jueves, 23 de julio de 2015

De Las Piedras a Toronto, cuantas leguas quedarán.

"-Sólo tres personas hicimos callar a Maracaná: El Papa, Frank Sinatra y yo".

Esa frase ya bastante célebre del recientemente finado Alcides Edgardo Ghigglia se suele citar como muestra de lo crack que era, como jugador y/o como persona. O sea, se la trae a la memoria como prueba de grandeza del tipo. No sé, para mí es un enorme ejemplo de soberbia. Entre otras cosas, porque si el autor del decisivo segundo gol uruguayo en 1950 hizo eso, sólo fue posible porque al lado tenía a Schiaffino, Míguez, Julio Pérez, Obdulio, Máspoli y los otros. Pero, bueno, capaz que por eso no llegué a nada en el periodismo deportivo.

No es mi estilo -creo- pegarle a un tipo que se murió, pero menos aún lo es endiosarlo. Se acaba de morir el último representante que quedaba de este lado de la celeste que llegó a campeona mundial por última vez (en ambos sentidos de la palabra) y no faltó quien saliera -al repedo- a decir que merecemos todas las plagas bíblicas por no haber nombrado una tribuna del Estadio con su nombre, un departamento y por qué no, ponerlo como presidente de la República.

Ya se ha escrito acá sobre esa final y esa leyenda. Leyenda construida por un periodismo que recauda en base a hacernos sentir que somos -o fuimos- de lo más grande que hubo sobre el Universo. Por mucho periodismo y por el propio Ghigglia, seguramente el único de aquellos jugadores que se prestó al absurdo. El mito de que algo así como que Olivol Mundial le ganó a los Bulls de Michael Jordan a puro huevo, garra y todo eso, nos ha hecho mucho mal. Y lo peor es que es mentira.

Ni Brasil era tan invencible -habíamos jugado la Copa Río Branco dos meses antes allá mismo, y le ganamos un partido y perdimos los otros dos  por un gol- ni les ganamos solamente por tenerla larga. No niego el enorme mérito de esos jugadores de haberse sobrepuesto a una enorme multitud en contra pero Uruguay jugó mejor que la verdeamarela (que en realidad, aún jugaba de blanco) y ganó merecidamente por mejor desempeño futbolístico. Y porque supongo que la inmensa presión ejercida sobre la selección local les jugó muy en contra.

Ghigglia extrañamente no volvió a jugar por la selección -no fue citado al Mundial de 1954- no sé si porque ya había emigrado a Italia o por otras cositas- estuvo varios años en la Roma, un cuadro de mitad de tabla en aquel momento, conoció abundantemente la noche italiana y se fusiló toda la guita que pudiera haber hecho en Extranjia.   

Lo llegué a conocer en una mutualista que no voy a nombrar, donde estaba obsesionado con que todo el mundo lo peteara por aquel gol, por no hacer cola y tener todos los privilegios de atención posibles. Enemistado con su familia, obsesionado con el dinero, puso a la venta la medalla mundialista aunque después lo negó, mientras algunos difundían la leyenda que estaba pasando miseria porque nadie se había acordado de él.

Esta semana les presento a la Odette Yustman u Odette Annable, de casada. Era una de las nenas que estaban en el jardín de infantes de aquella comedia con Schwarzenegger haciendo de niñera pero creció y cómo. No ha trascendido mucho que digamos -su actuación más recordada fue "La profecía del no nacido" en 2009. No la vi y supongo que debe ser medio difícil asustarse si anda por ahí caminando por pasillos donde hay algún endemoniado, en bombachita. Ella, no el poseído. Me gusta pensar que su nombre de pila es un homenaje a Proust, pero no creo. Dicho sea de paso, Annable suena feo.

La imagen central documenta a una chica en plena ceremoia de casorio -como cualquier abombado puede ver- mostrando el regalo de una amiga a la que le pidió que le comprara algún presente que le fuera útil. Probablemente, así es que pueden sobrevivir los matrimonios.

Toronto es una hermosa ciudad. Allí se están desarrollando los Panamericanos, como todo el mundo sabe. Más desde que la Deborah Rodríguez sacó una medalla de bronce, que no es poco. Hay un par de medallas más para Uruguay, pero a la que le queremos dar todos en este blog -menos su director- es a la morocha hija del ex futbolista Elio.

Los Panamericanos son como las Olimpiadas pero de las tres Américas nada más. O sea, que al lado de U.S.A., Canadá, México, Cuba, Argentina y Brasil se cuelan países raros e insignificantes como Saint Kittys y Neves, Trinidad y Tobago, Belice y Uruguay. Ni picamos en basquetbol -o sea, estuvimos lejos de clasificar e ir- la remamos más o menos en atletismo y yachting y tenemos alguna posibilidad en fútbol, el único deporte en el que somos mínimamente importantes a nivel mundial, pese a los esfuerzos de la A.U.F.

Como en los Juegos Olímpicos, la cosa da para que uno se ponga a mirar deportes a los que ni borracho les da bola en el resto del año. Pero tiene efectos secundarios: también se ponen a opinar deportistas que, con suerte, conocen de fútbol o de basquet, pero no saben ni con qué parte del cuerpo se tira la jabalina o si el judo es igual que el karate.

En tiempos de Internet, uno podría pedirle a los tipos que ya supieran antes de ponerse a jetear, quiénes son y a que país representan los competidores de esa carrera que van a transmitir. Mi vieja dice estupideces cada vez que se para al lado de la tele cuando miro algo, del orden de: -¡qué peinado se hizo ese negro! o -esos se deben pasar entrenando para tener todos esos músculos. Pero por lo menos, no cobra por ello.

Acá en este blog hay algunos tipos que saben algo de basquetbol. Tienen menos edad que uno y no vieron los 70 y 80: la Sordi, el Nachito -que dentro de 50 años lo vamos a seguir tratando como un jopende- y el Mauro, que no sé que jeta tiene pero supongo más joven que yo, también.  

Viendo hoy a la selección argentina -el equipo B, con mucho jugador joven a la que se le está queriendo dar rodaje- me puse a pensar que en esos tiempos mencionados más arriba nosotros le jugábamos de igual a igual a ellos y hoy no le hacemos cosquillas a su segundo seleccionado.

En realidad, es lógico que países mucho más grandes como Argentina, Brasil y por qué no, Colombia, Chile o Venezuela sean más poderosos que nosotros en la gran mayoría de los deportes. Además, ni por asomo quiero decir que antes los uruguayos éramos unos fenómenos. Simplemente, es que nos estancamos ruidosamente mientras los albicelestes no pararon de evolucionar y llegaron hasta donde han llegado. Nos han pasado de largo como un poste. 

Yo no digo que ganemos una medalla de oro olímpica como ellos pero me parece que la formación de inferiores está fallando ostensiblemente, por no hablar de la organización de selección y ligas domésticas. Y hay cosas que no tienen que ver con la guita. No sé, digo yo. Que opinen los jóvenes citados u otros.          

19 comentarios:

LaSordaDeMierda dijo...

Igual que la Deborah, no tenia la humildad de los grandes.

Unknown dijo...

"capaz que por eso no llegué a nada en el periodismo deportivo"...

Otro humilde como pocos...

Unknown dijo...

Siempre atrás de la Sorda, ojo que es mera casualidad...

Unknown dijo...

En el periodismo uruguayo llega cualquier turro, los que no llegan es porque les sobra algo, no porque les falte nada.

Alvaro Fagalde dijo...

Gracias, Unky.

Sorda: estas celosa con la Debora?. Mirá que somos amigos, solamente.

LaSordaDeMierda dijo...

Entonces dale un buen uso a esa amistad y conseguime un pase libre gratis pal gym de la pista de atletismo

Alvaro Fagalde dijo...

Mientras no se me ponga celosa la grone. Te conseguiría pases libres para tantos lados, Sordi...

Nacho dijo...

Comparto la preocupación sobre el estancamiento de nuestro básquetbol, pero sobre todo comparto las líneas dedicadas a Ghiggia y Maracaná. Eso es lo que pienso y hace rato quería expresarlo pero no sabía cómo. Gracias Fagalde.

zorro d colonia dijo...

Viejo puto





Y chichia también

Alvaro Fagalde dijo...

Eso de viejo, más despacio.

gracias, Nachito. Expresamos lo que el pueblo piensa.

Mauro M. dijo...

31 Fagalde, llevados como se puede...

El problema del básquet es que no le han tocado los milagros que al fútbol y que a nivel mundial tenes más chances de ser competitivo si reclutas tipos altos y muy altos, cosa que escasea en nuestra sociedad.

Encima se bajó Batista del pre mundial por el tema contrato/seguro...

Lo podemos culpar? No señor, por más ganas que nos den.

Facundo dijo...

Preciosa columna. Lindo título, hermosas fotos, letras coloridas y verba florida. Pa qué más?

Nacho dijo...

Siempre tuvo flor de verba Fagalde

Art Vandelay dijo...

Primerísimo y fundamental para que pase algo con el basquet es que se vaya Ney Castillo. Lo tienen que sacar ayer, a como de lugar, secuestro, "accidente"de auto, como sea. El solito no se estaría dando cuenta de su propia y avasallante ineptitud.

Art Vandelay dijo...

Nadie inventó la cuenta @andateNey? Linda campaña, dejo acá la idea si alguien la quiere agarrar.

Unknown dijo...

Y...medio que ningunea a los compañeros si. Igual la historia se ha encargado de que ese partido parece que lo hubieran jugado 4 o 5 de Uaregay.
Deli deli la Odette eh..

Unknown dijo...

No se nada de basket y los panamericanos ni me van ni me vienen.

Santiago dijo...

¡Que competencia que tienen la AUF y la FUBB!

Alvaro Fagalde dijo...

Lo que yo no entiendo es que la segunda division se juegue en el descanso de la primera.

Bueno, no entiendo muchas mas cosas de la vida.