Hay
trabajos y trabajos. Salir todos los días a cambiarle el foco a la antena de algún
rascacielos no es lo mismo que atender la ventanilla de la bedelía de la
escuela de bibliotecología. De mismo modo, ganarse el pan como desactivador de
minas o como minero debe ser más estresante que conducir el informativo de
TeleRocha. Alguno y alguna me dirá, y con razón, que bravo hoy en día es dar
clase en un liceo, dirigir a Peñarol o vender enciclopedias Larousse ilustradas
en el Cuarenta Semanas. Otros dirán que complicado es ser taxista, guardia de
seguridad o peón rural. Sin duda, todas esas profesiones vienen acompañadas de
complejidades varias. ¿Qué se puede dejar para aquellos y aquellas que aprendieron
oficios que hoy se encuentran perdidos o casi extintos como el de afilador, hojalatero,
quinchador, escobero, pregonero, herrero, barquillero o volante de creación?
Un
trabajo que me genera muchas inquietudes e interrogantes es el de estatua
viviente. ¿Dónde aprende uno a ser estatua viviente? ¿Hay gente que nace con un
talento innato para ser estatua viviente o alcanza con dedicación y esfuerzo? ¿Cuánto
puede ganar uno laburando en ese rubro? ¿Cómo hace una estatua viviente para no
sopapear a todos los irrespetuosos e irrespetuosas que se ríen y burlan de su acto?
¿Qué cosas pasan por la cabeza de una estatua viviente durante su jornada laboral?
¿Qué porcentaje de estatuas vivientes trabajaron como
Blandengues? ¿Existe cierta sintonía y simpatía entre la estatua viviente y el
Blandengue?
La
paciencia y el control físico de una estatua viviente son innegables. Lo mismo
que su dedicación. No se puede ser estatua viviente por un rato, sino que precisa
tiempo para conquistar a su público. Ser un profesional del estatuismo no es
changa. Uno debe soportar el clima, la crisis económica, la gente con malos
modales y el tiempo. Porque si a uno a veces se le hace eterna su jornada
laboral, ¿Qué se puede dejar para alguien cuya profesión le exige estar inmovilizado
la mayor parte del tiempo?
Por todas estas razones, la película que les quiero recomendar hoy habla de la vida de una estatua viviente. Se titula The Giant Mechanical Man y fue estrenada el año pasado. Escrita y dirigida por Lee Kirk (de quien no he visto otras películas), The Giant Mechanical Man cuenta la historia de Tim y Janice; el primero una estatua viviente y la segunda una muchacha con problemas laborales. Ambos se encuentran en varios tramos de la historia y obviamente terminan juntos. Para ser honesto, no me parece una gran película. Tiene muchos elementos altamente predecibles y facilongos. Sin embargo, sirve para pasar el rato y sobre todo para pensar un poco más en esa enigmática figura que es la estatua viviente. Un gran tráiler se puede ver aquí. No se lo pierda. Evidencia sobre la relación entre una estatua viviente y un blandengue se puede encontrar siguiendo el enlace.
Por todas estas razones, la película que les quiero recomendar hoy habla de la vida de una estatua viviente. Se titula The Giant Mechanical Man y fue estrenada el año pasado. Escrita y dirigida por Lee Kirk (de quien no he visto otras películas), The Giant Mechanical Man cuenta la historia de Tim y Janice; el primero una estatua viviente y la segunda una muchacha con problemas laborales. Ambos se encuentran en varios tramos de la historia y obviamente terminan juntos. Para ser honesto, no me parece una gran película. Tiene muchos elementos altamente predecibles y facilongos. Sin embargo, sirve para pasar el rato y sobre todo para pensar un poco más en esa enigmática figura que es la estatua viviente. Un gran tráiler se puede ver aquí. No se lo pierda. Evidencia sobre la relación entre una estatua viviente y un blandengue se puede encontrar siguiendo el enlace.
12 comentarios:
Aprovecho para mandarle un saludo a todas las estatuas vivientes que nos leen cada miércoles.
¿Herrero profesión olvidada?
Me mudé frente a una herrería (y tengo el dormitorio a la calle...)
El herrero labura hasta el domingo de Pascua (posta).
Para dormir una siesta tranquilo tenés que calcular la hora a a que sale a almorzar. El tipo es una máquina. Debe tener más plata que los ladrones que le dan tanto trabajo.
Perdón que discrepe, pero es un tema que me toca muy de cerca. El tema, no el herrero. Aviso por si da lugar a comentarios fuera de lugar, como es usual en esta noble publicación digital.
Esta bien. Estaba pensando en el herrero que se dedicaba a herraduras. Pero si, tenes razón Macarena.
No entendí mucho lo otro. Que puede llevar a comentarios fuera de lugar?
Ok, tenés razón. Yo estaba pensando en el herrero de las rejas porque me tiene podrida con el piqui piqui todo el día.
En cuanto a lo que puede ser tomado para el comentario chabacano en este blog... todo!
Sabelo que la columna de cine es una de las cosas que más extraño del blog cuando me ausento por un tiempo.
hay circulando por youtube un video preciso de un vejiga que hace calentar a una estatua viviente y se come un buen soplamoco.
Tu columna? La razón de mi existir.
Me alegro que te guste, Macarena.
Carles: vi ese video si, una muy bien pegada por una estatua viviente de cowboy si mal no recuerdo.
Cristian, pasá un link pa ver la peli plis.
Estimado, no tengo enlace para esta pelicula. Mal yo.
divinos los trailers. quiero uno de esos galvanizados para la bici.
Estas películas en 5 segundos son la neta!
http://www.youtube.com/watch?v=71LVK5IpL0c
http://www.youtube.com/watch?v=pubY_siwO7o
Publicar un comentario