El arquero

Seré le ataja el penal a Kieft.

El arquero es el puesto del deporte que tiene más denominaciones. Se lo puede llamar también golero, guardameta, cuidapalos, guardavalla, portero, cancerbero, goalkeeper, o meta, y todo eso solo en Español. En fútbol, y en otros deportes, como ya veremos, es aquel jugador encargado básicamente de evitar que el balón entre en el arco propio, para lo cual, goza de un área en la que está autorizado a hacer algo que los demás jugadores no pueden hacer: tocar la pelota con las manos.

Por eso, para estar claramente identificado, usa una indumentaria diferente a la de sus compañeros.

De la mano del fútbol moderno y de algunos cambios en las reglas, el arquero comenzó a adquirir otras funciones, como las de ser el último defensor y el primer atacante.

ARQUERO EN REGLA

Veamos un poco la evolución del puesto a partir de la evolución del reglamento del fútbol. Las primeras reglas del fútbol datan de 1863, y ya había arquero. De hecho, lo habilitaban a tocar la pelota con las manos hasta el centro de la cancha, cosa que hacían a mano descubierta, sin guantes.

El hábitat de los primeros arqueros era diferente. El arco tenía una cinta en lugar de un travesaño y no tenían redes. Recién en 1902 se introdujo el área grande y apareció el punto penal´, y recién en 1937 apareció el semicírculo del área, de acuerdo al sitio oficial de la FIFA. De hecho en las fotos del Mundial de 1930 puede verse cómo las áreas del Centenario no tenían semicírculo, mire si no.

A que no te habías dado cuenta, ¿eh?

En 1891 se había introducido el penal pero no había un punto penal, sino que los penales se tiraban desde cualquier punto situado en una línea paralela a 11 metros del arco. Además, había otra línea, situada a 5 metros y medio, que era hasta donde se podía adelantar el arquero en un penal. Las líneas atravesaban toda la cancha, como en el rugby.

En 1902, esa línea de 5 y medio, equivalente a 6 yardas, dio origen al área chica, mientras que a 18 yardas se dibujó el área grande, lo cual le da nombre a El Área 18, la novela de Roberto Fontanarrosa.

Noventa años después, en 1992, se introdujo una regla que en principio no parecía gran cosa, pero que terminó cambiando al puesto del arquero para siempre: la regla del pase atrás, que obligó a los arqueros a saber jugar con los pies.

Zamora: jugó en el Espanyol, en el Barcelona y en el Real Madrid. ¡Alto pastelero!

Las reglas actuales afirman que: “dentro de su propia área penal, el guardameta no será culpable de infracciones por mano sancionables con tiro libre directo ni de ninguna sanción relacionada, pero sí podrá ser culpable de infracciones por mano sancionables con tiro libre indirecto”, esta última puede ser aplicable, por ejemplo, si tras un pase de un jugador de su mismo equipo recibe el balón con las manos.

INDUMENTARIA

El finado Bacigalupo y sus guantes, bastante guasqueados, por cierto.

La primera foto de un arquero con guantes corresponde al Divino Ricardo Zamora, arquero español que usaba guantes para protegerse del frío. En los años 40, el italiano Valerio Bacigalupo, implementó el uso de los guantes sin importar la estación del año. El pobre murió en la recordada tragedia de Superga, junto al plantel del Torino.

La FIFA puntualiza que el arquero es el único que puede usar pantalones largos y gorro durante el desarrollo de un partido. Salvo que uno sea Matías Cabrera.

HISTORIAS DE ARQUEROS QUE CAPAZ NO CONOCÍAS

Bert, antes de que partieran las vértebras.

Bert Trautmann.

Arquero alemán, rubio y grandote, 1,89.  A los 10 años se integró a las juventudes hitlerianas y sirvió al ejército nazi en la Segunda Guerra Mundial como paracaidista y terminó de prisionero en Inglaterra. En el campo de prisioneros empezó a jugar al fútbol (antes había practicado handball). Fue liberado en 1948 y decidió quedarse a jugar al fútbol profesionalmente, hasta ser fichado por el Manchester City, en polémica decisión.

Hubo hasta manifestaciones con 40.000 hinchas opuestos a su llegada. No es sorprendente ya que Manchester tiene una enorme comunidad judía.

Lo cierto es que lo ficharon y Trautmann, debido a su pasado nazi, era abucheado cada vez que jugaban de visitantes, que le cantaban “que lo vengan a ver, que lo vengan a ver”, pero no tardó en convertirse en ídolo de la parcialidad. Su momento consagratorio se dio en el minuto 75 de la final de la Copa de Inglaterra de 1956 que disputaron su equipo, el City, ante otro City, el Birmingham.

En ese instante, minuto 75, se dislocó 5 vértebras y quebró una, tras chocar con la rodilla derecha de un tal Peter Murphy. Bert cayó al piso inconsciente y tuvo suerte, porque pudo haberse muerto ahí mismo. En esa época no se podía hacer cambios, así que lo hicieron recobrar la conciencia y siguió jugando casi sin poder ver y sin poder mantenerse en pie, pero aún así se atajó un mano a mano tirándose con todo el cuerpo sobre el atacante rival, con el que medio que volvió a chocar. Finalmente, y ya semi inconsciente, logró mantener el arco imbatido y su equipo salió campeón.

Estuvo mucho tiempo para recuperarse y nunca más pudo recobrar el nivel previo a la lesión. Su condición de ídolo fue más allá de Manchester y terminó por ganarse el respeto de toda la afición inglesa, tanto que se lo considera una de las personas que más contribuyó a la paz entre ingleses y alemanes.

Por ello, la Reina Isabel le entregó en 2004 la Orden del Imperio Británico. Falleció en 2013 en España, luego de haber sido entrenador de selecciones exóticas, tales como Birmania, Tanzania, Liberia y Pakistán.

Dato: tiene desde este año su película. “The Keeper”.

Coqueto escenario.

Federico Omar Saroldi.

En el entonces Olimpia Park, River recibía a Central por el Uruguayo de 1932, el 26 de junio de ese año. El arquero de River, Federico Omar Saroldi, sufrió un golpe fuerte durante el partido, pero se recuperó y siguió, igual que el alemán. Pero terminó el partido, con victoria de los darseneros, y Federico se sintió mal y falleció muy poco después.

River, que se había fundado ese mismo año, no dudó en rebautizar a su estadio con el nombre del arquero.

El Roberto.

Roberto Chery. 

Apodado el Poeta del Arco, era arquero de Peñarol y disputó la Copa América de 1919 con Uruguay, hace precisamente 100 años. Es el único jugador de la historia de la selección, sin contar a Palito y Fucile, que lograron resucitar, en fallecer defendiendo a Uruguay. De acuerdo a una crónica de Luis Prats, no queda claro cuál fue la jugada que le provocó el estrangulamiento de una hernia que derivó en su muerte, algunos días después del partido.

Como detalle, dos días después de su muerte, Argentina y Brasil se enfrentaron en partido amistoso a beneficio de la familia de Chery, integrada por su madre y seis hermanos. Argentina jugó con la camiseta de Uruguay y Brasil con la de Peñarol. Al domingo siguiente, se jugó un clásico en el Parque Central, también a beneficio. Ganó Peñarol y, de acuerdo a Prats, la prensa destacó que el público en su conjunto aplaudió a los dos equipos, algo que ya resultaba inusual.

El Panza Fulke.

William Henry “Fatty” Fulke.

Arquero que jugaba a fines del siglo XIX y principios del XX en Sheffield United, aunque también jugó en Chelsea y Bradford. ¿Por qué se hizo famoso? Por ser el futbolista más pesado de la historia. Medía 2,01 y llegó a pesar 150 kilos. Y estaba fatty fatty, tanto que usaba el pantalón exageradamente por arriba del ombligo.

Fue una de las primeras celebridades del fútbol mundial, y como tal, falleció joven, a los 42 años, de cirrosis, porque esa panza no era solo de comer bizcochos.

No terminó de la mejor manera: tuvo problemas matrimoniales, dieron quiebra sus negocios y se ganaba la vida sirviendo de atracción de feria en Blackpool, donde pasaba horas vestido de portero a la espera de que el público le disparase un penal.

Una flor para él.