La anécdota

Panorámica del Crucero Magic Lady Carol, que nos transportara por el Nilo

Muy bien, hoy sí. Se termina nuestro contrato, y casi once meses después de aquel 27 de enero en donde comenzamos con las columnas, las terminaremos. Es difícil ponerse muy reflexivo en 15 minutos, por lo que daremos paso a lo que un día les prometimos, y ustedes, o bien nunca les interesó, o la mejor opción: se olvidaron, que por más patética que siga siendo, al menos deja un atisbo de motivación para escribir las líneas que siguen.

Corrían los primeros días de julio, y andábamos paseando por el río Nilo, a bordo de un lujoso crucero de tres pisos y diez metros de altura. Para variar, hubo fiesta de disfraces por la noche en la cubierta, a la cual asistieron choferes gays, Cleopatras, Shakira con Piqué, bebés gigantes, etc.

Pues bien, cuando el sol ya mostraba sus primeros indicios, alguien sugirió la buena idea de tirarse en la piscina. A lo que el bebé gigante respondió sin más: piscina? qué carajo, vamos a tirarnos al Nilo.

El vídeo que sigue les muestra la primera parte de las peripecias. Luego habría salvavidas tirados al agua, tripulaciones enteras intentando rescatar náufragos, y anda mais.

Lo que respecta a nosotros, si las negociaciones prosperan, volveremos el año que viene en otro horario, para hablar, quizás, de problemas lógicos, del Defensor de Juan Ramón, de los horarios de los bondis, o de todo eso a la vez. Lo que tiene que ver con viajes, quedará en manos del carismático Bonzo, afortunado ganador del concurso que realizáramos oportunamente entre los viajeros de economía en 2012.

Felices fiestas, y nunca mejor dicho, pongan esa poronga. Es hoy o nunca.