Su obra se puede dividir en dos vertientes principales: por un lado, sus filmes austeros, realistas, dedicados a retratar a la gente más desfavorecida y por el otro, sus producciones costosas, operáticas, donde diseccionaba a las clases dominantes que tan bien conocía.
En el primer grupo están películas como "Obsesión" (1942), adaptación sin pagar un mango de "El cartero llama dos veces", claro antecedente del neorrealismo que presentaba gente miserable sin ninguna concesión al pintorequismo; "La terra trema" (1948), realizada con actores no profesionales, pescadores que filmaban su propia -durísima- realidad, no estrenada en Uruguay y "Rocco y sus hermanos" (1960), que aunque realizada con estrellas del cine europeo (Alain Delon, Annie Girardot, Renato Salvatori, una novata Claudia Cardinale) trataba de la difícil inserción de unos jóvenes de provincias en una gran ciudad, aunque con la mirada comercial de una producción costosa.
Más numeroso fue el segundo grupo en la filmografía viscontiana: comenzando con la formidable "Livia" (o "Senso" (1954), no por casualidad su primera película en colores; la gran "El gatopardo" (1963), probablemente su obra maestra, brillante conjunción de maestría cinematográfica y profundidad dramática, aquella de "todo tiene que cambiar para que todo quede igual", con Burt Lancaster y los propios Cardinale y Delon -que dicen que se lo cargaba abierto el Luchino-; "Muerte en Venecia" (1971), una adaptación casi vanguardista del texto de Thomas Mann o las más discutibles "Ludwig" (1972), sobre el loco rey alemán Luis II; "Grupo de familia" (1974) y "El inocente" (1976), su última película.
Otra culminación dentro de los filmes cuidadísimos en escenografía, vestuario, música y fotografía es el que hoy presenta Salada la canchita completo y con subtítulos: La caída de los dioses (1969). Trata sobre una poderosa familia alemana que, ya sea por complicidad, debilidad, decadencia o conveniencia, colabora con el ascendente nazismo que atropelló con todo el mundo -poderosos cómplices incluídos- para llevar al mundo a la guerra y a Alemania, casi hasta la destrucción. En la época en que Visconti realizó esta película era aún muy novedoso el concepto de alemanes colaboradores y cómplices entusiastas de Hitler y sus maleantes.
Brillantemente libretada, operática y recargada de una manera que sólo podría calificarse como viscontiana, "La caída de los dioses" es un perfecto ejemplo del estilo del maestro italiano, que aún en sus relativos fracasos nunca deja de tener interés ni sus brillos formales se olvidan de la crítica social y la inteligencia de ideas.
14 comentarios:
al final de su vida,cambió la cámara por una vihuela en tristán narvaja,llamó a sus hermanos y desde laaargentina se dedicó al folklore
qué notable lo suyo,Faga,me cautivó desde el lenguaje usado hasta las imágenes que ilustran la colurna.De pelos!
Queria decirle, estimado presidente, que vi The Hunt y me gustó. Está muy bien hecha.
CHARLORAMPLINGGGGGG!!!
La ultima foto medio que me descolocó por un momento, pensé que estaba leyendo la colurna de deporte. La mejor de las porongas para esta edición.
Una maravilla de columna
que hermosura la cardinale, en mi adolescencia tuve varios mano a mano con ella
Pese a que su fuerte son las columnas con alto contenido minístico esta* le quedó preciosa.
Solamente Rocco y sus hermanos y el Gatopardo tuve oportunidad de ver por lo que el generoso material ofrecido hará el deleite de lo que es mi persona.
Eternamente agradecido, Aparicio de Masoller 874-1
Floyd enviá una foto de tu persona con el número 8 a andresreyes76@gmail.com si querés integrar el Fredy. Sino también.
Con respecto a la columna, una delicia.
Bien Fagalde, bien. El día que vea todas las películas que usted recomienda es porque cambié de laburo para ser el canchero (?) de Cinemateca. Por ahora, sigo siendo un enorme ignorante.
este brisconti, es tio de angel david nazareno, aquel recordado armador de juego canalla, nocierto pipi?
Vo, por que no salieron mis comentarios.
ah, ahora si.
Publicar un comentario