Panorámica del Santiago Bernabéu un día de Champions
Sí señor, va quedando poco. Aquello que empezó un 19 de marzo, y nos trasladó por unos 40 países, va llegando a su fin. Hoy, jueves 1° de diciembre estamos en Madrid, pero el lunes 5 ya estaremos en Montevideo.
Pero cortemos los sentimentalismos, al menos de momento, y vayamos a lo que nos compete. El martes terminábamos con lo que es Londres y volábamos por segunda vez a Madrid. Y digamos que, reconociendo que en la primera estadía no habíamos hecho mucha cosa, en ésta, apenas si superamos nuestro récord.
Arrancamos bien, recién llegados a la ciudad, dejamos las cosas en el hostel, y metro para el Bernabéu. Jugaba el Real, ya clasificado, contra un equipo croata. No prometía mucho, es verdad, pero a los 20 minutos ya iban 4-0 los de Mou.
En cuanto al estadio, una fiesta. El himno de la Champions en la previa, con la pelota ondeando al medio erizaba la piel. Si hasta wi-fi había en la tribuna, por si alguno se aburría con el transcurso del match.
Y al otro día llegó el tiempo de los museos. El Prado y Reina Sofía. Obviamente, y ante la inutilizabilidad de nuestro carné español, concurrimos en el horario gratuito de ambos, a las 18 y 19 horas respectivamente.
En el primero, nos salvó un folleto que nos entregaron en la entrada, y que, entre otras cosas, nos indicaba cuáles eran las obras maestras en exposición. Quizás por ello, es que fue bastante disfrutable. Solamente teníamos conocimiento de la maja desnuda, de nuestro amigo Goya. A la salida, ya habíamos podido apreciar, y siempre gracias a nuestro querido folleto, varias decenas de pinturas del propio Goya, Rembrandt, El Greco, Rivera, Velázquez, y otros tantos.
Lamentablemente para nuestros intereses, la experiencia en el Reina Sofía fue un poco distinta. Y si usted ya adivinó el motivo no tenga tapujos, dígalo bien fuerte: no teníamos folleto! Bueno, eso y tantas otras cosas más. Pues si bien el Guernica resultó bastante interesante, la tónica es muy distinta a la del Prado.
Básicamente, está repleto de salas con obras que, a nuestro entender, son una porquería. Y lo dice alguien que apenas si pudo aprobar Dibujo en el liceo, pero el gusto es el gusto, y si estamos frente a un cuadro que no tiene ninguna gracia, no nos vamos a amilanar ante lo que los expertos digan.
Dalí, por ejemplo, es un tipo que nos cae bien (creemos), pero sus cuadros se van un poco al carajo. Y el colmo fue la sala dedicada exclusivamente a nuestro compatriota Torres García, quien robó la plata toda su vida en base a cuadrículas con peces y casitas. Eso, es el mejor resumen del Reina Sofía.
Terminadas las jornadas artísticas, nos fuimos para Valencia. Y he aquí un pequeño detalle. Uno de los motivos por el cual no volamos a Uruguay aquel 22 de noviembre, fue para pasar un fin de semana en dicho municipio. ¿Por qué entonces extendimos doce días el viaje y no volvimos un poco antes? ¡Pregúntenle a Rumbos que nos consigue los pasajes!
Linda ciudad, hay que decirlo. Quizás de las más prolijas que visitamos en España. A modo de ejemplo, el espacio denominado "La ciudad de las artes y las ciencias", que tiene exposiciones, acuarios, etc, es tan grande como maravilloso. Piscinas por todos lados, escaleras, pabellones, todo prolijamente cuidado. Y eso que ni entramos...
El tema gastronómico fue aún mejor. Aquella primera y decepcionante impresión de las tapas fue borrada de un plumazo cuando fuimos a un bar en serio, con tapas de verdad. Bueno, y ni que hablar de la paella. Señores, vayan a Valencia si quieren comer algo típico, las palabras no serían suficientes.
Y bien, hoy jueves, por tercera vez estamos en Madrid, deleitándonos con la última edición de la Hobby Consolas, la cual fuimos a pedir al quiosquito de acá a al vuelta, con el miedo latente de que el vendedor nos conteste con un rotundo: "hombre, joder, si eso ha dejado de estar en la calle desde el 99, cuando el aleti le ganó al madrid". Pero no, ahí estaba. En lo que resta, quizás conoceremos el Vicente Calderón, el musical de Sabina, el boliche del mismo, y hasta en una de esas iremos a la feria de El Rastro.
Mas probablemente ya no lo lean aquí. Los últimos cuatro jueves del año los dedicaremos, quizás, a hacer algún tipo de repaso de lo ocurrido en estos ocho meses y medio. Y no recogeremos el guante al que nos acuse de robar la plata esta vez, que si no, ponga cualquier canal de televisión, y verá que están haciendo exactamente lo mismo.
A modo de adelanto, los dejamos con una de nuestras mayores originalidades, y sugerencia del amigo pablo. Consistió principalmente, en sacarnos una auto-foto por día durante todo el transcurso del viaje. Bueno, esa era la idea. Por motivos extraviajísticos lo hicimos constante sólo durante los primeros cinco meses. Y por motivos ajenos a la producción, de esos cinco meses, tenemos unas 85 fotos aprox.
Igual, suban el volumen, y que lo disfruten.
3 comentarios:
Bien Alf.
Algunas conclusiones que saco después de ver el video:
- Nunca más te afeites la barba porque no te favorece.
- Le vas ganando la pelea a la calvicie, pero no creas que por mucho tiempo.
Muchas gracias Ce. Tendré en cuenta ambas.
El inventor de la selfie.
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