Chufa chufa con las manos

En un mundo cada vez más dominado por el show Business, la suerte de Peñarol en el actual Torneo Apertura irá de la mano de la buena voluntad de unos niños argentinos, mientras en plena carrera electoral comienzan a surgir hilarantes propuestas que apuntan a despertar al viejo león aurinegro.

Si ya resultaba poco serio que la dilucidación del campeón del Torneo Apertura pasara a depender de los polémicos fallos arbitrales, de la filiación deportiva del Tribunal de Contiendas o de la inclusión del Cachorro Burián, ahora tendremos que apelar a la buena voluntad de Cris Morena y sus muchachos. Es que la añosa ex pareja de Carlín Calvo en “Amigos son los Amigos” y su espectáculo “Casi Ángeles” (algo así como Chiquititas pero con menos agujeritos cardíacos) obligarán a que Peñarol, el legendario club de las once estrellas, el de la cortina metálica de Silva, Lorenzo y Gestido, el que gana con la camiseta, el que forjó la grandeza de nuestro balompié desde los talleres del ferrocarril inglés, deba postergar su encuentro válido por la décima fecha ante Villa Española, y acaso jugarlo en un campo en –aún más– pésimas condiciones.

Solo faltaría que CAFO se dé el lujo de estrenar el flamante tablero electrónico con el espectáculo montado por esta señorita, versión argenta de Dorian Gray, que parece haber hecho un pacto diabólico según el cual tanto su apariencia como sus ideas se mantienen estables desde 1990.

Digámoslo de una buena vez por todas: Peñarol tiene la oportunidad histórica de recortar su oneroso presupuesto en caso de colocar –por ejemplo– a alguno de los 5 arqueros que integran su plantel en el staff de la citada compañía teatral. O el propio Diego Morena… ¿alguien se acuerda de que el juvenil y rubio elemento aún integra el plantel aurinegro? ¿No sería mejor cederlo sin costo a la homónima Chris (con quien poco costaría inventar un lazo sanguíneo) que tenerlo corriendo sin ton ni son por Los Aromos? ¿No lo ven a Islam Kanan en el rol del árabe desquiciado que busca vengar al universo asesinando a cuanto niño se le ponga por delante, siendo detenido por un –pongámosle –quiosquero encarnado por Pepe Monje?

Afortunadamente, uno de los grupos que pugnan por cubrir la vacante de presidente de Peñarol en los comicios venideros, incluye entre sus preceptos básicos la administración y gestión del Estadio Centenario. Aplaudimos esta intención. Bastante tranquilo está el panorama futbolístico vernáculo como para negarse a la posibilidad de que los clásicos dejen de jugarse en Montevideo, ante la imposibilidad de ubicar a la hinchada alba en la Colombes pintada de negro y amarillo, o de hacer lo propio con la parcialidad manya en el talud que lleva el nombre del hermano que la bautizó con ese peculiar apodo (*).

Cierro los ojos (como en el reclame del shopping) y creo ver esas imágenes, de granaderos vehementes, proyectiles que llueven, gases que se esparcen, periodistas deportivos ensangrentados, familias enteras corridas para siempre del fútbol. Pero todo para satisfacer la necesidad de la hinchada aurinegra de tener un estadio propio… ¡pero por favor! ¿Para qué quiere tener un estadio propio, si sin tenerlo juega el 90% de sus partidos en la misma cancha… y ni así es capaz de campeonar?

Por lo menos, yo para mí, es así.

Bach. Patricio Mehma

* Cuenta la historia que Carlos (el) Rasqueta Scarone, hermano de Héctor, le advirtió a su padre (aurinegro rabioso) que se iba a Italia porque en caso de quedarse en Peñarol, debería dedicarse a engullir (manyar) sus propias excreciones intestinales (mierda). A su regreso de Italia, se enroló en Nacional, donde cumpliría una excelente gestión junto a su hermano Héctor, para muchos, el mejor jugador uruguayo de toda la historia.

(Publicado en Guambia, sábado 8 de noviembre.)