Ocho partidos fueron
suficientes para terminar con el Peñarol del Tornado Alonso. La directiva
aurinegra no dudó en apelar a la condición humana del entrenador saliente para
invitarlo cordialmente a "poner el cargo a disposición", ese
eufemismo que en el diccionario del fútbol uruguayo supone ser echado sin
cobrar el resto del contrato ni la cláusula de rescisión. A continuación
compartimos algunas reflexiones sobre el difícil arte de ser director técnico
en Uruguay.
Publicado en Brecha, 11-10-2013
El equipo de las once estrellas, que había comenzado su
compaña 2013-2014 con optimismo de la mano de un plantel poderoso, reforzado
con todo lo que su novel entrenador fue solicitando, finalmente fue de menos a
menos todavía, y al cabo de dos meses quedó con el clásico y la Copa Bimbo como
únicos objetivos de acá a febrero. La directiva hizo un alto en los temas
priorizados en su agenda[i]
y se tomó un tiempo para decirle "che, Tornado... medio como que no está
dando", a lo que el ex centrodelantero decidió marcharse sin ofrecer
reparos, dejando la puerta abierta para el futuro. Pues los mismos que hoy
afirman que Alonso "es gente de bien", no hubieran dudado en
señalarlo como un individuo que antepone sus intereses personales al bien del
pueblo carbonero, en caso de haber cometido el sacrilegio de haber querido
mantenerse en el trabajo para el que fue debidamente contratado.
Al asumir como nuevo entrenador, Jorge Gonçalves (quien se
autodefinió como "un jugador del montón") afirmó que ser técnico es
mucho más difícil que ser futbolista porque, muchas veces, no dependés de vos
mismo. En cambio cuando estás adentro de la cancha, nada te impide tomar la
pelota, eludir a 7 rivales y colgarla del ángulo, o partirle el tabique nasal
de un codazo a un adversario. Nada que no sean tus propias limitaciones, claro
está.
No debe haber otra profesión más inestable que la de ser
entrenador de fútbol en el Río de la Plata[ii].
Podés tener el mejor plantel, podés ser tapa de El Gráfico, podés tener un
palmarés que muchos quisieran tener. Pero si llegás a un club en el que no
tenés un pasado demasiado exitoso, y perdés tres partidos, las chances de que
te echen son enormes. Empero, si andás bien, no perdés el clásico y tenés la
suerte de salir campeón, seguro que el año que viene -si los "entrenadores
sombra", caso Diego Aguirre o Gerardo Pelusso, no están disponibles- te
renuevan y hasta podrás ganar algún mango más.
No solo es más sencillo echar al técnico que a 22 jugadores:
el reglamento te permite hacer lo primero y te impide hacer lo segundo, salvo
que pretendas disputar el resto del torneo con adolescentes, a los que tendrás
que hacerles contrato tarde o temprano. Contrato que será corto, pues los
botijas -aconsejados por su representante- querrán quedar libres rápidamente a
fin de concretar su sueño: ser suplentes en el fútbol europeo, para luego
volver a Uruguay al año y medio, con más plata y peinados exóticos.
Para peor, en una empresa cualquiera, el gerente siempre
cobra más que el personal subalterno, y generalmente cuando son echados, cobran
generosos despidos. Lujos capitalistas que se le niegan al entrenador del siglo
XXI, que no solo cobra menos que sus dirigidos, sino que son gentilmente
invitados a renunciar para evitar ese molesto papeleo que supone pagarle a un
trabajador lo que le corresponde.
Si tenés dignidad
Claro que tampoco conviene andar demasiado bien porque se
corre el riesgo de ser llamado a dirigir la selección. Y ahí sí comienza el
verdadero calvario.
En el Mundial de 1990 yo tenía 13 años, y consumía grandes (demasiado)
dosis de programas deportivos, fundamentalmente en radio. Fue imposible llegar
a julio de ese año sin pensar que Tabárez había desaprovechado la oportunidad
histórica de tener una buena figuración en el Mundial de Italia, debido
fundamentalmente a que Casal le armaba el cuadro. Una pena que Paco, al igual
que el 3 de aquella selección[iii],
nunca hizo el curso de técnico. Pues ya que todos asumían que el contratista
armaba el equipo, ¿por qué no darle las herramientas para que lo armara de la
mejor manera?
Dieciséis años, varios técnicos, jugadores con hambre y
frustraciones después, volvió Tabárez. En el interín hizo lo peor que puede
hacer un técnico que pretenda pasar una vida tranquila: se peleó con el
periodista Jorge "Toto" Da Silveira, el número uno[iv].
El entrenador argentino Carlos Salvador Bilardo (gran amigo de Toto) dijo
alguna vez: "cuando el técnico se pelea con el uno, se tiene que ir. Y si
se pelea con el dos y el tres, también se tiene que ir". Suponemos que se
refería a jugadores y no a periodistas, pero quizás el ejemplo aplique en ambos
campos.
Pero a Tabárez no le importó y decidió aguantar hasta el
Mundial pasado. Y cuando Diego Aguirre ya se frotaba las manos para asumir,
Uruguay llegó a semifinales y el docente optó por aguantar hasta el próximo. El
resto de la historia es muy reciente: la Copa América ganada, las derrotas del
año 2012 que reavivaron los fantasmas de interrupción del proceso, y los
últimos 3 meses exitosos que nos devolvieron las ganas de pensar en el 2014 y
en el ranking de la FIFA.
Hoy de noche Uruguay se juega buena parte de la chance de
clasificar a Brasil, para así darle un broche de oro digno a quien será evocado
-sin temor a equivocarnos- como el mejor técnico de la historia moderna de la
selección uruguaya. Si perdemos (algo que debería parecernos normal, y que en
junio nos hubiera parecido inevitable) será momento de apostar todo a nuestros
hermanos argentinos.
Que se queden con Gardel, el dulce de leche, el asado, el
candombe, Maxi de la Cruz, el truco con muestra y el sun. Pero que no nos vengan a
ganar justo ahora.
[i] A
saber: la construcción del estadio, el decanato y la nacionalidad de Gardel.
[ii]
La referencia no está dada en virtud de nuestras intenciones de apropiarnos de
gente como Caruso Lombardi o el Turco Mohamed, sino porque la inestabilidad de
los entrenadores a ambas márgenes del Río es muy comparable.
[iii]
Hugo De León.
[iv]
Por pelearse se entiende "se negó a darle una nota en exclusiva". Que
es algo que no se le hace a nadie.
18 comentarios:
Excelente columna !!! gigante Reyes!
Sublime entrada, en el top 5 de las mejores que leí en esta página!
Yo lo quería a Alonso como DT, sinceramente, ahora, perdiendo más de 10 puntos en el arranque, quedando eliminado en primera fase de la Sudamericana y sin ganar amistosos, siendo contra Racing el único partido que ganó (todavía cagando aceite) con un cuadro que prácticamente armó él...
Imposible no fletarlo, imposible, capaz mañana Alonso Agarra Rentistas y lo saca campeón, pero con un arranque así no hay directiva que aguante...
Grande Reyes, Grande!!!!
A vos te queremos de tecnico para siempre.
Gracias, los quiero.
Enrique, gracias por volver. Pelé sigue vivo, te aviso por las dudas.
Master: creo que el optimismo inicial carbonero respecto al Tornado no tenía fundamentos.
Deja: siempre es lindo leerte por acá.
se se,muy bonito todo...
A mi me caía bien como jugador, como DT no lo conocía sinceramente.
Y me conmovió la historia de Valentina, lo hizo querible, que se yo...
Cuál es la historia de Valentina. No la conozco, son ocho los monos.
Sale un charter a Jordania?
paso
Nunca me fui Andres, la vagancia me consume y no comento pero estar siempre estoy !!
Ojo con Jordania que dicen tienen todo preparado para adular y chupar miembros a mas no poder, si es cierto nos hacen 14 de locales... un Uruguayo comodo es peor que un empleado publico el 1 de mayo...
Muy buena y muy de acuerdo en todo...
Andate Tabarez!!
Mañana si hay alguno que este a gamba para ir hasta Sayago City que me avise que lo levanto de camino.
No la vamos a pudrir como previa de mañana?
Ah, no... cierto que viene de mucha novia y eso
Andate Tabarez!!
Me lo imagino a Reyes a esta hora terminando de armar las tarjetas, poniendo todo a punto para la Pepe Monje. Un verdadero Crá!.
Que se vayan todos
Max, pará un poquito de alcaguetear al Sr. Director!!!! No nos estás dejando nada para los demás!!!
Ele: te extraño
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