La verdadera historia de Daniel Köllerer

Hoy contaremos la historia de un niño llamado Daniel.

Daniel, "el Dani" para los amigos, nació en la cuidad de Wels, al norte de Austria. Hijo de Peter y Renata, el pequeño Dani era un niño como cualquier otro. Iba a la escuela, tenía amigos y hacía travesuras.

Conforme fue creciendo, empezó a practicar un deporte, como todo niño que quiera tener una vida saludable y alejada de las drogas. Daniel optó por el tenis, a lo que sus padres les preguntaron: "¿estás seguro, mi vida?". Daniel respondió, en perfecto austríaco, "sabelo pelo".

Daniel, hijo único, solía practicar con su padre (empleado municipal de Wels) el deporte blanco. No sabemos si fue el propio Peter (su padre) el que le inculcó que la mejor superficie era el polvo de ladrillo, ni tampoco la técnica del drop shot, que años más tarde se transformaría en su golpe favorito. El viejo le había comprado un poster de Thomas Muster, su ídolo, para que lo pegara en el ropero. Era todo como muy idílico.

El proyecto estaba encaminado. Con tan solo 16 añitos consiguió su primer punto ATP, hecho que fue festejado alegremente con una fiesta familiar a la que asistieron unas tías abuelas que hace tiempo no veía. Eso fue en el año 2000. Un año después (2001), jugando torneos Junior, venció a algunos coleguitas de su edad: un francesito negro llamado Jo Wilfried, y un yanqui larguirucho de apellido Isner.

El gurí prometía. En el 2002 se transformó formalmente en profesional, e incluso ganó su primer Future. Tenía 19 años y estaba pisando el top 600. Todo parecía bárbaro, pero poco a poco el comportamiento del Dani empezó a llamar la atención. Adentro de las canchas hacía cosas locas, indebidas, rebeldes. En los vestuarios, los otros tenistas le empezaron a agarrar odio, y lo empezaron a llamar "(el) Crazy Dany"

Así y todo, el tipo llegó a ganar 6 challengers (nunca dijimos que era un fenómeno) y a estar en el puesto 55 del ranking ATP. Hoy, con apenas 27 años y mucha guita recaudada (si no leímos mal, como dos millones de dólares), puede decirnos a la cara que es un ex jugador de tenis.

¿Qué pasó en el medio? ¿Cómo pasó ese pendejo medio loquito a ser expulsado de por vida por la ATP? Sí, oyó bien. Leyó mejor. Suspendido de por vida. Chau carrera, nos vemos, andate para tu casa, arrancá pa las 8 horas, no vuelvas más. A continuación contaremos algunas (solo una ínfima parte) de sus locuras:

• En 2005, Juan Martín Del Potro le hizo un tiro ganador, y Daniel se burló haciendo gestos como que el argentino se drogaba.
• Al año siguiente, rajó a puteadas a Nicolás Almagro cuando este le ganó un partido en Acapulco. Fue sancionado por seis meses.
• En Szcezcin, contra Pablo Cuevas (a vos creo que te saco) simuló que el uruguayo le había pegado un raquetazo en la rodilla.
• El brasileño Julio Silva lo denunció porque fue discriminado racialmente. Al parecer, Daniel le dijo "andate a la selva, mono" y se burló haciendo movimientos de simio.
• Una vez, en el challenger de Aracajú, 40 jugadores juntaron firmas para pedir su exclusión del torneo. Era un cascarrabia, se pasaba peleando con todos: con los jugadores, con el público, con todos.
  
• El tenista alemán Tomas Berhend lo definió como "el tenista más sucio de la historia".
• Y lo último y mejor de todo: el 31 de mayo de 2011 fue, como dijimos, sancionado de por vida por la ATP. Los cargos por los que se lo acusó: "idear o intentar inventar el resultado de un evento, solicitar o facilitar a jugadores que no hagan sus mejores esfuerzos y solicitar, ofrecer o proveer dinero, beneficios o consideraciones, con la intención de influir de manera negativa sobre los esfuerzos de los jugadores". Además, de yapa, lo multaron con 100 mil dólares. Pa que vaya llevando.
  

Hasta aquí la triste historia de Daniel Köllerer, un tipo que empezó bien pero que cayó en las garras más profundas del mal. ¿Siempre fue un demente? Sus amigos no quisieron hacer declaraciones. Solo dijeron que ahora van a tener más tiempo de ir con él los domingos a ver al LASK Linz, el cuadro de sus amores.