jueves, 9 de febrero de 2017

Dejarse vencer



El mundo del sexo es tan vasto que nunca se acaba (guiño, guiño), aunque todo el tiempo en nuestras cabecitas nos dedicamos a ponerle límites. Uno de los límites que algunos hombres ponen a la práctica sexual tiene que ver con la parte de atrás. Es que a pesar de que estamos en un momento de la historia donde es sabido que la orientación e identidad sexual pasan por muchos factores, el relativo a la práctica sexual anal masculina es a veces considerado determinante, privándonos de una serie de placeres inimaginables.



Algo que no nos enseñan en la escuela o liceo, al menos no en mis tiempos de educando, es que la próstata forma parte del sistema genital masculino, y que su contribución en el orgasmo es clave. Y la mejor forma (o la única) de llegar a la próstata es por la puerta de servicio.

La estimulación de la próstata contribuye a la descarga de fluidos, y gracias a su gran cantidad de terminaciones nerviosas puede provocar el orgasmo y eyaculación sin necesidad de otras caricias genitales, aunque no es lo más frecuente. 

Lo más frecuente es tocar el orificio anal (a veces sin penetrarlo) mientras se masturban o manipulan los genitales propios o ajenos; o estimular el ano de la pareja durante el coito, o el método oral-genital (el famoso anilingus). Es decir que la masturbación anal suele ir acompañada de estimulación genital, con el propósito de aumentar la excitación e incluso provocar el orgasmo.

¿Otros mecanismos? Claro, hay un montón además del anilingus, por ejemplo la inserción de uno o más dedos en el orificio anal, un juguete sexual sostenido con la mano o mediante un sistema de arnés (el famoso strap-on dildo), y nunca hay que olvidarse de los amigos que siempre están ahí para dar una mano o un empujoncito cuando es necesario.

Desde este espacio alentamos a perder el invicto en la valla propia, porque el peor resultado es un 0 a 0.


7 comentarios:

Coby Brian dijo...

A quien no se le fue un dedo propio??
Que??
No??
ah...

Enanobufon dijo...

Me da un poquito de chuchi el dedito en el anito, quizás debo abrir un poco más la mente....

Alvaro Fagalde dijo...

Como metafora de asterisco, es "valla". No escribamos como el culo.

Ce dijo...

Gracias, Alvaro, ya corregimos el error.

Facundo dijo...

Me encanta la claridad de esta columna, y en este caso en particular me gustó mucho el final. Me parece una columna muy acabada.

Andrés Reyes dijo...

¿Cómo garantizar que el dedo no salga con premio?

Ce dijo...

Mantener una dieta rica en fibras y movilizar regularmente el vientre puede ayudar, Reyes. También es recomendable higienizarse antes de dedicarse a la actividad que nos convoca.