¿De qué te reís, bo? II

OTROS BUENOS Y MALOS EJEMPLOS DE COMEDIA
Uno de los recursos más utilizados por el humor televisivo, sin duda, es el sketch. O sea, una situación determinada que se repite emisión a emisión con mínimas variantes para dar pie al gag ya reconocido por la audiencia, y de probado éxito. No es fácil inventar un montón de situaciones diferentes cada semana y, además, a la gente le gusta volver a ver lo que ya le hizo gracia.

El problema es cuando un programa se limita a esas mínimas variantes y cada libreto -pensaría uno en estos tiempos de avances informáticos a pesar de Bill Gates- parece copiado y pegado del anterior cambiándole tres pavadas. El ejemplo más extremo -demencial- fue Juan Carlos Calabró que curró con "Johnny Tolengo" y "El contra" durante más décadas de las aconsejables.

Alguna vez escribí aquí sobre un experimento de Gasalla cuando era un under del café concert reemplazando una palabrota por otra totalmente inocente y transformando a ésta última en una puteada tan horrible como la original. En el caso de Jorge Porcel, nada de reemplazos. Quien haya visto sus espectáculos de revista -yo vi dos en VHS y ni Gavazzo me hace ver un tercero- sabrá que su único chiste era tratar de "pelotudo", "puto" y "culorroto" a todo el resto del elenco. En TV era más light pero no más efectivo. Para sociólogos: típica expresión del porteño chanta en el peor de los sentidos.

Ahora sí, no me quiero olvidar que si de sketchs repetidos hablamos, no se puede dejar de mencionar a la peluquería de Don Mateo, del hijo de Don Mateo y del nieto de Don Mateo. Creo que hubo también un sobrino pero a esta altura ya no me importa. Lo peor de todo es que ni siquiera había UNA sola idea, a menos que se considere idea poner de escenario una peluquería y gente de todo tipo que entra y sale. La mitad de ellas, chicas semidesnudas.

Un ejemplo anterior cronológicamente -hoy la tengo contra los argentinos- que tuve que padecer en mi infancia fue el "teatro" de Darío Vittori. Hace poco lo pasaban en el canal cavernario Crónica TV, lo cual quiere decir que era un programa rutinario y reaccionario. En él todos los veteranos se la sabían todas y todos -pero todos- los jóvenes eran estúpidos e irresponsables. Sus chistes eran escasos y todos eran para el titular, otro ejemplar más pacato del porteño agrandado. Era teatro, sí, pero del peor.

Para que no digan que lo mío es totalmente negativo, desde el Reino Unido (o Gran Bretaña) llegaron buenas noticias. A pesar de haber sido sin duda masacrado por el doblaje -y los cortes- Benny Hill nos demostró cómo puede ser el humor sin repeticiones extenuantes de sketchs en un medio audiovisual. Y repito, audiovisual. No solamente decir chistes viejos o diálogos pretendidamente naturales donde un sufrido secundario tiene que darle pie al capocómico. No, en su caso era un humor tan -o más- visual que hablado.

Para la próxima podríamos seguir con Casero, Capusotto y el agente F86. ¿Qué tal?. Y en la última, el humor hoy, casi totalmente limitado a las series animadas -y extranjeras-.

BONUS TRACK:

Ni publicidad ni nada. Humor del bueno con Benny Hill y lo que se puede encontrar en Youtube, que no es todo lo que uno quisiera:



Otro ejemplo de su estilo. Ojo, el sonido está muy pero muy bajo.



No podía faltar -de ninguna manera- alguna de sus persecusiones:



Tampoco podía estar completa esta reseña del gran Benny sin el viejito petiso y unas palmaditas en la pelada:



Y para terminar -aunque yo pondría 20 videos más- una sátira a los intelectuales y a los críticos de cine volados. Lamentablemente sin doblaje, así que la gracia queda limitada a los que entienden inglés. El "crítico" se mata dando interpretaciones vanguardistas de la última película de Benny pero éste le encuentra explicaciones mucho más terrenales.