viernes, 18 de marzo de 2016

Salada la canchita: R.W., el workaholic.

Querelle
Cuando murió Rainer Werner Fassbinder en 1982, probablemente de un ataque a un corazón que estaba bastante cascoteado de drogas, alcohol y vaya uno a saber cuántas cosas más, tenía apenas 37 años.  A esa edad la mayoría de los cineastas uruguayos viven todavía con los padres y andan boludeando pensando en arrancar un día de estos a buscar financiación para su primer película, probablemente la única. El finado Rainer salió emprendedor: superó los 40 largometrajes en menos de quince años de profesión, entre films para televisión y para salas.


Fassbinder no sólo filmó mucho. Filmó muy bien frecuentemente. Como ninguno de sus colegas del llamado "nuevo cine alemán" (hubo muchísimos "cines nuevos" en los 60), retrató una sociedad tan compleja como la alemana, un poco culpable y bastante hipócrita, receptora del "milagro" de los muchos dólares americanos pero sin poder despegarse de un autoritarismo y un prejuicio contra el diferente que en su versión más extrema casí había destruido hacía poco el mundo.

Rainer Werner actuando
De esos cuarenta largometrajes sólo cuatro se estrenaron comercialmente en Uruguay: (en orden de fecha de estreno) "El matrimonio de María Braun" (1978); "La vida íntima de Lili Marleen" (1980);  "Desesperación" (1977) y "Lola" (1981). En 1985 Cinemateca presentó "El deseo de Veronica Voss". Era su etapa más "normal" y comercial, de la que empezó a despegarse con "Veronica Voss", justamente.

Quedan decenas de films, algunos de ellos presentados fugazmente por la referida institución y otros que no. Según mis cuentas, tengo vistos 16 de ellos y, a diferencia de lo que dicen varios críticos, no he encontrado obras prescindibles o mediocres. Algunas son mejores que otras, pero siempre son interesantes. Y, lo que es más sorprendente, considerando lo prolífico del muchacho, hay que ver la gran variedad de estilos, temas y propuestas de su filmografía.

Lili Marleen
Comenzó con algunas obras medio vanguardistas, reflejo de su trabajo inicial en el teatro de ruptura de München (y no Munich, por favor). Fassbinder era bávaro -e hincha del Bayern- pero progresivamente fue depurando su estilo hacia una notoria sencillez para exponer mejor sus puntos de vistas sobre las historias que elegía, siempre polémicos, diciendo lo que otros no querían escuchar. Reinvindicó al olvidado maestro de melodramas Douglas Sirk e incorporó muchas de sus lecciones.

Su undécimo film ("El mercader de las cuatro estaciones", 1971) comenzó a llamar la atención más allá de los círculos minoritarios en los que se había movido hasta entonces. Expresivamente, era un melodrama intachable, fácil de apreciar para cualquier espectador pero su protagonista no era hermoso como en el cine comercial que detestaba, ni ningún milagro salvaría su destino ni aparecía nunca brillos de fotografía ni música de violines para edulcorar su historia.

Amores gay ("La ley del más fuerte", 1975); lesbianos ("Las amargas lágrimas de Petra von Kant", 1972); los manejos del PC alemán ("El viaje a la felicidad de mamá Kuster", 1975); el racismo a propósito de una romance a contrapelo ("La angustia corroe el alma", 1974); la falsedad de la paz de una familia burguesa ("Ruleta china", 1976) y muchos otros ejemplos demuestran el incorformismo de R. W., siempre a contramano del discurso oficial a través de las historias de gente común.

Las amargas lágrimas de Petra von Kant
Con la aparentemente fallida "Desesperación" -no la vi- comenzó una serie de producciones de mayor presupuesto, con actores famosos y un interés por contar la historia alemana desde una persperctiva menos minimalista. "Maria Braun" es la mujer que pierde a su marido alemán en la Segunda Guerra y se casa con un americano (negro, para peor), como metáfora del otrora orgulloso imperio germánico. Es la mejor de esas obras más caras.

"Lili Marleen" es, a diferencia de las obras más características de Fassbinder, un melodrama insípido. "Lola" -otra que todavía no conozco- es una adaptación discutida de la novela que inspiró antes "El angel azul" (1932), la consagración de Marlene Dietrich. Con "Verónica Voss", con un presupuesto menor y fotografía en blanco y negro, el ascenso y caída de una actriz mimada por los nazis, el melodrama nunca esconde la crítica ácida a una sociedad que no es mejor que la protagonista. Su último film "Querelle" (1982) vuelve a la experimentación formal adaptando a una novela del maldito Jean Genet con Franco Nero, el malogrado Brad Davis ("Expreso de medianoche") y la gran Jeanne Moureau.

El matrimonio de Maria Braun
Párrafo aparte para el elenco fassbinderiano. La más conocida fue Hanna Schygulla, protagonista en 23 películas del hombre, nada menos. También Barbara Sukowa -la reciente Anna Harendt- tuvo cierta carrera internacional. Otros no llegaron demasiado lejos del asfixiante mandato de Rainer W.: Irm Hermann, Kurt Raab, Margit Carstelten e Ingrid Caven, con quien se casó brevemente. Los manipulaba de cualquier forma, lo que fue bastante nocivo para Caven y Hermann, de personalidad débil.

Cuando tenía un par de meses entre un rodaje y otro... filmaba un tercer largometraje. Obsesivo, autodestructivo, eternamente incorformista y radicalmente intransigente en lo artístico, es mentira que su cine sea árido o deprimente, como han opinado muchos. Es cierto que no tienen persecuciones espectaculares en auto ni efectos especiales esplendorosos, sino seres humanos en su difícil convivencia.

Una de sus culminaciones, suma de todos sus temas -y una de sus obras aún menos vistas que las demás- es la serie "Berlin Alexanderplatz" (1980). Son catorce episodios que adaptan la célebre novela homónima que describía la sociedad germana inmediatamente antes del arribo del nazismo al poder. 

Berlin Alexanderplatz
La miseria, la ambigüedad moral, la traición, el triunfo de los perversos, la dura supervivencia de los débiles. Un mundo en que no hay buenos ni malos, incluyendo al amigo traicionero Reinhold, quien ingresa al protagonista Frank Biberkopf en la delincuencia y el nazismo. La mejor manera de entender lo que pasó y un cine diametralmente opuesto a la edulcoración hollywoodense. Esta noche me tomo una a tu honor, Rainer.

Salada la canchita, una columna que nunca tiene problemas por trabajar de más, hoy te presenta una de las tantas películas de Rainer Werner Fassbinder inéditas en nuestro país. "Todos nos llamamos Alí" o, mejor, La angustia corroe el alma, es un relato llano e impecablemente lógico del insólito (o no) romance entre un inmigrante árabe y una mujer ya mayor, dos solitarios que parecen no cumplir los requisitos para que la sociedad los acepte. Y subtitulada.


 

7 comentarios:

Unknown dijo...

Me tomo otra botella de patricia (en rivera no se consigue Jennifer) y arranco con la de Ali (la película, tonto)

Impagable lo tuyo Faga. Adonde mando las canillas de bronce que recolecté para tu monumento ecuestre? (pobre pingo)

Alvaro Fagalde dijo...

Millan esq. Sayago.

El Roberto, obvio.

tasso dijo...

muy rico todo

tasso dijo...

No he tenido el gusto de ver nada de RW, ni siquiera lo conocia, pero si el Faga dice que merece una oportunidad sin duda se la daremos.

Snyrar dijo...

Que lo pario!!
Que lo re pario!!
Que lo recontra pangareo!!

Tls

Alvaro Fagalde dijo...

Gracias Tasso y Snyrar.

Investigare si se puede conseguir x ahi "Berlin alexanderplatz", que es excelente.

Marcos Larrosa dijo...

Buena data fagalde sobre estos alemanes, la serie esa está para descargar por torrent y con subtitulos en español dejo el link:https://thepiratebay.se/torrent/6156329/Berlin_Alexanderplatz_%281980%29_%28Complete%29_Ger_Ita_multisub_%5Bmkvonl

De parte de un cervecero!!!