miércoles, 31 de diciembre de 2014

Salada la canchita: Fiambres surtidos

Ni las fiestas cueteras ni la falta de internet en casa -Cosse, andá a hacer de ministra de ésta- me hacen echar para atrás. Ya que no andamos en condiciones de subir algun film que valga la pena, por lo menos vamos a actualizar la tradicional información sobre la gente que se olvidó de seguir respirando. Como hace todo el mundo -incluyendo quienes nos odian y nos tratan de ocasionar todo el mal posible- Salada la canchita les desea un 2015 con justicia social y amor libre. O, por lo menos, con salud, dinero, trabajo, sexo abundante y Racing en la Libertadores.


LOS Y.E.T.P.A.P. QUE FALTABAN

+ MIKE NICHOLS 
En los 60, luego del derrumbe del sistema tradicional de los estudios de producción, que tenían bajo contrato a actores, directores y técnicos, quienes estaban durante años como unos simples oficinistas que hacían el trabajo que le mandaban, luego del derrumbe, digo, los directores jóvenes no aprendían el oficio desde abajo en la industria cinematográfica sino que eran reclutados desde la televisión -que en sus comienzos era más adulta que el propio cine, que se había vuelto cada vez más palomo- o, como en el caso del alemán Michael Igor Peschkowski, desde el teatro.

Es que mientras Hollywood hacía "La vuelta al mundo en 80 días"; "My fair lady" o "La novicia rebelde" por mencionar algunas películas "familiares", en la vida real el mundo tomaba conciencia de un montón de problemas políticos y sociales que no podían soslayarse. Por no decir que en Europa -y América Latina- se hacía un cine mucho más adulto, atrevido y crítico, movimientos de nuevas olas incluídas. Como además, esas películas llevaban tanto o más público que los costosos mamotretos ya mencionados, la decisión de los estudios -convertidos más en empresas de distribución que de producción- fue obvia: a financiar filmes baratos, jóvenes y atrevidos que se acaba el mundo.

Michael Igor, ya transformado en "Mike Nichols", debutó en 1966 con "¿Quién le teme a Virginia Woolf", con el morbo de ver a la Elizabeth Taylor y el Richard Burton puteándose de una forma similar a lo que harían de vez en cuando en la vida real al ir a comer fainá en el "Costa Azul". La pegaría como nunca con el desconocido debutante Dustin Hoffman -en su última actuación sobria- en "El graduado" (1967), un film de esos años de amor y paz que se mantiene sin que le pesen los años transcurridos, lo que no se puede decir de tantos otros. A "Conocimiento carnal" (1971) le tengo que dar una segunda oportunidad pero puede ser que se mantenga como una corrosiva visión de la madurez de un par de típicos giles (Jack Nicholson y Art Garfunkel, en crisis post divorcio de Simon). 
 
Como suele pasar, después de un par de fracasos económicos, anduvo medio en el ostracismo y rindió más o menos por ahí, ("Silkwood", "Secretaria ejecutiva", "Closer") pero sin seguir siendo el director sólido que prometía al comienzo.

Dicen que enloqueció durante años por allá cuando era un cincuentón y que mucho antes se había fileteado a la Jacqueline Kennedy, no exactamente cuando ella era soltera. Pero dicen tantas cosas...   

+ WALTER REYNO
Hombre de teatro, vinculado durante siglos al Teatro Circular, Reyno fue ese veterano pelado con cara de suegro zorete que aparecía en todas las películas uruguayas y unas cuantas argentinas ("Patrón", la rarísima "Un crisantemo estalla en Cincoesquinas", "El aura", subida en esta misma columna en la entrega dedicada a Darín). Pero siempre será recordado por su formidable protagónico en "El herrero y la muerte", clásico teatral de la escena local, si los hay.

Su última actuación cinematográfica fue en "Rincón de Darwin", film que no me animé a ver, pero capaz que hice mal.

+ VIRNA LISI
Recordada por Luca Prodan en alguna canción de Sumo -no sé por qué, capaz que por haberle dedicado más de una cusca en años adolescentes- la Virna de la gente estaba realmente muy fuerte pero trabajó mayormente en comedias y peliculetas olvidables. 
 
Las pocas excepciones fueron: "Eva" (1962), subvalorado film del gran Joseph Losey, paso intermedio a sus futuras obras maestras (de Losey); "Más allá del bien y del mal" (1977), discutidísima versión de algún escandalete sexual del finado Nietzche y"La reina Margot" (1994), otra de gente relajada, en la que la dama del título no se andaba complicando la vida si tenía ganas de prenderle cartucho a un tipo por el simple detalle de que fuera su hermano. Hasta a Miguel Bosé le daba, cómo sería la cosa. 

Lástima que en todos esos títulos la Lisi era actriz secundaria, sin llamar demasiado la atención por sus dotes actorales pero sí por otras dotes. Aparentemente, era muy prolija con su barba.

  

 

11 comentarios:

zorro d colonia dijo...

bien Faga, al fin algo como el ojete pa leer, ya que el gordo puto de Humberto "pinocho" De Vargas me tiene las bolas al plato

Alvaro Fagalde dijo...

ya dije en la reunion familiar: la de pelo largo es Obaldia.

Carles dijo...

Fagalde:
Nunca me faltes
nunca me engañes
que sin tu amor
yo no soy naides

Detaquito dijo...

Faga, gracias por tanto. Perdón por tan poco

Alvaro Fagalde dijo...

Cosse: arreglame el internet, conchuda.

Alvaro Fagalde dijo...

Los sirios anoche se sentirían como en su patria con los cuetes, no?

Alvaro Fagalde dijo...

Ta, mal yo.

mike yanagita dijo...

Un último aporte del Sr. Nichols (un correcto artesano, por ser suave)es la excelente Charlie Wilson War (Juego de Poder en su videoclub enemigo) con Tom Hanks, Julia Roberts (habitualmente insoportable) y el gordo Seymour Hoffman ("¿por qué te pelaste"?) sacándose chispas. Seguramente un trabajo por encargo, pero muy bien hecho.

Mauro M. dijo...

Bien Fagalde, bien vos.

Danzón dijo...

Reyno, gran actor, estuvo también en "El lugar del humo", no?
Película uruguaya de 1979, una pija importante.

Alvaro Fagalde dijo...

Afirmativas ambas aseveraciones.