miércoles, 15 de mayo de 2013

Cómo llevar la agenda social de tu botija de 4 años




Para quienes pensaban que la etapa de los pañales era la peor, y que una vez controlado ese esfínter todo sería mucho más sencillo, les tengo una mala noticia: se equivocan.
 
Conforme el botija se va pareciendo menos a un oso Teddy y más a un ser humano, la complejidad de su manutención y crianza aumenta de forma exponencial.

Ahora no solo habla, dice frases graciosas y canta canciones, también opina (a veces con mejor criterio que un adulto), se opone y hace demandas de lo más concretas.

Una de las cosas que demandará con ahínco es que lo lleven de aquí para allá para cumplir con las altas exigencias de su agitada vida social.

Cumple Taxi

Por ejemplo, cuando dice que el sábado tiene un cumpleaños de un amigo no está delirando, no es producto de su imaginación o algo que vio en la tele. El botija TIENE un cumpleaños.
Y como a los cuatro años todavía es muy pronto para explicarle cómo funciona el STM y que vaya y vuelva solo, su vida social está indisolublemente atada a nuestra disponibilidad horaria.

El celular se te va a llenar de contactos identificados como fulanita  mamá de sultanito. Cuando quieras buscarlo no vas a saber si lo agendaste por el nombre del botija, de la madre, del padre, del actor famoso al que se parece su abuelo o qué carajo, así que lo mejor es establecer un criterio y mantenerlo. 

La primera vez que lleves al botija a un cumpleaños te va a costar dejarlo, le vas a dar miles de recomendaciones. Probablemente la criatura esté pensando en globos y sorpresitas mientras vos le pedís que por el amor de Dios no se acerque a la puerta. 

Lo mejor es quedarse dando vueltas por ahí, porque los cumples son muy cortitos e ir y volver a tu casa te va a dar una pereza superlativa. Conviene meterse en el centro comercial más cercano o quedarse en el auto o un parque tomando mate por si suena el celular (esto no sucederá si tu botija es de los que se hacen amigos de una piedra).

No esperes que te cuente mucha cosa a la salida, lo que pase en el cumpleaños cuando mucho será tema de conversación del jardín el lunes. Sí, ahora son así, adolescentes en miniatura, pero ese será tema de otro post, aguanten la ansiedad y verán.

Tres festejos, mínimo

Usted dirá, pero cada tanto tiene un cumpleaños. Sí y no. Los botijas se ve que ahora cumplen más seguido que antes, o cuando nosotros éramos chicos la industria del cotillón no era tan próspera como ahora. Me inclino por lo segundo. 

Cabe tener en cuenta que está muy de moda que los jardines y guarderías les festejen los cumpleaños. Dicen que le hace bien a la autoestima de la criatura, como si este no tuviera ya el ego del tamaño de un obelisco. En el fondo, todos sabemos que esto es un invento de las maestras para comer torta, y a mí que me desmientan.

Y cómo dejar afuera del festejo a la familia, que quiere rodear con su afecto al gurí y de paso comer un poco también de arriba. Estamos en presencia entonces del segundo festejo.

Pero no seas insensible, el botija tiene también sus amigos, una vida social, una imagen qué mantener, además en el apartamento no te cabe el pelotero. ¿Qué te pasa? ¿No tuviste infancia? Mínimo se merece una chacra con música en vivo ese ser que es la luz de tus ojos. Estamos entonces ante el arribo inminente del tercer festejo. Sacá la calculadora: toda la farra no te va a salir menos de diez palenques. 

Y acá me detengo, porque este también es tema para otro post. 

Un consejo: andá al Clon o al Barrio de los Judíos y compra regalos para nena y varón al por mayor. Los tenés todos envueltos en una caja y los vas liberando. Uno nunca sabe cuándo puede aparecer otra tarjeta en la mochila...

A la casa de fulanito

A la salida del jardín la frase por favor puedo ir a la casa de fulanito es moneda corriente. En ese momento ponele que zafás, poniendo miles de excusas como que los papas están cansados y cosas por el estilo. Pero llega un momento en que la insistencia puede más. 

También hay que lidiar con los duelos y las separaciones. Cuando un amigo se cambia de jardín, a veces existe la demanda de continuar el vínculo y uno que es bastante blandido, hay que decirlo, termina cediendo y llevando al botija a la casa de su ex compañerito o compañerita para que juegue un rato. Un rato largo. Como de las cinco de la tarde a las ocho. Y si hay algo que no sabe el botija a los cuatro años es decir adiós. Entonces comienza otro infierno, y te pide una pijamada.

¡Pijamada!

Qué mal le hace la televisión al botija. Mechado entre tanto contenido educativo, la TV cable le inocula ciertas ideas de las que luego nos arrepentimos y nos dan ganas de darle de baja al servicio aunque implique no ver nunca más un partido ni una serie como la gente.

Resulta que ahora está muy de moda eso de que se queden a dormir en la casa de otro botija haciendo relajo y mirando tele hasta caer rendidos. Yo lo he probado y es bastante divertido, suelen portarse preciosos, incluso mejor que cuando están solos, pero para los padres es algo agotador. 

La joda es que se queda el amiguito o amiguita, en general un fin de semana, y se va al otro día. Recuerden comprobar con los padres de la otra criatura si está acostumbrado, si extraña y, si no es uno el anfitrión, a no dormirse, porque puede que de madrugada te toque salir rajando a rescatar al independiente de tu botija que de pronto extraña a su mamá, su papá y su cama. 

Los cuatro años son así: quieren ser grandes, pero son chicos todavía. Es la edad del yo solito, de querer demostrar que pueden más de lo que realmente pueden. Y hay que bancarles la cabeza, porque no pidieron venir a este mundo de mierda, así que ahora que lo trajiste, tratá de que disfrute la estadía, sin convertirte en su esclavo. Cosa difícil si las hay.

26 comentarios:

Ce dijo...

Sensacional (re) estreno, hay que decirlo.

Ce dijo...

Yendo a la columna en si mismo, concuerdo con lo que me ha tocado y me toca vivir. En cuanto a pijamadas sólo tuve de familiares (primo que se queda en casa o viceversa), y en ese caso las reglas son claras, tanto para el visitante como para quien visita casa ajena: si te quedás te quedás hasta el otro día y manejate, no voy a devolverte con tu madre ni voy a ir a buscarte en medio de la noche. El auto está en el garage descansando.

Macarena dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ce dijo...

Ojo, capaz que alguno de ustedes dice que soy medio sorete y los botijas la pasan mal. Y yo les contestaré: peor la pasaban en las pijamadas que organizaba Michael Jackson.

zorro d colonia dijo...

y cuando el gurí,gurisa en mi caso,te jetea o te insulta? porque la prmera vez da risa,y el energúmeno al ver que tereís,te lo repite,y si hoy le festejas,mañana no podes retarlo.Ja quieto,que me den el manual o me la cambien por un lechón y 10 de tinto

zorro d colonia dijo...

la guacha me ha dicho desde "tabeza de tulo" hasta "punto",pasando por "boludo", "bobo" y "negro cabeza'e cuete,cometrabas"

Sinca Bellos dijo...

Genes son genes

Sinca Bellos dijo...

Hoy, 17 Hs. mi niña de 5 siendo cuidada por mi madre debido a una gripecilla que le impidio concurir al jardin.

SMS MAMA: tiene 37.5 pero no quiere tomar perifar porque le da arcadas.

SMS YO: Decile que si no toma el remedio lo que le va a dar es el boleo en el orto cuando llegue.

Abuela que transmite el mensaje cambiando orto por cola.
Niña que toma el remedio.

No estarè pa un MBA de Psicologia en Harvard, pero que se le va a hacer.

zorro d colonia dijo...

un saludo pal loco Genes

Sinca Bellos dijo...

Por otro lado te dirè que, un par de veces han venido 2 infantos/as juveniles que comparten clase con ella y, si los dejas ser sin estresarte demasiado, te cagas de la risa.

Tenès que colocarte medio como un arbitro, cerca de la jugada, cuando se arma quilombo, sacas alguna tarjeta y seguis. No tenès que dejar que el partido se te vaya de las manos.
Siempre como haciéndote el dolobu

El editor dijo...

Lo que pasa en los cumpleaños queda en los cumpleaños.

El editor dijo...

No se le da perifar a una niña de 5 años.

El editor dijo...

Se le da aspirineta.

Detaquito dijo...

Maca, las columnas son guías espectaculares para futuros padres, ¡enhorabuena!

Ahora, a mi me dejaron las íntimas ganas de no tener nunca uno de esos engendros del demonio. :(

Detaquito dijo...

Mirá Edin, muchos médicos no recomiendan la aspirineta, dicen que no es buena. Te lo digo porque yo la tomaba de chico y así quedé. Claro que no es meramente debido al fármaco, o al menos a ese...

Macarena dijo...

Qué lindo ver tanto padre de la vieja escuela. Así me gusta. Mucho chancletazo correctivo.

Ay! menos mal que cerró Infamilia, si no tenía que eliminar también este comentario...

Brunzo dijo...

La mejor columna del blog por lejos. Siempre le fue y lo será.

Lo que me reí con "cometrabas".

Carles dijo...

Ah pero qué belleza de columna, gracias por volver Maca, no te merecemos.

f dijo...

juás!
esperen a que ronde los quince...

Diego Floyd dijo...

Una preciosidá de columna Macarena!
Que se repita...



El zorro sigue siendo un pebete de 4 añitos, vive pensando en las sorpresitas de los amiguitos...

Y todo esto dicho por su pequeña hija. Donde está la gente del INAU eh?

Alvaro Fagalde dijo...

Zorro: no te respetan ni los guachos ni los grillos.

Alvaro Fagalde dijo...

Yo a los 4 años tenia claro q era un guachito chico, no queria ser grande.

Bah, no tenia claro nada. Por eso me hice de Racing

Dobleveo dijo...

Formidable, pero de verdad.

Danzón dijo...

Preciosa columna. Cuando llegues a los guachos de doce, me avisás.

multipin dijo...

10 puntos esta columna!! Tengo un varón de cuatro y es todo tal cual, la real realidad.

Andrés Reyes dijo...

Gran columna, te dice un cúmulo de verdades como al pasar y de un modo muy divertido para el lector y la lectora.

Que no decaiga.