La misión del sábado pasado me dejó con sensación extraña, estoy desde las primeras misiones, no estuve en todas, pero si en la mayoría.
Me tocó hacer de Conan, caballo de Saravia, Luis A. de Herrera, indio Charrúa, Morgan Freeman y otras cosas peores que, por suerte, en éste momento no recuerdo.
En el proceso me divertí un disparate y conocí un montón de gente, con muchos de ellos, si bien no somos amigos, mantenemos contacto durante todo el año. Desde hace bastante tiempo una misión para mi, es una oportunidad de verles las caras, conversar un rato, conocer a los nuevos y volver a cagarme de la risa con las fotos y videos que se ven.
No recuerdo cuando fue la última vez que realmente me preocupé por los puntos de mi equipo aunque he visto un montón de discusiones, la mayoría divertidas y algunas otras, no tanto.
El sábado me perdí toda la parte de la cacería, aunque me las arreglé para hacer venir algunos por el local y divertirme un rato, aunque tuviera que laburar. El tema empezó cuando llegué al lugar del encuentro, estaban todos los equipos terminando el material para presentar, por lo que me preocupé por que se alimentara mi niña y después si, me dije, compartiré un rato, pero no.
Ni bien me senté en un sillón para conversar con un compañero del blog me tuve que ir porque tenia que estar en la mesa de mi equipo, nada contra le gente de mi equipo, no conocía a la mayoría y, entre que jugaba con la niña para que no se aburriera y volvía a la mesa, me pareció gente de lo más divertida también.
De todas maneras seguía molestándome el hecho de que no se pudiera "circular" libremente y la competencia nos absorbiera tanto. Ni bien empezó la presentación de los videos empezaron las habituales discusiones, aunque está vez no me gustaron nada, es más, por momentos me resultaron bastante desagradables. Empecé a escuchar la palabra "robo" en un sentido real y no como fue siempre, al grito tribunero y con aliento alcohólico que venia, por ejemplo, desde la tribuna del Ingrid, para mí, la otra noche, el resumen de lo que eran y deberían ser las misiones.
La cuestión es que me fui antes, como siempre, pero ésta vez tenía más ganas de irme que nunca, me fui pensando.
Que será tan importante de ganar una Misión de TPLMP?
Te da prestigio internacional, salva la economía tuya y la tu familia, tenés el reconocimiento de la asociación mundial de Blogs que hacen misiones, te hacen una estatua de bronce cuando te retiras, y no, no pasa nada de eso.
Para mi ganar es que nos divierta acordarnos del pajarito que no voló, del perro en la azotea, del brillo de la chapa de Reyes y de la silla volando y, lo más importante, el día que pensamos que se nos pelaba un compañero nos preocupamos todos por ayudar en ésa situación.
Yo propongo que la próxima misión se haga sin puntuación y nos sentemos todos entreverados a ver lo que hicimos o, si nos divierte jugar por los puntos, que los que se preocupan demasiado por ganar, traten de hacer una autocrítica y piensen que desde que nos juntamos ya estamos ganando.