miércoles, 14 de octubre de 2009

Una historia de vida


Para Ernestito Volantín la pasión por los autos fue innata, de muy pequeño pasaba horas del fin de semana jugando dentro del auto de su padre, tenía autitos de colección de todo tipo que cuidaba con gran dedicación. Siendo además hiperactivo, no tardó en aprender a conducir ni bien alcanzó los pedales del auto.

Ya de grande le pidió unos mangos al viejo e inició su propio negocio de compra venta de autos.
Comenzó humildemente por lo que los compraba, lavaba, lustraba, arreglaba, vendía, hasta de escribano hacía, un día consiguió un préstamo especial para PYME en un banco de plaza e hizo florecer su negocio

Con el paso del tiempo formó su familia y, como director de la empresa, se daba el gusto de manejar los autos con los que siempre soñó. Seguía siendo un gran hiperactivo por lo que cuando manejaba solía hablar por teléfono, prenderse un cigarro, cambiar la radio, discutir con su señora y la suegra (vieja de m...), controlaba que los niños no le ensuciaran el tapizado, le abría la ventana al sultán para que respirara mejor, hasta le hacia algún “guiñe” de luces a las chicas en la vereda.
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Era el que tocaba bocina en el semáforo ni bien se ponía verde aunque estuviera 50 puestos para atrás, se te colaba por la derecha, era el de adelante que se peleaba con el de atrás y el de atrás que se peleaba con el de adelante, hasta que PUM!!!!

Se escrachó contra un aviso de vía pública que decía: “ Cuando conducís sos una unipersonal, el único Banco interesado en ti es el de Órganos, Poné atención al tránsito”.....

Viviendo y embistiendo

A veces me pregunto si la gente que sale de los garages en repecho a los bocinazos y acelerando no sufre algún tipo de consecuencia psicológica debido a esto. En algún momento debería agobiarlos la angustia por imaginar que un día de éstos se cruzarán con un niño en bicicleta que abstraído en sus juegos no los escuchará, algún viejito que pasea con su perro, tan veterano y sordo como él, al que le deje la correa como souvenir de su vida juntos, adolescentes con MP3, es larga la lista no?

Entonces no valdrá la pena practicar un poco la salida para ver si podemos regular el embrague con el acelerador y salir suavemente?

Hay posibilidades de llegar al borde, frenar, colocar el freno de mano y después cuando estén seguros salir?

Podrán decirme que no hay ninguna estadística que sindique este estilo de conducción como un flagelo para el alicaído crecimiento demográfico de nuestro bendito País, y tendrán razón, por otro lado me parece que sería realmente inútil que algún día tengamos que lamentar una fatalidad por éste tipo de prácticas.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Impresionante Sinca.
Cammarota un poroto al lado tuyo.
Y la reflexión final imponente. Muy profunda.
Arriba!

Sinca Bellos dijo...

Gracias Nacho querido.

Andrés Reyes dijo...

La verdad, la engalanaste.

Yo tengo que confesar que manejando soy bastante poronga, pero lo que mejor hago es regular embrague con acelerador para ir bien despacito, sobre todo para estacionar en reversa (algo que hago con la exactitud de los grandes).

Confieso que nunca pasé tanto miedo como en cierta oportunidad en la que, en pleno 31 de diciembre, un amigo de mi padre se ofreció a llevarnos a casa. Hubo que ir a buscar el auto, que estaba en el quinto piso de un estacionamiento. ¿Me pueden creer que el hijo de puta hizo todo el recorrido con el acelerador al mango, pasando a 3 centímetros de las columnas y sin detenerse en la salida? Lo recuerdo y se me revuelve todo. Lo lindo es que al salir, espetó "una pena que ya no lo puedo hacer rápido, porque se me joden los amortiguadores".

Ese día comenzó mi romance con las velocidades moderadas.

Sinca Bellos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sinca Bellos dijo...

Gracias Señor Director, creo que lo suyo es la cerrajería ante todo, que no se entere Z que es especialista en Marcha Atrás eh!!

Confieso que me gusta hacerme el Volantin cuando bajo del estacionamiento de Autoparque atrás de la Española, asi están las paredes también....

Carles dijo...

Grande Sinca. Yo soy un conductor cauto y paciente, pero cuando se dan las condiciones, por ejemplo si manejo un auto potente o si la carretera está desierta, se me vuela la chaveta. Con mi pato no puedo levantar mas de 120 (eso marca) en una recta en bajada de mas de 200 metros. La verdad es que la pequeñez del motor mantiene a tiro el psicópata que llevo adentro.

Sinca Bellos dijo...

Buenísimo Carles, el pato es un clasico que nunca será olvidado.

3CV no? el Celeste o el Aguilera no se si valdrá la pena recordarlos tanto...

dejamuchacho dijo...

Muy bueno Sinca.
No es facil la salida de algunos estacionamientos, es verdad.

Sinca Bellos dijo...

Gracias Deja, creeme que para el Sr. Director es aun más.