Top ten - Independencia.

Primero, una confesión. Estoy teniendo problemas para hacer mis rankings de 10 items, así que una vez más los estafaré. El problema es que no tengo PC propia dado que a esta se le ocurrió emigrar al más allá, así que estoy mendigando banda ancha por ahí y no me da el tiempo de terminarlos antes de que me arresten. Hoy llegué a diez, pero sobre la hora. Descubra cual es el que salió a las apuradas. Hay cosas peores en la vida.

En fin. A los 12 o 13 años te empieza a crecer pelo en el pecho y en las piernas, te cambia la voz, te crece el cuerpo y empezas a mirar algunas mujeres con otros ojos. Y si sos hombre también te pasan algunas cosas que siginifican que estás creciendo.
Hoy no entraremos en esos temas si no que hablaremos del segundo período de crecimiento. En algún momento entre los 18 y los 25 estas cosas te empiezan a pasar, de a poco, sin darte cuenta, haciendo de vos un adulto completo. Digamoslo de una vez, hablaremos de las diez cosas* que te suceden al independizarte. A tono con el bicentenario de La Argentina. Capaz que no linkeo.

10- Maldita computadora.

Así es, antes tenías una vieja Pentium III que cumplía su función. Pero ahora ya empezas a mirar con cariño la vieja máquina de escribir. Un dato, los cybers son un espacio horrible. Huelen feo, y son pegajosos, si no consigo una compu rápido voy a hacer una columna con 10 cosas espantosas que te pueden pasar en un cyber y me va a dar para tres o cuatro capítulos.

9- Domicilio propio

Debería ser un símbolo inequivoco de independencia y socialización. El domicilio propio es el indicador por excelencia de la autonomía y es de lo que nos ocupa esta columna. Pero lamentablemente hay una excepeción a esto, los estudiantes universitarios del interior que si bien tienen hogares propios, siguen sin trabajar, sin pagarse las cuentas, sin obtener ingresos sin cocinarse ni nada. Incluso conozco algunos estudiantes del interior que ni siquiera estudian. Aun así, el domicilio propio es un símbolo de independencia y autonomía; y son la matriz de la que surgen los siguientes podios de este ranking.

8- Cosas sueltas por ahi.

Seguramente durante la convivencia con tu padre, madre (y quizás hermanos) hayas tenido que esconder muchas cosas, y ellos también. Los cajones seguramente fueron altamente valorados por ti para guardar algunos elementos que delataban tus aspectos más íntimos. Pues bien, al mudarte encontrarás que todos ellos salen a la luz y son parte del mobiliario estable, que no se deben esconder de nadie, que salen del closet. Pipas, preservativos, hojillas, botellas e incluso novias que usualmente vivían bajo la oscuridad han salido de la caverna.

7- Comprar cosas inimaginables.

Esta me gusta. Una de las cosas claves de la independencia es que empezarás a valorar algunos aspectos de la vida que antes no existían para vos. Hay muchas cosas que descnocoas, pero para mi experiencia el momento clave es cuando te das cuentas que estas comprando, velas pequeñitas de tipo adorno, inciensos de varios tipos y aromas, pequeñas vasijas y al poco tiempo ya conoces a la perilla el funcionamiento de Tugays, Gaymar y todos los bazares gayfriendly el Uruguay.

6- Constancia de domicilio.

Sábado de noche, lluvioso, descubriendo las dificultades de la vida en tu nuevo hogar independiente, en el bulito que siempre soñaste y decidís alquilar alguna película para pasar el rato. Cuando vas al videoclub descubrís que los tipos te piden una constancia de domicilio para hacerte socio. Y ahí te das cuenta que sos inquilino y la luz está a nombre del dueño, que la tarjeta de crédito que tenés es una extensión de la de tu papi, que el recibo del club no te lo aceptan porque está escrito a mano y que, básicamente, estás fuera. No desesperes, esa noche te mirás una de Chuck Norris en canal 12. Pero cuando te vuelvas un adulto total, tendrás cuentas a tu nombre y con tu propia dirección.

5- El fontanero

Sábado de tarde, estas tirado en el sillón de tu casa p/materna tratando de que tu estómago no se escape por la boca cuando el susodicho adulto se acerca y te consulta acerca de tu disponibilidad para cambiar el cuerito de la cocina o reparar el enchufe de la portatil. Tu respuesta, en el mejor caso, es un leve gruñido o mugido. Depende cada hogar pero posiblemente seas tratado de vago por tu aparato parental o directamente insultado hasta que te decidas a probar suerte en la refacción. Es decir, nunca en tu vida quisiste arreglar nada en tu casa. Pues bien, resulta que ahora se te rompio un cuerito y llamaste al sanitario y te cobro $350 y encima tuviste que ir a la ferretería mientras él hacía el cambio. Rapidamente te cae la ficha y te das cuenta que a partir de ahora todo va a correr por cuenta de tus propias habilidades. Así que, señorcito, la independencia te convertirá en un fontanero de primera línea.

4- Disminucion de la calidad de comidas.

Puchero, tarta de acelga, estofado, pastel de carne. Todas estas cosas quedan fuera de tu dieta por un buen tiempo. Tras haber construido ese sucio y vacio nido de amor unipersonal descubrís que eso a lo que vos llamabas "se cocinar" en realidad es una simple mezcla de arroz, fideos y polenta con distintos queso, latas de arveja o tomates sazonado con espóradicas llamadas a la pizzeria. Tus primeras opciones serán mirar el Gourmet Channel o pedir libros con recetas, pero pronto descubrirás que no sabés distinguir acelga de espinaca ni puerro de berenjenas (esto es más grave). Tranquilo, esto te pasará duranmte 15 o 20 años, pero después volverás a la comida sana; justo cuando le tengas que cocinar a tu hijo.

3- Centro Cultural y Social.

Esto es bastante relativo. Básicamente depende del momento que has elegido para mudarte. Si cortaste el cordón a los 25, no tendrás mayores dificultades, pero si a los 19 ya contabas con hogar porpio, descubrirás una cantidad de amigos que nunca imaginaste.
A los 10 si tus padres te regalaron el family game todos tus amigos empezaron a caer a tu casa en cantidades importantes hasta que finalmente ya venía gente que no sabías quien era a jugar al goal 3 contigo. Esto hasta que El Conejo se compró el Super Nintendo y a partir de ahí fuiste olvidado. Pues bien, tu nuevo hogar cumple la misma función. El primero en mudarse de un grupo de amigos convierte su casa automaticamente en el centro de referencia de todos sus amigos, amigos de amigos, compañeros de estudio y jovenes en general. Incluso algún desubicado te mangueara el espacio para intimar con su novia. Fiestas, reuniones, encuentros, velorios, orgías y cualquier cosa que necesite un espacio se desarrollará en tu casa. todo esto mientras no tengas otro amigo que se mude a un lugar más cómodo que el tuyo. Ahí quedarás afuera, quizás ni siquiera te inviten a las nuevas fiestas. Una pena.

2- Sexo sin ofender a la buena moral, y sin pagar por un techo.

Quizás una de las cosas mas odiosas del período juvenil es la dificultad para mantener tu actividad sexual en algún lugar decente. A menos que estés de novio hace un tiempo tu casa familiar está vedada y tu alternativa pasa por el auto, los bosques o los baños públicos. Por supuesto que esto es de lo más enojoso y a medida que las personas que conoces tiene dignidad rechazarán esta opción y deberás pasar al inescrupuloso mundo de los albergues tranistorios. Tras años de gastar dinero en cuatro paredes y un techo, el domicilio propio te otorgará la posiblidad de interminables y gratuitas noches amorosas, romnaticos desayunos y baños calentitos. O también puede pasarte que cuando te mudes tu época de andanzas haya terminado y te dediques a ver tele los sábados de noche.

1- Llaves abundantes.

A eso de los 12 tus padres te dieron el juego de llaves de tu casa. Posiblemente te toco llevarlo con una cuerda al cuello durante un buen tiempo, hasta que de a poco fuiste ganando la confianza y pasaste al llavero. Tras unos años, y tras haber perdido muuuchos juegos, la cantidad de llaves que tenés en tu poder aumentará considerablemente, demostrando que la confianza que el mundo deposita en vos aumentó.
Primero obtendrás las llaves de tu trabajo, o de dos trabajos, que se suman a la de tu casa, después seguramente empeices a cargar con las de tu bicicleta o el auto de los papis, hasta que finalmente te mudas y tenés un juego nuevo de llaves. Todo esto sin perder de vista que aun tenés las de tu casa original. Con suerte, en este momento, un adulto consolidado, tiene unas 10 llaves en tu poder que te acompañan a todos lados, y que son símbolo de que la sociedad ya te considera un tipo responsable como para cuidar la porpiedad privada.

*Dice diez porque esto es un top ten aunque sea de ocho. ¿y?