Clásicos son clásicos

 El arquero mirasol Sebastián Sosa preocupado ante la vuelta a la actividad del popular Dartagnan Pereira.

 Un error histórico de la caterva mirasol: más participación que Juan Ramón en el Quinquenio tuvieron -por ejemplo- Gustavo Badell o Leo Jara, sin ir más lejos.

 Llegaron los tamborcitos. Y se los muestran a sus amigos mirasoles, como diciendo "mirá el bombito peronista que me compré".

 La comunidad eslava apoya el proyecto Alarcón.

 El pájaro Márquez encontró su lugar en el mundo.

 La parcialidad alba despliega su bandera, de abajo hacia arriba, como el Bayern Munich en los años 80. Cultura Nacional.

 Esto con Camejo no pasaba.

 Algunos hinchas de Peñarol lucieron gorros con gallinas tricolores. Un psicólogo diría que es gente que siempre quiso usar un gorro de Nacional, y que ahora puede satisfacer ese deseo. ¡Felicitaciones!

 Sosa y Muñoz blanquean su relación homosexual. Felicitaciones también para ellos.

Sosa mueve para Pacheco, y arranca el clásico. Será la mejor combinación ofensiva de Peñarol en todo el partido.

 El jefe de "los Pibes del Palacio", nombre adoptado por parte de la parcialidad mirasol, que no hace más que evocarnos la figura de Abel Duarte.

 Peralta parece apoyar su índice sobre la masa genital de Pernía.

 "Así de corta la tiene Raúl Hartwig", parece decir el audaz Prudente, de gran faena.

 Secuencia del último partido jugado por Pernía en Nacional. Prudente le enseña una amarilla con pecas rojas...

 ... y acto seguido, el hombre sin cuello (Perujo) ingresa al campo...

 ... dejando a nuestro símil Gerardo Nieto visiblemente ofuscado.

 "¿Ven lo que les digo? Soy el mejor".

 "Cacho: aprontá los fideos que voy para ahí, parece que no se arma quilombo a la salida".

 La hinchada tricolor está obligada, por contrato, a desplegar la bandera 3 veces por encuentro. Por ende, lo hace para festejar la salida  de Matías Cabrera...

 ...que acá se va, ofuscado. "Esto con mi tío no pasaba", aludiendo al recientemente cesado Eduardo Acevedo, que ya suena para suceder a Manolo.

 Dicen que Porta es muy amigo del Chengue Morales. La evidencia parece ratificarlo.

Momento culminante de la tarde: gestos fascistas de la lofa tricolor dirigidos al colombiano Mejía, dada su morena condición. Ojalá Alarcón tome cartas en el asunto.