Cinema Soca: ¿tetas? ¿peruanas?... adivine quién está detrás

En una de las primeras entregas de esta columna -si no la primera- el fundador Sir Christian Castro nos presentaba "Madeinusa", película debut de Claudia Llosa (sobrina del que vos sabés). El cine latinoamericano -con la excepción del argentino- es un desaparecido en acción en nuestra cartelera, por poco interés de los que pagan la entrada más que por racismo de los distribuidores.

El domingo vi "Iron man 3". Es una película de super héroes de historieta más, competentemente realizada y con el carisma de Robert Downey, probablemente el único actor del género que vale la pena. Los efectos especiales son impresionantes, de primerísima calidad -la vi en una 3D muy bien utilizada- y el hijo de la gorda quedó muy contento. Cuando pusieron todos los que habían trabajado en los FX estuvieron como 10 minutos, a pesar de que los nombres bajaban en cuatro columnas. 

Es claro que nuestro continente no puede competir con los "tanques" en 3D de Hollywood. No tiene dinero ni capacidad técnica para eso y, aunque la tuviera, no tiene la experiencia ni el oficio para realizarlo. Tampoco lo pretende el público cinéfilo y sofisticado del Primer Mundo cuando ve una película del Tercero. Quiere ver otra cosa. Y otro mundo.

Hoy traemos el segundo -y último, por ahora- film de la Llosa. "La teta asustada" se llama y no cuenta la historia de un bebito dientudo sino de las terribles violaciones a los Derechos Humanos (concretamente, las violaciones sexuales) cometidas por ambos bandos en la guerra civil no del todo declarada en la década de los 80 en Perú.

Se ambienta en la Lima invadida en sus secos arrabales por la población del interior que huyó de la violencia irracional del Ejército y de Sendero Luminoso, dos bandos poco defendibles. Al principio muere la madre de Fausta la protagonista, cantando en quechua el abuso de que fue víctima por parte de soldados (nunca se identifica de cuál de los dos) que no sólo incluían la violación en grupo que no es poco, sino también golpes a mansalva, porque tampoco es cuestión de violar con educación y pulcritud.

El título del filme refiere a una enfermedad que supuestamente ataca a las mujeres víctimas de lo que acabo de contar. Fausta la tendría, heredada de su madre, desarrollando un terror patológico a todos los hombres, incluso introduciéndose una papa allá donde no le da el sol para no ser penetrada. La habilidad de la película es que en realidad a Fausta no le pasa nada. Sin embargo, el miedo es fundamentado y la violencia sigue latente. Este es un mundo donde los hombres no tienen piedad con las mujeres, sugiere Llosa y hasta alguna nota de racismo disimulado por los buenos modales se cuela inteligentemente.

A usted, pedazo de un sorongo que desprecia al cine latinoamericano, le invito a ver "La teta asustada" (2009), que ganó el Festival de Berlin y fue nominada al Oscar a mejor peli en lengua extranjera.       


MIRALA ACA, CABRO