Un cuento de Fontanarrosa

Pese al título, esto sigue siendo la sección deportiva y no la vuelta del entrañable Gjoffe. Lo que voy a presentar hoy no es ninguna noticia ni análisis polideportivo (como si alguna vez los hiciera), ni fotos bizarras, sino una simple anécdota.

No es de mi autoría, y la voy a transcribir tal cual porque no tiene desperdicio y es realmente increíble. Fue publicada acá, pero la puedo robar porque tengo los derechos. El que escribe se llama Mauro Costa, un muchacho tipo Alf que viaja por el mundo y estuvo en los tres partidos de fútbol de Uruguay en los Juegos Olímpicos.

Tras el último, contra Gran Bretaña en Cardiff, escribió lo siguiente:

Durante nuestra estadía en Cardiff fuimos parte de una especie de cuento del “Negro” Fontanarrosa. Llegamos al hostel, dimos nuestros nombres, pasaportes, y cuando mencionamos que somos uruguayos, escuchamos un grito detrás de nosotros:

"¡Aarh! ¡No puedo creer, Uruguay, increíble!". Una mujer inmensa, cachetona, con una cara desorbitada exultante de alegría.

"Somos de Islas Feroe, y vinimos exclusivamente a ver a Urrruguay. No puedo creer, al fin conozco un uruguayo en vivo y en directo." Parecía joda. "Mi marido es fanático de Uruguay, vamos a todos los partidos que podemos, siguiendo a la Celeste". Dicho y hecho.

Una pareja de Islas Feroe (entre Islandia y Noruega, según dijeron) que son hinchas de Uruguay. Van a todos los partidos que pueden. Fueron al Mundial, amistosos, y ahora a los Juegos Olímpicos. Aquí van algunas perlitas de esta pareja surreal.

Si alguno vio la propaganda de Heineken, (la de la Champions cuando entran al cuarto lleno de cerveza) ésa fue la expresión que puso la mujer cuando vio el mate. "Ahhhh, un mate, no puede ser. ¡Al fin vemos uno!"  le gritaba al marido, quien le respondía con gritos aún más altos. Les prometí que les iba a convidar con uno.

El marido, Iván, nos dice: "fuimos a Moscú a ver el amistoso. Salimos en Cámarrrra Celeste con Gorzy". Les juro, a esta altura nosotros esperábamos a Diego Korol que nos dijera que era una joda para Tinelli, pero el tipo sigue: "Estuve en el partido contra Ghana, tengo los videos. Cuando el Loco Abrrrreu iba a patearrr tenía nerrvios que la tirrrara despacito. No puedo creer como el golerro no sabía lo que iba a hacer."

Ahí se suman unos mexicanos que estaban en el hostel, que obviamente conocían a Abreu. Se armó una especie de Hora de los Deportes con todo este grupete. La charla fue por los carriles normales hasta que este amigo de Islas Feroe empezó a babosear a los mexicanos: "¡Uruguay es inmenso! ¡Sólo trrrrrres millones y es un grande del fútbol! Trrrrrres millones. ¿Cuántos son en Ciudad de México?" Nosotros no sabíamos dónde meternos.

Ya sin los Chavos, que se fueron silbando bajito, hablamos del fútbol local. Conocía a Gelpi, y nos preguntaba porqué no era titularrr en esta selección si era el golerrro de Peñarol en el último Clausurrra. No le quedaba clara la diferencia entre Cerro y Cerrito. Le explicamos que son dos barrios distintos.

Nos cuenta del Centenario, Estadio al que fue las tres veces que viajó a Uruguay. "La primerra fue en 1989, partido de Eliminatorrrias contra Bolivia, terrminó 2 a 0. Ruben Sosa, Francescoli, Alzamendi, un equipazo" nos dice. Pensé que habría que presentárselo a Garrido, así Atilio por fin tiene alguien con quien comentar sus memorias.

La mujer se sentía en Disney. Contenta de que su marido tuviera alguien con quien hablar, seguramente porque le debería tener los cataplines por el piso. Nos muestra un video en Rusia en el amistoso cantando el himno uruguayo con bufanda, remera y bandera. Realmente parece un exiliado político.

Después entra a Facebook, y su foto de portada es ¡¡¡LUIS CUBILLA!!! El tipo dice "un grrande, levantó el centrrro a Espárrago en México 70." Nos pide para ver la alineación del partido contra Gran Bretaña. Comentamos que entra Aguirregaray, y medio que pa’ tantearlo le decimos que es hijo del “Vasco” Aguirregaray, que jugó como hasta los 40 años en Peñarol. El tipo nos responde: "Sí, pero antes era de Nacional. Jugó en Peñarol después de venir de Brasil, de Porto Alegre". Cerrá y vamos.  Sólo falta que aparezca “Best Seller” y redondeamos una historia como las que solo escribía el “Negro”.

El día del partido no los vimos. Pensamos que nos quedábamos sin cruzarnos hasta que faltando 15 minutos para que empezara aparece la pareja feliz como en luna de miel para sacarse una foto al lado de la cancha. Fotos de rigor mediante, el tipo nos muestra toda su indumentaria tal cual lo hacía Susana Giménez.

Bandera en mano derecha, bufanda y la remera de su (evidentemente) mayor ídolo: Luis Cubilla. Era tanta la excitación del loco que agarró a la mujer y la hizo ponerse de espalda y sobre su camiseta celeste apareció un número 5 rojo, estampado.

Entre el euforia de los gringos ("team GB team GB") el tipo nos decía "ella es como el negro jefe". Gritamos y hablamos algunas cosas que no me acuerdo bien, salvo que el tipo estaba chupadísimo por la versión del himno. No le gustaba que lo acortaran.  

Luego del partido llegamos al hostel y lo que vimos no estuvo tan bueno. Iván estaba encerrado en el cuarto seguramente llorando y frustrado. Su mujer, Irka (creemos que se llamaba así) nos comentó que lo más probable era que no saliera hasta el otro día. Ella  estaba hecha una velita, achicadita, callada y colgando un cartel en la puerta para ver si podía vender las dos entradas que había comprado para la segunda fase.

Le dijimos que en realidad esto se asemeja más a los resultados de Uruguay, y que parte de ser hincha de "la Celeste" es lidiar con estas derrotas. No creo que la hayamos convencido pero hicimos el intento. Nos dimos un abrazo grande y quedamos en vernos en setiembre, fecha en la cual tienen previsto ir a ver Uruguay - Ecuador.