lunes, 5 de enero de 2015
La sangre brota
No me gusta el boxeo ni la violencia,
pero a veces quedamos,
ya sea por nosotros mismos o porque nos ponen,
contra las cuerdas.
Y ahí,
en ese punto es cuando nos descubrimos
a nosotros mismos.
No se trata de responder golpe por golpe,
porque en un mundo donde el ojo por ojo es ley,
terminaría siendo este un mundo de ciegos.
Mas bien hablo del estado en donde
las circunstancias nos llevan a actuar y ver
que no está mal dar un golpe (metafóricamente hablando)
a nuestro favor.
Como nos salga,
con mucha o poca fuerza,
prolijo o desprolijo pero defendiéndonos.
Y así con nuestros semejantes y nuestras causas.
Porque una vez que largas
esos primeros golpes de autodefensa
puedes darlos por los demás, por aquellos que aún no han podido.
Porque bien ubicó el Dante a los traidores en el último círculo y a los neutrales y cobardes en el anteinfierno.
Unos últimos y otros primeros, pero ninguno de ellos en el paraíso.
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6 comentarios:
Bien Kurco, bien vos.
Es todo un tema! De terapia diría yo! Defenderse! Acción y reacción! Supervivencia?
Gracias a tod@s por tomarse el tiempo de leer y comentar.
Sil: En esta columna no entra nadie. Si querés que te lean te recomiendo "News".
Muy lindo lo de Dante.
Fue una sugerencia nomás. De todas maneras, y te lo digo con buena onda, el blog no es el lugar apropiado para esos reclamos.
Me gustó el coso y me gusta el boxeo. Y al Kurco le doy.
Hoy ando por la positiva, se nota.
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