Cinema Soca: Entre el fusil y el malabarismo, entre el facón y las clavas

Ubíquese en la localidad de Grecco, departamento de Rio Negro. Estamos en el año 1908 y usted vive en las afueras de esa localidad con su padre, su madre, y su hermano menor. Contando a los miembros de su familia, en Grecco viven 612 personas. Usted tiene cerca de 20 años y no ha mantenido relaciones sexuales con nadie durante todo ese tiempo. A ese hecho, agréguele que usted trabaja en la plantación de girasol de su padre cerca de 15 horas diarias, que es analfabeto, y que rara vez llega hasta el centro de Grecco dado que sus progenitores no le dan permiso. A ese lindo panorama, súmele el hecho de que su vida corre peligro gracias a una disputa de sus ancestros por temas territoriales con otra familia de Grecco. Así, usted sabe que tarde o temprano va a venir alguien de la otra familia con una escopeta a pegarle un tiro. Finalmente, imagine que en ese contexto, un día mientras lleva sus mercancías a vender en el mercado local, usted se topa con una muchacha de esas que hacen malabares, acrobacias, estudian en humanidades, votan a Emilio Frugoni y están a favor de los partos naturales. Ya sé que me van a decir que Facultad de Humanidades fue fundada recién en 1945, y que Emilio Frugoni creó el Partido Socialista en 1910. Pero bueno, esos son solo detalles que usted puede dejar de lado esta vez.

Si lo hace, imagine que esta bonita muchacha se encuentra en Grecco para un congreso de Saltimbanquis y se enamora de usted; al punto que lo invita a irse juntos a Cabo Polonio. ¿Qué haría usted? ¿Enfrentaría al enemigo de su familia, fusil contra fusil, o se iría con su nueva noviecita a aplaudir las puestas de sol del Polonio? ¿Cambiaria el honor de su familia por una muchacha que le promete amor, zancos y comida vegana? ¿Dejaría a su familia viviendo en la deshonra mientras usted se regocija cantando versos de Bartolomé Hidalgo en fogones poblados por gente que dice entender a Proteo y sus motivos espurios?

Un dilema parecido se da en la excelente película de Walter Salles, llamada Abril Despedaçado. Muchos de ustedes recordaran a Salles por su Estación Central y su Diarios de Motocicleta (película en donde Drexler confeso clavar su remo en el rio). Abril Despedaçado cuenta una historia similar a la que describí arriba pero ambientada en el Noroeste brasilero. Tiene un excelente guion, una muy buena fotografía y notables actuaciones. Aunque no trabaja Tony Ramos, si lo hace Rodrigo Santoro (el jefe de los malos en 300), Rita Assemany (la señora de Estación Central) y Wagner Moura (quien hacía del capitán Roberto Nascimento en Tropa de Elite). El final es una joyita que vale la pena revisitarlo de vez en cuando.

Como no he encontrado enlaces para esta película (se agradecen aportes en este sentido) les dejo un link a escenas del film musicalizadas por Francisco Buarque de Hollanda. ¿Uno de los norteños más grandes? Eu acho que sim.