viernes, 8 de julio de 2016

Salada la canchita: El síndrome John Lennon

Mi familia nunca fue muy moderna ni muy progresista que digamos. Cuando era un niño en los 70 conocía a los Beatles, sí, como cualquier cuadrúpedo vivo, pero no tenía ningún disco y creía que eran un grupo que había tenido una carrera comercial excepcional, integrados por Paul McCartney y tres más, que habían visto truncado su éxito por las drogas y esas porquerías. Claro, en 1980 un locatelli cosió a balazos a un tal John Lennon y la historia de la desaparecida banda cambió.

Una ya había entrado en la adolescencia y, obviamente, comenzaba a conocer cosas que nuestros padres no querían que conociéramos o no sabían que existían. Ahí fue que recepcioné la legendaria controversia dual John-Paul. Uno era contestatario, rebelde, rockero y revolucionario. El otro, un baladista de mamá, blandito, acomodaticio y medio facho. Pasarían muchos años antes que el tiempo, algunas declaraciones y varios discos acomodaran los tantos y despejara la maleza de los rumores.

Primero fue la propia obra de ambos. Paul no sólo no era tan defensor del sistema sino que tampoco esa especie de Camilo Sesto inglés que nos quisieron vender. El segundo paso fue comprender que, en general, un músico que sea una super estrella internacional no deja de ser un millonario que no va a abandonar, por cierto, su comodísimo pasar por integrarse al ejército sandinista, ni nada que se le parezca. Podrá tener criterios progresistas y/o compartibles en sus declaraciones públicas pero, luego de haber conocido a muchos viejos dirigentes sindicalistas de esos que murieron pobres y dignos, uno llegaba a la conclusión que estamos hablando de dos universos diferentes que nunca se tocan.

El inédito documental "The U.S. vs. John Lennon" (David Leaf y John Scheinfeld, 2006) me reafirmó en un montón de cosas sobre este tema. O, mejor dicho, me hizo calentar al ver al autor de "Imagine" durante medio metraje repitiendo que él -y sólo él- era el más crack de los rebeldes antisistema y que todos los poderosos del planeta tiemblan ante lo que él puede decir y que él es -o era, gracias a Mark Chapman- el mayor revolucionario de este y de cualquier otro planeta.

U.S.A. vs. John Lennon
La película narra, fundamentalmente, los años que Lennon vivió en New York y el seguimiento que le hizo el F.B.I., junto a los problemas que el gobierno norteamericano le planteó para permanecer en el país, por sus declaraciones públicas en contra de la guerra de Vietnam y, más frecuentemente, de las guerras en general. También habló a favor de algunos "cucos" del momento como el IRA irlandés, los "Panteras Negras" y algún sindicato que otro.

Lennon llega a fastidiar a cualquier cristiano paciente con sus frecuentes autoalusiones y su permanente referirse como el mayor revolucionario del mundo, algo que cualquier combatiente guerrillero puede discutirle con holgura. Desde un cómodo apartamento céntrico y con muchos millones en el banco, muchos quieren situarse a la cabeza de los rebeldes cuando está de moda la rebeldía.

No es que esté en contra de que los Beatles -o cualquier artista que se imponga en la carrera capitalista de los rankings de ventas de discos- sean millonarios y disfruten de sus muchos dólares. Pero no te creas que porque desde la comodidad de una entrevista critiques a algún dictador o hablés bien de una causa ecologista, sos el number uan de los luchadores sociales. Loco, agarrá un AK147 y jugate por unos días el pellejo en serio y después hablamos.

Yo llamo "El síndrome John Lennon" a esa enfermedad siquiátrica que hace creer a algunos famosos que abrazándose con algún Fidel Castro y pidiendo que no maten más ballenas, hacen temblar de miedo a los imperialistas que nos tienen bajo el yugo.

Salada la canchita, una columna bastante reaccionaria, hoy te trae una conocida canción del Cuarteto de Nos, "Maten a las ballenas, (Encarcelen a Willy)", que medio como que se burla de los discursos de quienes tienen el mencionado síndrome.

 
Como esta es una columna de cine y no de conjuntos uruguayos que ya no son lo que eran, aquí está la propia U.S.A. vs. John Lennon -lamentablemente sin subtítulos- para que cada uno pueda sacar sus propias conclusiones acerca del tema en cuestión.



DOS Y.E.T.P.A.P.
No era feo muchacho
+MICHAEL CIMINO - Su trayectoria puede considerarse como una de las más grandes pérdidas de talento en el Hollywood moderno, o casi. Comenzó convenciendo a Clint Eastwood de que le permitiera dirigir una producción modesta llamada aquí "Especialista en el crimen", que fue un éxito. Después subiría en su carrera con "El francotirador", con Robert DeNiro, que ganaría el Oscar a mejor película y al propio Cimino como director. Creó un escándalo exagerado al abandonar todos los países del bloque comunista el Festival de Berlin por la visión que daba de Vietnam. Claro, aún no había llegado Rambo.

Los grandes problemas llegaron después. Su siguiente paso fue una superproducción que llamó "Las puertas del cielo", donde Cimino gastó a lo loco, generó mala prensa y fracasó feo en taquilla, no pudiendo recuperar ni por casualidad su enorme presupuesto. Se le dio posteriormente un musical rutinario ("Footlose") y ahí empezó a querer gastar de más nuevamente, con lo que pasó a ser mala palabra en la industria norteamericana, no pudiendo realizar más que otros cuatro largometrajes, todos policiales independientes sin demasiado interés, incluyendo una remake de Wyler ("Horas desesperadas") o la historia de Salvatore Giulano.

Ya no sos mi Michael, ahora te dicen Margot
Cometió un gran error de cálculo al querer usar un presupuesto muy generoso (o mucho más de lo que le daban) en un tema no demasiado comercial: la masacre que los poderosos ganaderos de Wyoming cometieron contra los inmigrantes agricultores extranjeros. El film -que duraba originalmente casi 4 horas- está realmente muy bien, tiene un toque casi europeo al estilo de "Novecento" de Bertolucci, aunque le sobre alguna media horita de metraje, pero era casi imposible que tuviera otro desenlace comercialmente hablando, en un momento en que Hollywood había descubierto a los Spielberg y los Lucas que llenarían sus arcas con aventuras optimistas.

Quedó así postergado alguien que pintaba para ser un gran narrador (sus dos anteriores obras están realmente muy bien y de ellos, "El francotirador" está lejos de ser el film fascista que muchos creyeron ver) que no entendió que esto -en Hollywood y en muchos otros lados- es un negocio donde hay que ser muy hábil para triunfar artísticamente. En su vejez se emputeció con ganas, único detalle que comentó en Canal 10 el inefable Jackie Rodríguez Stratta cuando informó de su fallecimiento.

+ ABBAS KIAROSTAMI - Había realizado tres largometrajes anteriormente cuando llegó a la consagración internacional dando a conocer al cine de su país con "¿Dónde está la casa de mi amigo?" (1987).

Comenzó, al igual que otros realizadores iraníes, en el cine infantil, donde podía esquivar más fácilmente a la férrea censura del régimen, del que Kiarostami nunca fue un opositor declarado, aunque hiciera enojar varias veces a las autoridades.

Luego realizaría dos films más que conformarían una curiosa trilogía. Como hubo en 1990 flor de terremoto en la zona donde había filmado "Dónde está...", fue a documentar la realidad del niño protagonista y los otros actores amateurs en "Y la vida continúa" (1991). Tres años después, con "A través de los olivos", ficcionaliza la filmación de la anterior película, en un juego de cajas chinas, como se dice. Sus dos siguientes largometrajes ("El sabor de la cereza" (1997) y "El viento nos llevará" (1999)) marcaron -a mi entender- el fin del esplendor de Kiarostami, que después terminaría pudriéndola (a mí y a muchos) con sus filmaciones de gente hablando en un auto y tomas donde no pasaba absolutamente nada. La posterior "Copia certificada" (2010) fue un buen film francés, pero nada más.

Mantuvo una polémica pública con su ex protegido, el formidable Jafar Panahi, por oponerse abiertamente a la dictadura teológica local. En comparación su cine es menos abiertamente político, más contemplativo, aunque ese afán de mostrar las cosas como realmente son, inevitablemente lleve a la conclusión de que la sociedad iraní está realmente mal, no sólo por el gobierno sino también con la mentalidad cerrada (fanática y machista) de la población.

En el medio de la trilogía realizó otra obra maestra: "Primer plano" (1990), cuenta la historia del impostor que se hizo pasar por otro gran director iraní -Mohsen Makhlmalbaf- más por interés de sentirse famoso e importante que por estafar algún peso. Más allá de altibajos o agachadas, Kiarostami fue no sólo el principal responsable del auge del cine de su país -hoy bastante maltrecho- sino un gran director de cine a secas, en sus mejores momentos.  

15 comentarios:

dollo dijo...

Gracias Faga...
Que tema lo del "Sindrome de John Lennon".
Es para divagar largo rato.
Yo no creo que este mal que aprovechen su lugar para reclamar, o dar a conocer algo, el problema es el limite estrecho entre reclamar algo y creerse "superheroes".
En fin.
Un modesto aporte:
https://www.youtube.com/watch?v=32P6Lh5fr0k
The U.S. vs John Lennon (Subtitulada en Español) - Película | Documental
Supuestamente esta subtitulada en su totalidad.

Alvaro Fagalde dijo...

Bien Dollo por ese aporte. Se ve que sabes buscar en YT mejor q yo.

seba.sic dijo...

Bien Faga, bien!!!
El solo hecho de mencionar al cuarteto (cuando era el cuarteto) en una columna, ya la hace disfrutable, pero el resto...como siempre, una preciosida.
Hace un tiempo vi el documental por recomendación de un amigo y cuando lo terminé sentí que se me había caído un ídolo, la verdad que me paspó los huevos su actitud de "soy el más revolucionario/comprometido con la realidad" desde su apartamento frente a central park.

Menos mal que hace un tiempo aprendí a diferenciar entre el artista y su arte, que puedo disfrutar la obra por más que me parezca un verdadero imbécil su autor.

Un caso paradigmático del "síndrome John Lennon" es Sean Penn, un salame importante pero al que se le tiene respeto porque se mascó a Madonna y a Robin Wright.

Unknown dijo...

Cimino pasó de ser el doble de Jon Lovitz a ser Polino!!

Columna genial Faga!! El problema es que el artista muchas veces sobreestima su nivel de influencia. O sea, a mi me convenciste Cantando Imagine; no bajando linea en reportajes. Quedate en el arte o andá a hacer política. Pero no ambas!!

Gran 4teto el que trajo a revivir. Gracias por tanto!!

Alvaro Fagalde dijo...

Gracias, gracias. Se los digo que yo que abro la boca y Trump se caga hasta la pera.

mike yanagita dijo...

Muy buea columna, y muy jugada!
Meterse con Lennon no es poca cosa, es tirarse contra la posterización de la ideología!

Y para sumar un poco de leña, acá está una muestra de que el "acomodaticio" McCartney también podía jugarse una opinión en la nefasta década del 70 (ideológicamente hablando, aclaro)

https://youtu.be/QS2wj-jxKnk

Viva Nixon!

Unknown dijo...

Removedor

Unknown dijo...

Sabés cuando arranca la séctima temporada de los walking dead? Ya no aguanto la ansiedad

Unknown dijo...

La miltancia debe ser bienvenida la haga quien la haga, como yo la entiendo debe ser una cuestión colectiva y responsable, el problema de la sobreexposición en la que viven estos fenómenos los puede marear y más a un tipo como Lennon con elevada autoestima, por no decir soberbia sumado al signo de los tiempos que vivía. Discrepo con lo de agarrar un fusil, no te hace mejor militante de la causa y creo que está bastante claro que no se construye un mundo mejor a los tiros. Yo para mí, dar cátedra desde mi apartamento frente al Céntral Park no está mal, los ricos también lloran, y pueden ser sensibles y tener algo que decir. El mundo mejor lo hacemos entre todos. El problema que estamos rodeados de Lennones que se creen dueños de la verdad o se sienten la reserva ética y moral de nuestro tiempo, hay ejemplos en todos los ámbitos, dando cátedra a toda hora, artistas, políticos, periodistas, compañeros de laburo, giles por Facebook, gracias a dios y la virgen no tienen la repercusión que tuvo este gran botija, John tuvo la suerte o desgracia de ser escuchado por millones y eso lo expone a ser decodificado en esta prestigiosa publicación. Gracias Faga vos sos mas crá que lennon ojalá te escucharan tantos como al yon

Am I Evil? dijo...

Comparto en un 99,99% con Ilich. La revolución -y habría que sentarse a discutir que es hacerr la revolución- no se hace únicamente tomando un fusíl. Es más, debería ser esa la última opción. Creo que el lugar de las personas con exposición mediática tiene que ser el de la palabra. Está bien que sea ese y no otro. No debería cuestionarse a un músico, un escritor, un actor o un multimillonario por herencia por tener un discurso -digámosle- progresista, en todo caso habría que hilar fino y ver si su discurso tiene cierto asidero en su forma de actuar. Negarle la opción a dar su visión de las cosas sería casi que validar el lugar que -creo yo- ocupan los deportistas en donde un elemento con un atisbo de pensamiento crítico es casi que un extraño entre sus pares.

Alvaro Fagalde dijo...

Ilich & Evil: quizas no me exprese bien, pero no dije que hay que agarrar un fusil. Estamos de acuerdo. Estoy en desacuerdo con ir a las armas pero por eso no me creo un revolucionario ni un militante de nada.

Capaz que el día de mañana me pongo a opinar qué hay que hacer para arreglar el mundo pero no me trabajo un rebelde de esos que hacen temblar Occidente.

Está bien que opinen Lennon, Maradona o Pablo Cuevas. Pero hay que ver si tienen algo interesante que decir sobre la situación del mundo. Lo más probable es que no.

Alvaro Fagalde dijo...

Lo más importante es que semana a semana se genera un intercambio de ideas de nivel.

Illich: WD en octubre en USA.

Pancho dijo...

Ahí lo tienen a nuestro bienamado Dieguito Maradona, que en su lenguaje fluido y claro nos arenga en contra de las maldades del mundo, reputea a los poderosos y si entendés algo de sus discursos sos cra. Claro que este chochamu tiene cada virajes que emulan sus quiebres de cintura cuando era aquel muchacho terrible jugador de fútbol, devenido en esa cosa que habla y habla como mamado.

Alvaro Fagalde dijo...

Cuantas verdades, Pancho.

LaSordaDeMierda dijo...

Lennon está sobrevalorado.