El lanzamiento editorial del año y está acá

Ganó Nacional -nos ganó, en realidad, y jugamos bastante mejor que lo que lo hacíamos últimamente- empató Peñarol, Danubio es el nuevo líder y Wanderers pasó de fase en la Libertadores. Bla, bla, bla. Lo que le importa a toda la afición deportiva -y no tanto- es que por fin llegó a los estipendios culturales del Mercosur el libro digital que impactará como un avión con copiloto suicida en el periodismo deportivo del continente y será un manual de referencia obligatorio para todo estudiante o profesional consolidado que pretenda abrir la boca y decir algo sobre el fútbol nacional, continental o mundial. Qué lo parió.


Sí, blogueras y blogueros: Ya el Ce lo pasó a pdf y está en nuestras manos -o en nuestro disco duro, para ser exactos- "El Decano es Albion", el postergadísimo libro digital que recopila las columnas pergeñadas por este servidor en este mismo batiblog. Si todos curran con reediciones y recopilaciones, ¿por qué yo no?.

¿Qué tengo que hacer para conseguir semejante joya literaria? -es la pregunta que se hacen millones de uruguayos, mientras se bajan los lienzos, por las dudas. Muy simple, contesto yo, medio pilladito. Basta con pedirlo en esta misma entrada. Nada de cupones, cheques, sorteos ni petes. Usted comenta en esta entrada pidiendo el libro y dejando su dirección de correo electrónico y en el correr del fin de semana se le enviará así nomás. Digo, lo envío en unos días porque no voy a estar todo el tiempo mandando mails y subiendo archivos adjuntos. Puede agregarle alguna frase para masajearle el corazón al autor, del tipo "Faga, sos lo máximo"; "Vamo el Racing, que este año vuelven a la Copa"; "Médica Uruguaya: sos amarga" o "Quiero tener sexo duro contigo".

Lo mejor de cuatro años (2010-14) de esta columna que no se parece a ninguna otra (suponemos que para bien), con algún material inédito y una nota aparecida en "Brecha", durante el brevísimo tiempo en que aparecieron en ese medio de prensa revolucionario notillas firmadas por este amanuense sobre el más imperialista de los deportes. Profusamente ilustrado -inclusive por algunas tetas, aunque la mayoría del material semiporno quedó arafue- tiene algunas páginas medio desconchinfladas por el mencionado parásito del MIDES al pasarlos al formato pdf, pero no le puedo decir nada porque lo quiero. 

Esta semana contamos con la presencia de la candidata a la presidencia de Polonia Magdalena Ogórek. No es que comparta necesariamente sus propuestas, aunque es de izquierda. Medio ligth, eso sí, pero no es poco en un país medio fachito. Tiene 36 años, es historiadora, se baña todos los días y no tiene caca en las botas. Todo lo que quieras, pero lo importante es que está muy fuerte. No conseguimos fotos a lo Daysi Tourné porque está en plena campaña, pero desde aquí intentaremos agendarnos una reunión con Magdalena para regalarle el libro y conversar sobre candidaturas conjuntas.

GALEANO Y YO
-Eran las elecciones de 1989 y a Schubert Pérez y/o a Canal 10 se le ocurrió algo que no era la mar de novedoso pero sí, un pequeño cambio a la rutina de las entrevistas electorales: invitar al candidato con tres o cuatro tipos conocidos que no fueran de la política que lo respaldaran. Cuando le tocó al que iba a la presidencia por el Frente (Seregni, nada menos) llevó a Ildo Maneiro, la finada China Zorrilla y a Galeano. Cuando mi vieja escuchó hablar a éste último, me preguntó en qué lista estaba que lo quería votar.

-Varios años después estoy conversando con mi ex suegra peruana, profesora de Literatura ella, y cuando me dijo que admiraba al autor de "Memorias del fuego", compatriota mío, se me ofendió cuando le respondí que a mí, como escritor, no me gustaba nada. -Cómo no te va a gustar, si es compatriota tuyo, argumentaba pero le contesté que mucha gente desagradable también era uruguaya. Y no hubo forma que me entendiera.

En realidad, Eduardo Hugues Galeano no me era desagradable. Teníamos algún amigo -y algún lugar de reunión- en común pero no llegamos nunca a coincidir. Los testimonios que tengo coinciden en afirmar que como persona era mucho más comprensivo y flexible que su obra. Tenemos que recordar, para ser honestos, que el tipo creció en un mundo maccarthista, oscuro, maniqueo, propio de un clima de guerra fría que se la hizo comer doblada a nuestro sufrido continente. Y si hasta el mismo Galeano reconoce que su best seller "Las venas abiertas de América Latina" es pesado, fanático y difícil de digerir, también hay que decir que es un libro hijo de su tiempo, cuando el discurso abrumadoramente dominante en la sociedad era igual de bruto pero en sentido opuesto. Y mucho más mentiroso.

Podrá criticársele a "Las venas..." que sea pesado y en blanco y negro, así como podrá decirse que, de ahí en más, Galeano se dedicó a ser un escritor sentencioso, conservador en lo literario (o sea, siempre escribía igual), exageradamente politizado, un poco obvio y bastante flojo cuando quería dedicarse a la ficción o a la poesía. Basta como ejemplo de algo que conozco bien, lo erróneo de sus retratos en "Memorias..." de un codicioso, egoísta y despreciable Charles Chaplin en contraposición (siempre en extrema contraposición) con un alcóholico, desgraciado, simpático y generoso Buster Keaton. Muchas veces meaba fuera del tarro, pero lo peor es que la realidad que denunció durante décadas sigue siendo igual, las más terribles injusticias siguen ocurriendo en este mundo y el discurso dominante sigue siendo tan falso como cuando él comenzó a escribir.

Alguna gente comenta positivamente la película argentina recién estrenada "El 5 deTalleres", (*) dirigida por Adrian Biniez, autor anteriormente en Uruguay de "Gigante". No la vi aún, pero sí puedo decir que el nuevo cine argentino suele traernos películas inteligentes, con un lenguaje común muy creíble. Algo que suele fallar en el escaso cine que se hace en nuestro país.

Hay pocas películas de ficción sobre fútbol y ninguna memorable. En 1948 Armando Bo consiguió como actor un éxito importante con "Pelota de trapo", que usaba un poco de los recursos del novedoso neorrealismo (filmación en escenarios naturales, utilización de gente que no era actor o actriz profesional) para narrar la historia del crack que debía dejar de jugar por una enfermedad. Lo curioso es que el club de ficción -Sacachispas- fue creado ese mismo año y aún compite en el ascenso argentino.

Nazis y fútbol es una combinación extraña. Pero hay dos películas sobre el tema. En 1961 -pleno auge de films sobre la Segunda Guerra Mundial- el húngaro Zoltan Fabri realiza "Match en el infierno", donde las autoridades de los que te dije compiten contra los prisioneros ex futbolistas para demostrar la superioridad de su raza. Mucho menos serio, por cierto, fue cuando Hollywood retomó el tema veinte años después con "Escape a la victoria", dirigida por un John Huston que había conocido épocas mejores y no sabía un carajo de fútbol. Pelé, Ardiles, Michael Caine y Sylvester Stallone en el arco. Así no hay maestro Tabárez que aguante. Para peor, después de terminar el tupamaresco túnel y tener la vía de escape libre... vuelven para terminar el partido. Andá a cagar.
 
Hay más. La serbia (dos en realidad) sobre la participación yugoslava en el Mundial de 1930, ya reseñada en la columna hermana de la canchita; la curiosa animación argentina (quizás el país que más cine hizo sobre fútbol) "Metegol", de Campanella; la espantosa serie "Goal", para recomendar a algún enemigo que se odia con toda el alma; "La angustia del arquero frente al penal", un poco pesado ensayo existencial del alemán Wim Wenders inmediatamente antes de su apogeo, que en la escena inicial tiene al protagonista morfándose un gol desde el arco, porque está en crisis personal; está la mexicana "Rudo y Cursi", con Gael García Bernal y Guillermo Francella, que no vi.   


(*) Aclaremos que en este caso, es el Talleres de Remedios de Escalada, Buenos Aires y no el más famoso de Córdoba.