Juventud, divino tesoro

El hincha de Nacional le da la espalda al equipo. Lo que solo nos demuestra una cosa: la inteligencia del hincha de Nacional. No en vano, tiene estudio. Como Forlán.

El vendedor revisa su botín: le vendió dos gorritos a unos rumanos... ¡a 2.500 pesos la unidad! Viejo zorro.

Aunque la foto nos engañe, ese disparo de De Pena dio en el palo, sí... pero en el de afuera. ¡Qué curioso! Al hijo de puta que se le ocurrió meter esos palos para sostener la red, ojalá se le inunde el living con aguas servidas.

"Traé pa'cá, pendejo" le dice Vicente a Dorrego. Por otra parte, lindo botija el Jopito chico. Al viejo alonso habría que embalsamarle la poronga, la verdad que se pasó.

Mientras Bava hace lo que puede, en la tribuna un hincha le pide perdón a su madre por haberla traído a ver semejante bodrio. "Perdoná, vieja... te juro que a la salida te compro la Caras Uruguay", le espetó.

Ta bien que en un año y medio jugó bien 15 minutos contra Vasco da Gama y 20 contra Toluca, pero tampoco para andarlo pisando así. Destaca de fondo al señor calvo en pose digna de chango de almanaque de gomería.

¿Querías conectividad? Tomá. ¿Por qué hay 8 focos cuadrados y 53 redondos? ¿Cómo se explica?

"Flaco, me dijiste amigo" le comenta Álvarez a Vicente. Vicente lo ignora, como corresponde.

Una metáfora, una metonimia, una sinécdoque del Nacional 2013: Efraín por el suelo, Álvarez a punto de tirarla a la tribuna, y Bava haciendo lo que puede.

Los años no han pasado en vano para la cabellera de Saralegui. Ahora sabemos que aquel laciado no era natural, chiquilín.

Nunca mejor expresado. Solo siendo incondicional se explica la presencia del calvo y su amigo de la campera de los techitos verdes.

Bonomi decidió denominar a sus diferentes dependencias con nombres de animales. Están las águilas, pero también los churrinches, los bichos bolita y las mangostas. Todo lo que se implemente en la lucha contra el crimen será bienvenido.

El línea se da vuelta para identificar el rostro de quien le había recordado la zona genital de su madre, en su día.

Increíble: Bava asiste un parto en plena cancha.

Cortés no pasa su mejor momento emocional, en tanto el Centenario no pasa  su mejor momento estructural. Mirá esa rajadura, mirá.  Un día se va  a ir la Olímpica a la mierda, y ahí te quiero ver.

"¿Y qué querés que invente?", le comenta el Can Silvera a un futbolista de Juventud no identificado.

Como que mucho no se ve, pero creamé que Alonso ya pateó, y que la pelota va camino a la red pese a la gran elongación de piernas del portero.

Festeja la populosa barra brava carambulesca.

Que nunca falten las botineras, amigos.

El línea anula la conquista en polémica decisión, desatando la ira del veterano de campera blanca. ¡No cabía un alfiler!

Ingresa Abreu, suplantando al chino Hai Dong.

Sinca, en serio... ya está... date cuenta.

Este es el Chino que Nacional fue a buscar. Malhumorado, poco efectivo, tirando los córners cortitos al primer palo, etc. 

Bava saca con su mano, pero el balón queda incrustado en la grúa. ¡Qué curioso! Por suerte, el alcanzapelotas Elías Ricardo Figueroa ofrece un nuevo balón. Vale acotar que la grandeza de los equipos se evidencia en los pequeños detalles: las letras pintadas sobre la pelota son de las más prolijas que hayamos visto jamás. Y la camiseta, casi sin sponsors, también. 

Vicente se va. Alguien le grita "bien, Vicente, bien". Vicente levanta la mano, como diciendo "gracias por el apoyo". El que le gritó se ríe: antes había apostado 40 pesos a que lograba que Vicente lo saludara. No se divierte el que no quiere.

Más allá del cabezazo de Abreu que se fue afuera, vale destacar las finas terminaciones de pintura y revoque fino del escenario mundialista. Y ojo que sigue avanzando a pasos agigantados el proceso de cambio de butacas.

Curiosamente, Vicente pide para reingresar al campo. Entra, besa al 10 rival, y se vuelve a retirar.

Efraín intenta explicarle al línea que le pegó a Alonso porque su hermano lo extraña. Pero el asistente poco podrá hacer, pues quien toma las decisiones, en el error o el acierto, es el colegiado de turno.

Hasta que llega el segundo gol juventino, por demás merecido. Los primeros "andate Vasco" comienzan a dejarse sentir.

Festeja la parcialidad juventina. No en vano es el equipo de la Vieja Señora. Prácticamente no hay otra cosa en la tribuna pedrense.

Abreu mira con cara de "pero para qué mierda me dediqué al fútbol". Luna, en tanto, se cuestiona su lugar en el mundo. Y sueña con una vida mejor.

Vasco: te bancamos a morir. Pero todos nos vamos a morir tarde o temprano.

A la pasada, el portero Berbia le mete un cachetazo en el pecho a Recoba. ¡Que se actúe de oficio!