tácticos previos, perdieron validez cuando con apenas 10 minutos de partido, y con el score favorable a Nacional (2 a 0 con dos anotaciones de Goñi), se produjo la hecatombe.
Ya lo dijo el Doctor Da Silveira: “la gente de Peñarol no estaba preparada psicológicamente para perder”. Y dicho y hecho: pese al exhaustivo operativo policial al interior de la tribuna Olímpica (consistente en la colocación de una cinta con la inscripción “no pasar” entre ambas parcialidades, cinta que para peor era aurinegra, por lo que los parciales albos no dudaron en robarla rápidamente), el segundo tanto del espigado lateral izquierdo -tras un outball que rozó en la nuca del Pollo Olivera- desató una nueva estampida generalizada de hinchas carboneros sedientos de venganza.
Golpes, corridas, banderas robadas, celulares básicos utilizados como proyectil, fueron algunos de los componentes básicos de una histórica refriega que dejó a varios parciales magullados. Mientras, en la cancha y con las acciones detenidas por el colegiado de turno, los ágiles respondían de las maneras más disímiles: Diego Alonso levantaba los brazos de cara a la hinchada carbonera para luego girar y pedir disculpas a la parquense; O. J. Morales ingresaba a la Platea América para explicarle a un niño que tomaba una Coca que si es bolso, ha de tomar “Pesi”; el Pato Sosa golpeaba su cabeza contra el vertical izquierdo del arco de la Ámsterdam al grito de “esto es Peñarol”; Vera y Alcoba departían amistosamente en el centro del campo sobre el flagelo de la pasta base; y el Chapita Blanco abría una galleta de la fortuna en el facebook.
El encuentro se suspendió, y ya nadie sabe si volverá a jugarse. No se descarta que ambos equipos pierdan los puntos, y se declare Campeón Uruguayo a Fénix, acaso para darle una alegría al Charles Bronson oriental, el propio Jorge Baíllo.
Pero lo cierto es que el pasado sábado, perdimos todos.
Porque como decía el pensador panameño José Luis Garcés: “así es la vida, y así es el fútbol”.
(Publicado en Guambia, 15 de mayo de 2010).
El panorama previo a la disputa del clásico del sábado resultaba antagónico respecto al registrado apenas 72 horas antes, en ocasión del que fuera sentenciado con dos anotaciones de Santiago (el) Morro García, un hombre al que hemos defendido a capa y espada cuando todos lo acusaban de estar gordo, y de salir con una modelo rubia. “Ojalá”, comentó el moreno elemento en la oportunidad de ser consultado sobre el segundo particular.
Es que nadie pudo permanecer indiferente ante lo ocurrido la noche del miércoles 12 en el Centenario, cuando 40.000 almas carboneras concurrieron al Coloso de Cemento sin otra idea en la cabeza que la de masacrar a su rival tradicional. Cuyos hinchas apenas si se contentaban con exhibir la flamante bandera gigante, o con la idea de que una derrota pudiere permitirle a Eduardo Acevedo proseguir su fulgurante carrera en el fútbol guatemalteco. Pero el partido se jugó, Nacional lo ganó claramente, Acevedo festejó su permanencia eterna de cara a la tribuna que ahora lo vivaba, y la parcialidad carbonera apenas si se solazó golpeando ferozmente a las 120 señoras de edad que supieron ser la única representación tricolor en la tribuna Olímpica.
Pero la historia cambió en lo previo al match del sábado. Para empezar, Nacional ya no pudo contar con su lateral Christian Núñez, negociado en operación relámpago al Manchester City. Tampoco con Mario Regueiro, a quien se le diagnosticó una epilepsia leve pero perenne, que sería la causante de su sonrisa eterna. Ni con el propio Morro García, que los sábados ensaya con Sarabanda, merced a su físico de mama vieja. Acevedo se vio así obligado a alinear a tres hombres muy queridos por la hinchada, como Teto Goñi, Torero Balsas y Viruta Vera.
Por su parte, en filas adversarias, el entrenador Diego Aguirre dio ingreso al temperamental Ruben (el) Pollo Olivera. “Lo meto de entrada, así en el segundo tiempo lo saco y con el envión anímico de ya no tenerlo, les pasamos por arriba” manifestó el estratega carbonero.
Pero todos los análisis tácticos previos, perdieron validez cuando con apenas 10 minutos de partido, y con el score favorable a Nacional (2 a 0 con dos anotaciones de Goñi), se produjo la hecatombe.
Ya lo dijo el Doctor Da Silveira: “la gente de Peñarol no estaba preparada psicológicamente para perder”. Y dicho y hecho: pese al exhaustivo operativo policial al interior de la tribuna Olímpica (consistente en la colocación de una cinta con la inscripción “no pasar” entre ambas parcialidades, cinta que para peor era aurinegra, por lo que los parciales albos no dudaron en robarla rápidamente), el segundo tanto del espigado lateral izquierdo -tras un outball que rozó en la nuca del Pollo Olivera- desató una nueva estampida generalizada de hinchas carboneros sedientos de venganza.
Golpes, corridas, banderas robadas, celulares básicos utilizados como proyectil, fueron algunos de los componentes básicos de una histórica refriega que dejó a varios parciales magullados. Mientras, en la cancha y con las acciones detenidas por el colegiado de turno, los ágiles respondían de las maneras más disímiles: Diego Alonso levantaba los brazos de cara a la hinchada carbonera para luego girar y pedir disculpas a la parquense; O. J. Morales ingresaba a la Platea América para explicarle a un niño que tomaba una Coca que si es bolso, ha de tomar “Pesi”; el Pato Sosa golpeaba su cabeza contra el vertical izquierdo del arco de la Ámsterdam al grito de “esto es Peñarol”; Vera y Alcoba departían amistosamente en el centro del campo sobre el flagelo de la pasta base; y el Chapita Blanco abría una galleta de la fortuna en el facebook.
El encuentro se suspendió, y ya nadie sabe si volverá a jugarse. No se descarta que ambos equipos pierdan los puntos, y se declare Campeón Uruguayo a Fénix, acaso para darle una alegría al Charles Bronson oriental, el propio Jorge Baíllo.
Pero lo cierto es que el pasado sábado, perdimos todos.
Porque como decía el pensador panameño José Luis Garcés: “así es la vida, y así es el fútbol”.
(Publicado en Guambia, 15 de mayo de 2010).
32 comentarios:
Yo para mi que la risa sardónica del propio Marito es producto de un Tétanos mal diagnosticado el cual lo aquejara de chiquito
Por suerte para la familia del fóbal (sobre todo la nacionalófila) dicha tragedia no se dará la próxima semana. Una final del Uruguayo un martes a la hora del Té... Regio!!!
Excelente
Evidentemente cuando "adaptamos el calendario al europeo" también adaptamos los horarios y jugamos según la hora de España... o de Europa, mejor dicho.
Gianni Bismarck igual quedó en la tribuna no? por más lesionados el igual se aleja de la titularidad.
Reies: ¿cómo se va a cubrir el mundial por parte de este blog?. ¿Se permitirán las entradas de los colaboradores para comentar off-viú los apasionantes partidos Suiza-Honduras o Argelia-Eslovenia?
Aplauso de dorso de mano, excelente columna.
Lo de la cinta pare de peñarol, y lo de los celulares - basicos - .
memorable.
En cuanto se vendió Núñez? Porque cuando jugaba en cerro yo me compre el 27% del pase.
Al jeque dueño del Manchester City le debe haber gustado Nuñez porque tiene tremenda cara de árabe como él, seguramente. Cristian "Sabib Al Habab" Núñez, deberían llamarlo. Menos cara de "Pichón" tiene, con todo respeto.
bueno, hay mala onda con los arabes?
No, al contrario, lo mencioné como un aliciente para recalar en el Manchester City. Y lo opuse al término "Pichón".
Lo peor parece ue fue cuando la horda de inadaptados carboneros se abalanzó sobre Alarcón al grito de ¡¡¡¡Maten a la godra canosa!!!
La de la foto escondida es Lucía Topolansky
Memorable columna.
Como Aguirre no lo puso de titular, el envión anímico de la entrada del Pollo hizo el efecto inverso.
Muy buena como siempre Reyes!
se pondra cambiar la fecha del silveiro??? era este sabado, no???
ah, si ya empezamos con cambiar y cambiar la fecha.
no te enojes perez
tamos.no podes vos este sabado?
Bo, ¿qué le pasa a Acevedo con el chapita Blanco?
Que le pasa a Acevedo?
Está chapita...
Y me cae mal
Si no me querés contestar, Kings, no me contestes...
El asado es este fin de semana sí o sí, tamo?
¿Por qué no juega Blanco? Eso era...
En realidad la pregunta debería ser
Por que dirige Acevedo?
Acevedo la hinchada te banca!!!
la de penarol, claro.
Este sábado? Imposible. Yo no puedo ir. El asado esta suspendido.
Confirmado, la protuberancia que presenta el juez Héctor Martínez en la zona inguinal no se trataría de una hernia sino del afamado periodista Jorge "Tete" Da Silveira, que desde el pasado día sábado se mantiene prendido succionando su zona pudenda.
estoy contigo juando!!!!
A cagar viejo!, hace un mes se voto la fecha.
Gracias a todos y a todas por los conceptos.
Fagalde: en efecto, cada partido tendrá su entrada correspondiente (relativa a la TPLMP WCUP), en la que también tendrá lugar el relato de cada uno de los encuentros.
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